El Congreso aprueba los presupuestos de 2021 con una amplia mayoría
Los diputados de 11 partidos respaldan las primeras cuentas públicas del Gobierno de coalición que pondrán fin al reinado de los presupuestos de Montoro.
Punto y final a los presupuestos de Montoro. Pedro Sánchez ha logrado este jueves un amplio respaldo a los Presupuestos Generales del Estado para 2021, los primeros del Gobierno de coalición. El Congreso ha dado luz verde a las cuentas públicas con una mayoría de 188 votos a favor y 153 en contra, y los ha enviado al Senado para su aprobación definitiva.
Tal y como habían anunciado en las últimas semanas, los diputados de 11 partidos políticos distintos han respaldado las nuevas cuentas públicas, elaboradas por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y que contienen el mayor gasto social de la historia, gracias a la llegada de los fondos europeos.
A los 155 votos de los diputados de PSOE y Unidas Podemos, se han sumado los representantes de ERC (13), PNV (6), EH Bildu (5), PDeCAT (4), Más País-Equo (2), Partido Regionalista de Cantabria (1), Compromís (1), Teruel Existe (1) y Nueva Canarias (1).
Estas formaciones han sumado 188 votos, uno menos de lo previsto inicialmente debido a la ausencia de un parlamentario. A pesar de que el Gobierno solo necesitaba una mayoría simple —más síes que noes—, ha logrado cosechar una cifra de apoyos de 12 parlamentarios por encima de la mayoría absoluta, situada actualmente en 176 escaños.
Las cuentas han contado con 153 votos en contra, correspondientes a los representantes de PP, Vox, Ciudadanos, Junts, Unión del Pueblo Navarro, la CUP, Foro Asturias, Coalición Canaria y el BNG. En este caso, ocho diputados de este bloque no han votado.
Los anteriores Presupuestos Generales del Estado, aprobados en el verano de 2018, diseñados por el entonces ministro Cristóbal Montoro y todavía vigentes, salieron adelante por 176 votos a favor. Una cifra de parlamentarios menor a la conseguida este jueves por las nuevas cuentas públicas de la ministra María Jesús Montero.
Una mayoría más amplia que en la investidura
El Gobierno ha logrado así ensanchar la mayoría que llevó a Pedro Sánchez al Palacio de La Moncloa tras las últimas elecciones generales. Si la investidura del líder socialista salió adelante el pasado mes de enero con 167 votos a favor, once meses más tarde ha cosechado el apoyo de 21 parlamentarios más.
Solo un diputado que formó parte del bloque de la investidura no ha respaldado al Gobierno en la ley más importante del año. Se trata de Néstor Rego, el único representante del Bloque Nacionalista Galego, que ha votado en contra de las nuevas cuentas públicas porque considera que tratan peor a Galicia que los presupuestos de Montoro.
Algunos grupos parlamentarios que se abstuvieron entonces como los parlamentarios de ERC y EH Bildu o incluso votaron en contra como los cuatro del PDeCAT (antes de la ruptura de Junts per Catalunya), ahora han votado a favor de los presupuestos.
Sánchez ha logrado un importante victoria este jueves, una amplia mayoría que puede asegurar la estabilidad para el resto de la legislatura. La política está llena de sobresaltos, pero, salvo sorpresa, esta tendría que terminar en 2023.
La negociación para sacar adelante las cuentas públicas no ha sido sencilla debido a la fragmentación parlamentaria y a los vetos cruzados entre las diferentes formaciones. También han sido numerosos los desencuentros internos entre los dos partidos que integran el Gobierno.
Los miembros socialistas del Gobierno habían optado por mantener abiertas dos vías de negociación para aprobar los presupuestos: una con los socios de la investidura y otra con Ciudadanos. El objetivo era conseguir una mayoría lo más amplia posible en la votación de este jueves.
El partido de Inés Arrimadas no presentó enmienda a la totalidad y apoyó la tramitación de las cuentas en el debate de totalidad, pero retiró su respaldo en la fase de enmiendas al quedar patente los compañeros de viaje. “Las contrapartidas al nacionalismo son intolerables. Estos no son los presupuestos que económicamente necesita España”, afirmó.
Finalmente, se impuso la vía preferida por el vicepresidente segundo Pablo Iglesias, que apostaba desde el principio por el bloque de la investidura. El también líder de Unidas Podemos no podía ocultar este miércoles su satisfacción en su intervención en el debate presupuestario. “Es la oportunidad de consolidar una mayoría de dirección de Estado que va a mantener a la derecha fuera del Gobierno durante muchos años”, aseguró.
Los socialistas también se han apuntado a la idea de que estos presupuestos sirven para apuntalar la legislatura. “Más de la mitad de esta Cámara eligió a un Gobierno progresista y más de la mitad de esta Cámara votará a favor de estos presupuestos. Dijeron que el Gobierno no duraría y hay Gobierno para muchos años”, ha asegurado la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra.
Subida de las pensiones, pero no del impuesto al diésel
Las cuentas públicas incluyen, entre otras medidas, una subida del 0,9% de las pensiones, un incremento salarial del 0,9% para los funcionarios, una subida del IRPF para los trabajadores que ganen más y una ampliación del permiso de paternidad a 16 semanas para equipararlo con los de maternidad.
Durante la tramitación parlamentaria, el proyecto presupuestario ha sido objeto de diversas modificaciones por los acuerdos del Ejecutivo con los diferentes partidos. Algunas de los cambios más relevantes fueron la congelación de los sueldos de los miembros del Gobierno, la eliminación de la subida fiscal a los coches diésel, una nueva moratoria de cotizaciones para empresas y autónomos e inversiones territoriales.
Asimismo, el Congreso ha dado luz verde a una quincena de enmiendas parciales aprobadas en contra del criterio del Gobierno. Entre ellas se encuentra la limitación de la subida del IVA a las bebidas azucaradas para no aplicarla a los productos lácteos edulcorados, como los yogures, y el aumento del gasto en partidas como dependencia con un incremento de 566 millones.
Ahora irán al Senado
Una vez que las cuentas públicas han obtenido el visto bueno del Congreso, el texto se remite al Senado. Allí se llevará a cabo un trámite similar en el que los senadores pueden introducir enmiendas.
Si la Cámara alta no incluye ninguna modificación, los presupuestos se aprobarían directamente. -En cambio, si se añaden algunas enmiendas, las cuentas públicas volverían al Congreso para su aprobación definitiva.
Una vez obtengan la luz verde final, los Presupuestos Generales del Estado para 2021 se publicarán en el BOE y entrarán en vigor. El Gobierno espera que esto ocurra el próximo 1 de enero. Se podrá fin así al eterno reinado las últimas cuentas públicas de Cristóbal Montoro, las que más tiempo han durado en la democracia, en vigor desde el verano de 2018.