El debate electoral, resumido en tuits
Del adoquín de Albert Rivera a las "mamadas" de Pablo Iglesias.
Cinco candidatos, cinco bloques, casi tres horas y serán dos las palabras que todos recuerden del debate de este lunes: adoquín y “mamadas”.
Porque en el debate organizado por la Academia de la Televisión se ha hablado de cohesión territorial, economía, política social, calidad democrática y política internacional, pero muchos telespectadores han salido igual que entraron.
Y lo que van a recordar son las anécdotas, como bien han reflejado las redes sociales, especialmente Twitter, con cuyos mensajes se puede resumir perfectamente lo que más se ha comentado durante el debate.
Al principio, muchos se preguntaban lo mismo: ¿traerá Rivera a Lucas, el perro de su famoso vídeo?
Pero no, Rivera llegó sin perrete.
A la llegada de los candidatos, una imagen llamó mucho la atención: la de la presidenta de la Academia de la Televisión, María Casado, en tirantes mientras compañeros suyos presentaban la programación previa con plumas y bufandas.
Llegaron los candidatos, se hicieron la foto juntos y se pusieron en los atriles... esos pedazo de atriles que algunos han confundido con un burladero. No han gustado precisamente a los espectadores:
Albert Rivera, que volvió a sacar objetos como si acabara de vaciar un trastero.
Hasta un adoquín, que ha dado muchísimo juego en Twitter:
Tantas cosas ha traído que en algún lugar ha tenido que dejarlas. ¿Dónde? Un espectador se ha fijado en este detalle:
Hemos visto muchas discusiones entre los distintos candidatos y también momentos en los que no hablaban pero sí gesticulaban.
Uno de los temas que se ha tratado es la violencia machista, momento en el que Pablo Iglesias ha cometido el gran lapsus del debate, al confundir la palabra “Manada” con “mamadas”.
Tanto ha sido el impacto de su error, que hasta una actriz porno se ha referido al asunto:
Otro momento comentado del debate ha sido cuando Pedro Sánchez ha pronunciado la palabra francesa déjà vu.
Por cierto, el debate ha estado moderado por Vicente Vallés y Ana Blanco, cuyo rostro parecía reflejar lo que muchos pensaban de lo que estábamos viendo: