El año de 'Las Petroleras'
'Las Petroleras', célebre western cómico con las no menos célebres Brigitte Bardot y Claudia Cardinale, cumple cincuenta años.
Este 2021, que ha comenzado casi peor de como dejamos el 2020, es el año de las petroleras. No, no me refiero a que suba el precio del crudo, o a que una plataforma petrolífera estalle provocando un tsunami, que tal y como está todo sólo nos falta eso. Hablo de Las Petroleras, célebre western cómico con las no menos célebres Brigitte Bardot, B.B., y Claudia Cardinale, C.C., que cumple cincuenta años, ahí es nada.
Mucho antes de que Penélope Cruz y Salma Hayek, quien ahora estrena Bliss, se enfrentasen en la ficción, en Bandidas, la Bardot y la Cardinale hicieron lo propio en Las Petroleras. Cosa que nos recuerda la exposición de la Red Itiner de la Comunidad de Madrid, Madrid, Territorio Far West, que acaba de echar a andar, con alguno de los elementos del rodaje que se exhiben.
Pues sí, este es el año redondo de celebración de películas tan dispares como El Cid o La noche de Walpurgis, y también de aquel encuentro absolutamente memorable entre las dos divas, B.B. y C.C., en Las Petroleras, pelea de barro y polvo incluida.
Las Petroleras fue una de las últimas películas de Brigitte Bardot antes de retirarse, tal y como había prometido, cuando cumpliese cuarenta años. Tanto ella como Claudia Cardinale, inolvidable en El gatopardo o Hasta que llegó su hora, quien afortunadamente sigue activa, estaban en la cúspide de popularidad. Iconos de muchas cosas, de la moda, del cine, y lo que se llamaría mito erótico, sex-symbol, o así. Y con relación con la música, la francesa como cantante, y la tunecina de nacimiento, italiana de asentamiento, portada involuntaria de un álbum de Bob Dylan.
Se trataba de una coproducción entre Francia, Italia, Inglaterra y España, con el productor Eduardo Manzanos, Copercines, por parte local, que se rueda en los decorados western de Colmenar Viejo y en la línea férrea Santander-Mediterráneo, al paso de localidades burgalesas como Castrillo de la Reina o Rabanera del Pinar. La idea de Las petroleras era emular de forma inmediata el éxito de Le llamaban Trinidad, el western de aire cómico, pero en este caso, introduciendo el tema del petróleo, referencias a Siete novias para siete hermanos, y optando por un dúo protagonista femenino en lugar de masculino. Allí donde estaban Terence Hill y Bud Spencer, aquí harían lo propio B.B. y C.C., en unos papeles de mujeres empoderadas, inusual en la época.
Quiero imaginarme lo que supuso el rodaje para los muchos curiosos que se acercaban, para los figurantes, para el equipo, más aún cuando se habían anunciado desnudos, con aquellas mentalidades de la época, con tanta represión de índole sexual. Y lo cierto es que fue un rodaje movidito, no sólo por este aspecto, donde hasta los estudiantes de bachillerato hacían pellas para acercarse a la filmación, si no también por problemas de dirección.
El rodaje de Las Petroleras se inició en el mes de junio de 1971, con el director Guy Casaril, quien se encuentra entre la dicotomía de hacer un producto singular, o simplemente un vehículo de lucimiento de las estrellas, tal y como querían los productores. Surgen problemas con la productora y, tras mes de rodaje, Casaril, abandona la dirección. Después de dos semanas de interrupción, se retoma el rodaje con Christian Jaque al timón. Como suele pasar en estos casos, el primer director no aparece en los créditos de la película. Y respecto a las protagonistas, había mucho temor de encontronazos, y aunque no hubo conflictos directos, sí que había pique entre ellas, según recuerdan. El decorador de la película, José Luis Galicia, cuenta que ellas se saludaban y guardaban las formas, pero que intentaban no tener relación. Hubo al principio una especie de concurso de quién de las dos llevaba a rodaje el coche más espectacular, subiendo varios días la apuesta, hasta que C.C. lo zanjó yendo en un mini, para evitar comparaciones. Todo sutil, pero evidente.
1.608.946 espectadores de la época fueron a ver Las petroleras en los cines españoles, no está mal. Y en Francia fue todo un éxito. Y para la mitomanía queda aquella pelea entre las dos divas en la arena, en la que seguro que hubo algún que otro golpe y tirón de pelo de verdad… Porque las stars también son muy humanas.