Los miembros de la familia real británica no dudan en hacerse selfies, aceptar flores o dar abrazos cuando saludan a quienes se congregan para verlos. Sin embargo, hay algo que nunca hacen: firmar autógrafos.
El protocolo marca que el príncipe Guillermo, Catalina de Cambridge y el resto de la familia no pueden ofrecerlos para evitar que nadie pueda copiar sus firmas. Según el blog de la Casa Real británica, sólo se les permite estampar su rúbrica en documentos oficiales.
La respuesta habitual del príncipe Carlos cuando le piden un autógrafo suele ser: "Perdón, pero no se me permite hacerlo". El Daily Mail recoge que en al menos una ocasión se saltó las reglas, al regalar a una familia cuya casa había quedado destrozada por una inundación un trozo de papel con su nombre en él.
Sí se les permite sin embargo escribir en los libros de firmas y se les ha podido ver haciéndolo en numerosas ocasiones, como en el reciente viaje de los duques de Cambridge a Polonia y Alemania.
Eso sí, cuando firman, suelen plasmar sólo el nombre de pila. Por ejemplo, Diana de Gales sólo ponía "Diana". Kate Middleton ha seguido sus pasos y en las visitas oficiales escribe "Catherine" (Catalina, su nombre completo).
Firma del príncipe Carlos y la princesa Diana en 11 de junio de 1987 (Frederika Hoffmann/ullstein bild via Getty Images).ullstein bild via Getty ImagesEl mensaje escrito por el príncipe Guillermo y la duquesa de Cambridge en el libro de condolencias de la embajada francesa en Londres después de los ataques en París en noviembre de 2015. (NIKLAS HALLE'N/AFP/Getty Images)AFP/Getty Images
Escribir sólo su nombre no es válido en otras firmas oficiales como, por ejemplo, en documentos financieros, por lo que probablemente es la razón por la que han elegido esta metodología para actos públicos.
Este artículo fue originalmente publicado en la edición canadiense del 'HuffPost' y ha sido adaptado del inglés.