El comisario de Comercio de la UE dimite tras ir a una cena que incumplía las medidas anti covid-19
En el encuentro había unas 80 personas, cuando el límite era 50, y además fue pillado hablando por teléfono mientras conducía.
El comisario europeo de Comercio, el irlandés Phil Hogan, ha dimitido. Y todo por una cena entre amigos, el pasado miércoles, en la que no se cumplieron las medidas de control contra el coronavirus. El encuentro suscitó un notable malestar social, ya que contó con la presencia de numerosos cargos políticos que no cumplieron con los protocolos básicos marcados por el Ejecutivo irlandés, ya que había más de 80 personas cuando el máximo eran 50. Un escándalo que salpica a la política nacional irlandesa y, por Hogan, a la comunitaria.
Inicialmente, el comisario alegó que contaba con la “clara idea” de que la organización “había asegurado” las medidas sanitarias esenciales. “Asistí a la cena de la Sociedad de Golf de Oireachtas el miércoles con la clara idea de que los organizadores y el hotel en cuestión habían asegurado (a través de la Federación Irlandesa de Hoteles) que los preparativos iban en línea con las directrices del Gobierno”, aseveró Hogan en su cuenta de Twitter. A última hora del miércoles ya anunció su adiós.
Hogan, asimismo, subrayó que antes del evento “había cumplido plenamente con los requisitos de cuarentena del Gobierno” irlandés, permaneciendo en cuarentena preventiva desde finales de julio.
Sin embargo, al calor del escándalo, el domingo decidió pedir perdón. “Quiero disculparme totalmente y sin reservas por asistir a la cena de sociedad del club de golf Oireachtas el pasado miércoles por la noche”, añadió igualmente en Twitter.
“Quiero, en particular, pedir disculpas a los maravillosos trabajadores sanitarios, quienes continúan arriesgando sus vidas en primera línea para combatir a la Covid-19, y a todas las personas que han perdido a sus seres queridos durante esta pandemia”, declaró el mandatario. Además, dijo “lamentar profundamente” haber molestado a los irlandeses con su acción, y afirmó darse cuenta del “estrés, riesgo y ofensa innecesarios causados”.
“Reconozco que el asunto va mucho más allá del cumplimiento de normas y regulaciones y la adherencia a la legalidad y a los procedimientos”, indicó, y añadió que “todos nosotros debemos mostrar solidaridad mientras intentamos erradicar esta plaga común”.
Igualmente, Hogan apuntó que habló el sábado con el primer ministro y el viceprimer ministro de Irlanda y que ha “escuchado cuidadosamente sus puntos de vista, los cuales respeto”. El polémico encuentro en el club de golf se saldó de hecho con la dimisión del ministro de Agricultura irlandés, Dara Calleary, quien también participó en la cena.
El primer ministro, Micheál Martin, aceptó la renuncia del político ya que su participación en el evento social “estuvo mal y fue un error de juicio por su parte”, informó el Gobierno irlandés en un comunicado hecho público el pasado viernes.
En un primer momento, Irlanda había establecido que a los actos en interiores debían acudir menos de 50 personas y el 18 de agosto se revisó la norma para que no estuvieran presentes más de 15 personas, aunque el endurecimiento de la norma, según Hogan, entró en vigor tras la cena.
“Aclaraciones adicionales”
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, ha dicho que está revisando el caso. A través de la portavoz comunitaria, Dana Spinant, explicó que Hogan envió el domingo un informe para explicar su participación en esta cena. “La presidenta recibió el informe del comisario Hogan anoche. Ahora lo está revisando, los hechos y los detalles son importantes. La presidenta le ha pedido aclaraciones adicionales”, dijo la portavoz comunitaria.
Según Spinant, la Comisión ha estado informada en todo momento de los acontecimientos relacionados con esta polémica y analizarán las explicaciones de Hogan antes de evaluar la respuesta que darán.
Ante esta presión, el comisario irlandés, que anteriormente había estado al frente de la de Agricultura en la Comisión, ha tenido que dar más explicaciones para defenderse. Ayer -ahora sí- contó más sobre la cena, presionado porque a la vez ha surgido otra polémica en su país, tras revelarse que la Policía le dio alto mientras conducía usando su teléfono móvil, según informó la cadena pública irlandesa RTE.
“Fui un invitado al evento del 19 de agosto de 2020 y los organizadores y el hotel me aseguraron que se estaba celebrando en total cumplimiento con todas las normas relevantes sobre la COVID-19”, defiende el comisario. El político irlandés añade que el 5 de agosto fue admitido en un hospital en Dublín para someterse a una intervención médica y que tras dar negativo en un test de coronavirus, no estaba obligado a permanecer en cuarentena. Hasta ese día, y desde el 31 de julio había permanecido en una residencia temporal en el condado de Kildare.
Tras abandonar el hospital, regresó a Kildare y el 7 de agosto viajo a Kilkenny antes de que quedarán confinados los condados de Kildare, Laois y Offaly. Añadió que, pese al confinamiento, pueden atravesarse esos tres condados en coche sin parar y que se puede entrar a Kildare, Laois u Offaly si se tiene “una excusa razonable”, como motivos laborales. Así, el 12 de agosto atravesó Kildare sin detenerse para viajar a Dublín e informar al viceprimer ministro irlandés y al ministro de Comercio sobre las conversaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos.
En cambio, el 17 de agosto sí se detuvo en Kildare, en su apartamento, para recoger documentos de trabajo sobre las conversaciones comerciales entre Bruselas y Washington. Fue entonces cuando la Policía le dio el alto mientras conducía usando su teléfono móvil. “Lamento mucho haber contestado al teléfono mientras conducía”, afirma Hogan. El 21 de agosto volvió a su apartamento de Kildare para recoger su pasaporte y viajar a Bruselas el día siguiente. Hogan consideró ayer que los motivos que le llevaron a entrar en Kildare durante el confinamiento constituyen “una excusa razonable”.
Ahora está por ver si estas explicaciones del llamado Golfgate, satisfacen a la presidenta de la CE... y a los indignados ciudadanos irlandeses, un país donde hay más de 24.000 infectados y donde han fallecido casi 1.800 personas. De momento, Hogan recibe presiones de la coalición del Gobierno irlandés para que dimita. El primer ministro, Martin, y su número dos, Leo Varadkar, le han rogado que “considere” su posición. “El evento nunca debió celebrarse, las disculpas del comisario llegaron tarde y él aún tiene que dar una explicación completa de sus acciones”, concluyen.