El rey Juan Carlos ha escuchado la misa junto a la Reina Sofía en unos asientos colocados delante de la primera fila, en la que han tomado asiento sus hijas, las Infantas Elena y Cristina, y la reina Beatriz de Holanda.
Felipe VI y Letizia han sido los últimos en entrar, como manda el protocolo, y al llegar han saludado con besos a los reyes eméritos. Luego se han acercado a la reina Beatriz y también la han saludado.
Pero ahí ha llamado la atención de los medios especializados el gesto que, a solo un metro, ha tenido la infanta Cristina. La esposa de Iñaki Urdangarin ha observado cómo el rey ha besado a la reina Beatriz, pero ha desviado la mirada cuando ha hecho lo mismo Letizia.
De hecho, su gesto ha destacado más porque mientras ella miraba fijamente al frente muy seria, su hermana, la infanta Elena, seguía contemplando la escena con una sonrisa en los labios.
La escena no ha pasado desapercibida y, por ejemplo, Vanity Fair asegura que “aunque los reyes también han saludado” a la reina Beatriz con un beso “ha llamado la atención que no hicieran lo mismo con las infantas, siguiendo su camino sin intercambiar con ellas ningún saludo”.
“La infanta Cristina, por su parte, ha mantenido la mirada al frente evitando el contacto visual con su hermano y su cuñada, mientras que la infanta Elena sí les ha sonreído”, dice la misma publicación.
Mientras, Vanitatis destaca el “frío reencuentro” entre Letizia y la infanta Cristina y subraya que “aunque estaban justo a su lado”, la hermana del rey “ha mantenido la mirada al frente y ha evitado cualquier tipo de contacto visual con su cuñada”.
La revista Semana, en la misma línea, dice que el gesto “confirma la tensión” entre la reina y la infanta Cristina. “Lo primero que ha llamado la atención ha sido la mirada de la infanta Cristina hacia las imágenes que presidían el templo sin hacer ningún caso a la llegada de Felipe y Letizia y sin tener ningún contacto visual con ellos”, se dice en el artículo.
“A pesar de estar a solo unos centímetros, la infanta Cristina, visiblemente incómoda con la situación, ha mantenido la mirada al frente evitando cualquier tipo de contacto visual con su cuñada, que tampoco ha hecho el mínimo gesto para saludarla”, se afirma.