El Congreso de EEUU certifica la victoria de Biden
Muchas horas y varios muertos después, la democracia constitucional se ha abierto paso, pese a Donald Trump.
Más de catorce horas después de que comenzara la sesión, el Congreso de Estados Unidos ha certificado la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones a la presidencia del país, al superar los 270 votos electorales necesarios.
Tras un asalto al Capitolio nunca antes visto por parte de seguidores del presidente saliente, Donald Trump, que los incitó a actuar, las cámaras han ratificado el triunfo de Biden, en una sesión que no debería haber sido más que un mero trámite y que, sin embargo, puso en jaque a todo el país.
Las imágenes de centenares de manifestantes irrumpiendo en las cámaras, y los cuatro muertos y más de una decena de heridos durante el asalto, permanecerán imborrables en la historia de Estados Unidos, y en el historial de Donald Trump.
Trump, que presionó a su vicepresidente, Mike Pence, para que no certificara el resultado, no podrá finalmente salirse con la suya. “El número completo de electores nombrados para votar al presidente de Estados Unidos es de 538, cuya mayoría es 270. Joseph R. Biden, del Estado de Delaware, ha recibido 306 votos. Donald J. Trump, del Estado de Florida, ha recibido 232”, ha ratificado Pence en una sesión finalizada pasadas las 9:30 hora española, las tres y media de la madrugada hora de Washington.
Como Pence recordó en una carta enviada al Congreso antes de que comenzara la sesión, él no tiene autoridad para decidir qué votos cuentan y cuáles no, como le pedía Trump que hiciera. Los miembros de las cámaras sí podían presentar objeciones durante la ceremonia, que serían después debatidas y votadas.
Republicanos y demócratas estaban debatiendo una objeción a los resultados de Arizona la tarde del miércoles cuando comenzó el caos. Decenas de hoolingans lograron colarse al Capitolio dando lugar a escenas insólitas y de verdadero terror. El edificio fue confinado, Mike Pence evacuado y la sesión, parada en seco.
Aproximadamente cuatro horas después del asalto, las fuerzas de seguridad consiguieron despejar el edificio y los congresistas y senadores pidieron retomar la ceremonia para acabar lo que habían empezado.
Varios senadores republicanos que habían anunciado objeciones finalmente se echaron atrás, al ver la tensión provocada por su presidente y la imposibilidad de que esas impugnaciones salieran adelante.
Sólo después de que las cámaras hayan confirmado oficialmente los resultados, el presidente saliente, Donald Trump, ha asumido, muy a su manera, de que ha llegado la hora de dar un paso atrás.
“A pesar de que estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones, y los hechos están de mi lado, sin embargo, habrá una transición ordenada el 20 de enero”, ha señalado Trump en un comunicado distribuido en Twitter por uno de sus principales asesores, Dan Scavino.
“Siempre he dicho que continuaríamos nuestra lucha para asegurar que sólo se contaban los votos legales. ¡Aunque esto representa el fin del mejor primer mandato en la historia presidencial, sólo es el comienzo de nuestra lucha para Hacer a Estados Unidos Grande de Nuevo!”, ha añadido.
A estas alturas, la ‘lucha’ a la que apela Trump da verdadero pavor, pero, por lo pronto, Joe Biden tomará posesión como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero. Aunque le pese a Donald Trump.