Hace 35 años que el hotel restaurante El Hacho, situado en la autovía que une Sevilla y Málaga, es el lugar de reposo de cientos de camioneros que han encontrado en las paredes del hogar de los Borrego Castellano un sitio en el que se encuentran como en casa.
Ahora, en plena cuarentena por el coronavirus, ese establecimiento está en boca de todos —el vídeo está circulando de forma masiva por Twitter, Facebook y WhatsApp— por el gesto que han tenido con esos camioneros que, durante tantos años, han dado sustento a El Hacho.
Sus dueños han habilitado en la puerta del recinto, cerrado como todos los restaurantes a causa del estado de alarma, un pequeño camión en el que dan comida gratis a los transportistas que trabajan para distruir mercancías a todos los lugares que las necesitan.
David Borrego Castellano, uno de los hermanos a los que pertenece el restaurante, atiende a El HuffPost abrumado por las muestras de cariño que ha recibido por redes sociales a raíz de su iniciativa, que lleva en marcha desde el pasado viernes y que va a seguir “hasta que acabe la crisis”.
“Esto se nos ha ido de las manos. Nosotros no queremos protagonismo ni nada. Hemos puesto el ‘camioncito’ aquí para los camioneros, que son los clientes de la casa y que pasan por aquí durante todo el año”, ha explicado Borrego, cuya familia regenta otros restaurantes por la zona.
Nosotros no queremos protagonismo ni nada. Hemos puesto el camioncito aquí para los camioneros, que son los clientes de la casa
David Borrego, de 'El Hacho'
En el pequeño camión, los camioneros pueden servirse de forma totalmente gratuita café, refrescos, bollería, bocadillos y hasta pizzas. Todos alimentos que no han sido manipulados previamente.
Esta iniciativa nace de la familia de El Hacho, que pensó que no podían dejar tirados a esos camioneros a los que llevan dando de comer desde hace más de 30 años: “El camioncito es nuestro y nosotros no tenemos letra del banco ni nada. No tenemos hipoteca ni tenemos de nada. Tampoco tenemos dinero pero dijimos: ‘mira, a los camioneros no podemos dejarlos tirados’. Ellos llegan, llaman por los cristales, nos piden botellas de agua, tabaco, entrar al servicio... pero el bar no se puede abrir porque está prohibido. Además que no se debe de abrir”.
Reponen lo que hay en el camión cada dos o tres horas: “Ponemos café nuevo, termos nuevos. Tenemos un catering y disponemos de alimentos de horno. Les ponemos su café, sus dulces, sus botellas de agua, sus refrescos. Y todo esto las 24 horas del día”.
David asegura que los camioneros están mostrando su agradecimiento de diversas formas: desde bocinazos, a mensajes por las emisoras pasando por emotivas publicaciones en Facebook.
“Los camioneros tienen dinero de sobra para pagarse un café, pero si lo pones cobrando malo, porque no les estás dando un servicio en condiciones, pero pones tu camión con tus latas de refrescos y todo deshechable. Es una forma de estar con ellos y de agradecerles que llevan 35 años pasando por aquí”, ha señalado Borrego.
Por El Hacho pasan unos 200 camioneros al día y David Borrego hace hincapié en toda la comida que regalan no está manipulada previamente. El pequeño camión tiene dos neveras, una para bebida fría y otra para la comida envasada.
“Nosotros hacemos eso con el corazón, ni buscamos interés, ni dinero, ni nada. Gracias a dios el dinero no nos sobra, pero no queremos dinero, el dinero es una mierda”, ha sentenciado David Borrego, que se despide no si antes comentar lo único que lamenta de esta situación. “La pena es que no podemos habilitarles un baño”, ha afirmado antes de colgar.
La portavoz de Vox en les Corts Valencianes, Ana Vega, comunicó el pasado 11 de marzo que había dado positivo por coronavirus.
Álvaro Palazón es redactor de virales, televisión y de deporte en 'ElHuffPost' y trabaja desde Madrid. Es Licenciado por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Puedes contactar con él en alvaro.palazon@huffpost.es