El Ayuntamiento de Madrid retira placas con nombres de republicanos fusilados en La Almudena
Las víctimas fueron asesinadas entre 1939 y 1944.
Desde este lunes, han comenzado a retirarse las placas de presos fusilados por el regimen franquista en Madrid entre 1939 y 1944 en las lápidas que se encontraban en el cementerio de La Almudena.
Según informa El País, el actual gobierno municipal, de PP y Ciudadanos, ya paralizó los trabajos para el memorial que comenzó a construir el consistorio en las últimas fechas de Manuela Carmena al frente.
Para el nuevo equipo de gobierno, el monumento no cumplía las premisas del extinto Comisionado de Memoria Histórica, que recomendó “honrar a todas las víctimas del periodo bélico para evitar nuevos agravios”. La intención ahora es unificar los homenajes.
Los descendientes de las 2.936 víctimas republicanas aseguran sentirse hundidas con la decisión, como recoge la misma publicación: “Teníamos asumido que este gobierno quería borrar sus nombres, pero ver las placas ahí en el suelo es tremendo. Los han fusilado de nuevo”, asegura Tomás Montero, presidente de la Asociación Memoria y Libertad. Su abuelo fue ejecutado en este lugar en 1939, cuando su padre solo tenía un año.
Montero asegura que nadie del Consistorio se ha puesto en contacto con los familiares y critica que PP y Ciudadanos se escudan en un informe del comisionado, del que hacen “una lectura interesada”. En el memorial se había instalado placas con la identidad de un tercio de los fusilados. Las que registraban los nombres de otro tercio permanecían apiladas en la zona por decisión del Ayuntamiento, que decidió parar la obra en julio. “Quieren borrar la misma parte de la historia que borró el franquismo”, insiste Montero.
Antes de su disolución, en junio del año pasado, el organismo para la Memoria Histórica recomendó levantar dos monumentos, uno para las víctimas de cada bando, a lo que nueve asociaciones respondieron con una carta conjunta en la que acusaban al comisionado de “poner al mismo nivel a quienes defendían la legalidad democrática y quienes la querían destruir”.
El concejal del PSOE Ramón Silva ha explicado que “en un primer informe, el comisionado no dijo nada sobre la inclusión de los nombres en la estructura. Lo hicieron a raíz de las quejas de PP y Ciudadanos. El representante socialista considera que este derribo era “algo que perseguía desde el primer momento el PP con el apoyo de Ciudadanos y el aplauso de Vox”, con fines de “blanquear permanentemente el franquismo y la dictadura fascista”.
El presidente de la Asociación Memoria y Libertad matiza que algunos de los que fueron fusilados eran chequistas, aunque sufrieron consejos de guerra injustos, porque “ser chequista no implica haber cometido delitos”. Para Gutmaro Gómez, profesor de Historia en la Universidad Complutense de Madrid y experto en memoria histórica, habría que determinar con rigor el concepto de chequista, ya que se trata de una calificación obtenida de juicios sumarios. “Viene dado por un juicio franquista. No se puede justificar 80 años después de esa manera. Es un error histórico. Si no se cuestiona la causa general, mal empezamos”, subraya Gómez, en declaraciones a El País.