El Ejército israelí lleva a cabo su mayor simulacro militar en 20 años
Entre 20.000 y 30.000 personas participarán en unas maniobras que buscan una preparación ante un eventual choque en Hezbolá en la frontera de Líbano.
Israel comienza hoy el mayor ejercicio militar de las últimas dos décadas que durante diez días preparará al Ejército frente a una posible invasión de la milicia chií Hezbolá desde Líbano y hacia los territorios del norte de Israel.
"Queremos comprobar el nivel de preparación. (...) El objetivo es practicar a diferentes niveles de combate, incluidos los ambientes menos predecibles y dinámicos sobre la base de lo aprendido e implementado en la segunda guerra del Líbano", explica a Efe un oficial castrense.
Esta fuente insiste en que esta prueba, dirigida por el Comando Norte y llamada Or HaDagan, lleva un año en preparación y no supone "ningún cambio en la evaluación de la situación de seguridad".
Durante los próximos días los residentes de la región verán un mayor número de carros de combate, vehículos militares, aviones sobrevolando la zona y barcos del Ejército.
Se desplegarán divisiones regulares, reservistas, brigadas de maniobras, unidades de inteligencia, fuerzas especiales, fuerzas de ingeniería de combate, logística y el Comando del Frente Doméstico: en total, se estima que entre 20.000 y 30.000 personas participarán en las mayores maniobras desde 1998.
El simulacro se centrará en la defensa en torno a la frontera con Líbano, la capacidad de realizar extensos ejercicios de disparo, la precisión de las unidades de inteligencia, lograr un rápido tiempo de respuesta, maniobras terrestres, apoyo logístico y afinar la coordinación entre las fuerzas navales, aéreas y terrestres.
En 2006 y en esta zona divisoria Israel libró una guerra con la milicia chií libanesa Hezbolá que terminó con una resolución de la ONU y el despliegue de una fuerza internacional de paz, la FPNUL, de la que España forma parte con unos mil efectivos.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU extendió la misión un año más con el compromiso de mejorar la cooperación con las fuerzas armadas libanesas después de que EEUU e Israel les acusaran de fallar en su misión de mantener la seguridad al permitir que la milicia acumule armas.