El Elche regresa a Primera cinco años después
La fiesta en las calles, contenida, se limita a caravanas de coches por culpa del coronavirus
El Elche jugará la próxima temporada en la máxima categoría del fútbol español. El cuadro ilicitano, que regresa cinco años después a Primera, consiguió el ascenso este domingo al batir al Girona en Montilivi por un ajustado 0-1, con un épico tanto de Pere Milla en el minuto 96, tras completar una nueva exhibición de solidez defensiva ante un conjunto catalán que jugó la última fase en inferioridad por expusión del goleador uruguayo Cristhian Stuani.
Como ya hizo en la ida (0-0), sobre el pésimo césped del Estadio Martínez Valero, Pacheta armó una defensa con cinco hombres y sin ninguna fisura; con las novedades en la alineación de Ramon Folch, Josan y un Jonathas que pudo ser expulsado en un par de acciones en los primeros 20 minutos.
Por su parte, Francisco, que ha convertido el Girona en un equipo en el sentido más genuino del término, recuperó a Aday Benítez, Johan Mojica y Diamanka, que entró en el once titular en el lugar de un Gumbau que cayó lesionado en el calentamiento previo.
Los nervios, los miedos y el respeto entre ambos conjuntos que caracterizaron los primeros instantes del duelo pronto dieron paso a un control incontestable de la posesión de la pelota por parte del Girona; dueño y señor del partido en los primeros 45 minutos.
Mientras el Elche, una de las grandes sorpresas positivas del curso en la categoría de plata, aguardaba sus opciones encerrado en su campo, el Girona se acercaba con peligro a las inmediaciones de Edgar Badia; aunque sin olvidarse de proteger el arco de Asier Riesgo porque un tanto visitante podía ser una losa difícil de superar.
En el primer acto, el cuadro local, que llegó al tramo decisivo en su mejor momento del año futbolístico, acarició el gol por mediación de Granell, que inquietó a Badia con un chut muy lejano, con un disparo de Stuani desde la frontal del área que se fue justo por encima del larguero y con un zurdazo de Aday Benítez, pero el partido llegó al entretiempo con el mismo resultado con el que arrancó.
El duelo siguió el mismo guión en el amanecer de la segunda parte, y el Girona estuvo a punto de adelantarse con un peligroso remate de cabeza de Ignasi Miquel a la salida de un saque de esquina.
Todo cambió en el minuto 61. Después de que Jonathas volviera a jugarse la roja por enésima vez y de que Pacheta se viera obligado a relevarle para evitar quedarse con diez jugadores, el colegiado José Antonio López Toca, a instancias del VAR, expulsó, con cartulina directa, a Stuani por un pisotón sobre Dani Calvo en el centro del campo.
Con el Girona huérfano de la pólvora del máximo artillero de Segunda División, y de su gran referencia sobre el verde, e incapaz de entender que el árbitro fuera tan permisivo con Jonathas y tan estricto con Stuani, el panorama mutó radicalmente.
Convencido de que había llegado el momento del Elche, Pacheta revolucionó su equipo con la entrada de Fidel y Escriche en el sitio de Gonzalo Verdú y Ramon Folch con la intención de cercar la portería de Asier Riesgo.
El Girona se enrocó y se aferró a la solidez defensiva adquirida de la mano de Francisco y a la fiabilidad mostrada en Montilivi, donde aún no había perdido ningún partido de liga en este 2020.
El entrenador almeriense se guardó los cinco cambios para la prórroga, pero el Girona naufragó en la orilla porque, ya en el ocaso del encuentro, en el minuto 96, Pere Milla remató, desde el vértice del área pequeña, un centro de Fidel desde el perfil izquierdo del ataque visitante para que el Elche regresara a la élite y conquistara la gloria.
Tras la alegría, los festejos en la ciudad fueron contenidos, con aficionados en lugares emblemáticos de la ciudad, pero sin grandes aglomeraciones y con control. Sobre todo, se optó por caravanas de coches, que evitasen los contactos masivos, poco que ver con otros ascensos, como el del Cádiz.