El alegato de Angelina Jolie por los refugiados: "Es una obligación"
"La distancia entre nosotros y los refugiados del pasado es más corta de lo que pensamos".
“La distancia entre nosotros y los refugiados del pasado es más corta de lo que pensamos”, sostiene Angelina Jolie en este texto publicado en la revista Time. La actriz, que desde 2012 es Enviada Especial del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ha lanzado un alegato para refutar el discurso de odio que en los últimos años ha emergido alentado por algunos líderes políticos y para urgir una paz “a largo plazo basada en la justicia, los derechos y la responsabilidad”.
Ante cualquier situación de conflicto, “la respuesta humana natural es sacar a tus hijos del peligro”, asegura la activista. “Las personas recogen lo poco que pueden cargar y buscan seguridad”, escribe la actriz y, ante esto, lanza dos preguntas: ”¿Por qué la palabra refugiado ha adquirido tales connotaciones negativas en la actualidad? ¿Por qué los políticos son elegidos con promesas de cerrar las fronteras y rechazar a los refugiados?”.
Una de las respuesta es la diferencia entre refugiados y migrantes, que ha sido “difuminada”, “politizada” y obviada para fomentar “una retórica hostil que azota el miedo contra todos los forasteros”, sostiene Jolie.
“Los refugiados se han visto obligados a huir de su país debido a la persecución, la guerra o la violencia. Los migrantes han optado por mudarse, principalmente para mejorar sus vidas”, aclara después.
“Según el derecho internacional, no es una opción asistir a los refugiados, es una obligación”, recuerda la actriz, que visitó la pasada semana Venezuela junto a ACNUR. “Es perfectamente posible garantizar un control fronterizo sólido y políticas de inmigración justas y humanas, al tiempo que cumplir con nuestra responsabilidad de ayudar a los refugiados”, defiende.
La actriz critica en este texto que “los estados miembros aplican las herramientas y los estándares de las Naciones Unidas de forma selectiva” y anteponen ” los intereses comerciales por encima de las vidas de personas inocentes afectadas por conflictos”. “Nos cansamos o desilusionamos y apartamos nuestro esfuerzo diplomático de los países antes de que se estabilicen”, afirma, criticando al mismo tiempo que los acuerdos de paz –como sucede en Afganistán– no pongan los derechos humanos como prioridad.
“Usamos la ayuda como sustituto de la diplomacia. Pero no se puede resolver una guerra con ayuda humanitaria”, zanja la actriz, que cree que “es una ilusión pensar que cualquier país puede aislarse tras sus fronteras y esperar que el problema desaparezca”.
Por eso mismo, pide “liderazgo y diplomacia efectiva”. “Tenemos que centrarnos en la paz a largo plazo basada en la justicia, los derechos y la responsabilidad para que los refugiados puedan regresar a sus hogares”, alega. “Es el curso de acción más difícil, pero es el único que marcará la diferencia”.