El epidemiólogo más prestigioso de Italia alerta de lo que va a ocurrir en enero: dice que está más preocupado que nunca
No son buenas noticias.
Andrea Crisanti está considerado como el virólogo más respetado de Italia y todas sus opiniones se escuchan con mucha atención porque es el ‘padre’ del exitoso modelo del Véneto, con el que se logró controlar el coronavirus mediente test hisopados dirigidos. Todo ello tras el experimento realizado en Vo, un pueblo que registró la primera muerte por el virus y que posteriormente alcanzó cero casos.
Ahora, el experto ha asegurado en una charla con miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera que está incluso más preocupado que en marzo por la situación de la pandemia. “Pero no tanto por el virus, sino por la incapacidad de la clase política de enfrentar en manera resolutiva este problema”, ha precisado.
“Si Taiwán, Singapur y Vietanam lo lograron, es sorprendente que Europa no haya aún encontrado una solución común, con todos los recursos que tiene. Mi preocupación ahora es más de tipo político que por el virus”, ha insistido.
Crisanti ha alertado de que “si no se aplican medidas restrictivas, no estamos demasiado lejos de la saturación de las terapias intensivas” y ha subrayado que “hay que hacer algo ahora, porque en un mes, mes y medio, estaremos en la misma situación de marzo pasado”.
“En ausencia de una vacuna, si ahora Italia pone medidas restrictivas que logran bloquear la transmisión, dentro de 4 o 6 semanas las presiones económicas y políticas para liberalizar todo serán sin precedente, por lo que levantarán las medidas y entonces, si no han puesto en marcha un sistema de vigilancia que logre bloquear la transmisión, calculo que la tercera ola podrá darse en enero o febrero”, ha adelantado.
Además, el experto se ha mostrado muy crítico con los hosteleros porque “son los que hicieron presiones fuertísimas para que se sacaran las restricciones en mayo y junio pasado y aprovecharon del punto de vista económico, tuvieron un boom y fueron responsables del aumento de los contagios”.
“Cuando hay conflicto entre intereses económicos y de sanidad, hay que tener cuidado. Entiendo que algunos hayan resultado afectados por los cierres, pero muchos han sido responsables de la situación en la que estamos ahora y que tuvieron muchas ganancias en los meses de julio, agosto y septiembre”, ha aseverado.
En cuanto a las medidas que él toma para protegerse, ha asegurado que dejo de ir al restaurante hace 10 días, limito mis contactos a poquísimas personas y usa siempre mascarilla.