El Departamento de Justicia de EEUU cierra sin resultados la investigación por corrupción sobre Hillary Clinton alentada por Trump
Se concluye que la ex secretaria de Estado no incurrió en ninguna irregularidad.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha cerrado una investigación abierta contra la ex secretaria de Estado Hillary Clinton tras comprobar que no incurrió en ninguna irregularidad, una pesquisa que fue abierta hace dos años por orden del entonces fiscal general, Jeff Sessions, y que fue alentada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, según ha informado el diario ‘The Washingont Post’.
La investigación se ha cerrado sin conseguir ningún resultado tangible, tras haberse abierto por la presión de los republicanos en un momento en el que el presidente de Estados Unidos clamaba porque se investigara a Clinton por corrupción.
Responsables y antiguos responsables de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos han contado al diario norteamericano que nunca esperaron que esa investigación diera resultados, como finalmente ha sucedido.
El fiscal de Utah, John Huber, fue nombrado en noviembre de 2017 por entonces fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, para que investigara sobre las sospechas que habían manifestado tanto el presidente Trump como sus aliados en el Congreso, que apuntaron que el FBI no habría investigado a fondo la posible corrupción de la Fundación Clinton y la etapa de Hillary Clinton como secretaria de Estado estadounidense, especialmente cuando el Gobierno de Estados Unidos decidió no bloquear la venta de una empresa llamada Uranium ONe.
Como parte de su investigación, Huber examinó documentos y entrevistó a responsables de las fuerzas de seguridad en Little Rock que estaban realizando una investigación sobre la Fundación Clinton. Responsables y antiguos responsables de las fuerzas de seguridad han confirmado que Huber no encontró nada que pueda ser objeto de un proceso judicial pero su encargo no ha terminado oficialmente y no se ha enviado ninguna notificación sobre el fin de las pesquisas ni al Departamento de Justicia ni a los parlamentarios, según fuentes conocedoras del tema.
La conclusión definitiva del fiscal causará malestar entre los dirigentes del Partido Republicano que confiaban en que Huber encontrara irregularidades, incluido el propio presidente Trump, que ha acusado de corrupción en numerosas ocasiones a Hillary Clinton.
“Todo el mundo pregunta por qué el Departamento de Justicia y el FBI no están mirando en la deshonestidad de la corrupta Hillary y los demócratas”, escribía el presidente de Estados Unidos, en un mensaje de Twitter.
En ese momento, Sessions no nombró un nuevo fiscal especial pero semanas después envió una carta a Huber en la que le decía que “revisara” una serie de temas relacionados con Clinton, con la Fundación Clinton y con la empresa Uranium One, además de la gestión del FBI de la investigación sobre el uso de su correo electrónico privado cuando era secretaria de Estado.
“Tus recomendaciones deberían incluir si algún tema actualmente no investigado merece la apertura de una investigación, si algún tema actualmente investigado requiere más recursos o más investigación y si algún tema requeriría el nombramiento de un fiscal especial”, escribió Sessions, en su petición a Huber.
Parlamentarios republicanos se vieron entonces reforzados en sus posiciones con el nombramiento de Huber para investigar los hechos, al entender que es un fiscal con un sólido historial profesional trabajando primero con Barack Obama como presidente y luego con Trump. Sin embargo, desde el principio los responsables del Departamento de Justicia sabían que las pesquisas no darían resultados significativos y que su apertura solo serviría para calmar los ánimos de los republicanos y del presidente Trump.
“No esperábamos mucho de ello ni tampoco él”, ha dicho una persona conocedora de la investigación iniciada por el fiscal Huber y que ha pedido mantener su identidad bajo el anonimato. “Conforme el tiempo avanzó, muchas personas se olvidaron del tema”, ha señalado.