Cuando la felicidad se convierte en cuestión de supervivencia empresarial
Antonio Rodríguez es fundador y CEO de Efficient Happiness. Tras trabajar como abogado durante años y haber estado involucrado en distintas empresas, decidió dejarlo todo y apostar por su verdadera pasión: la felicidad y las personas, fundando la compañía que ahora dirige.
Efficient Happiness es una compañía pionera que audita la felicidad en las organizaciones para dotarlas de una mayor solidez y durabilidad en el mercado.
Además, Antonio es cofundador de Moving Minds, es el máximo responsable de DIRFEL (Asociación Mundial de Directores de la Felicidad) en Barcelona y es profesor en distintas universidades de felicidad en el trabajo, comunicación, liderazgo y emprendeduría.
¿La felicidad es una cuestión de supervivencia empresarial?
Totalmente, y te lo voy a demostrar muy rápido. Piensa en cualquier situación de tu día a día. ¿Cuándo estás mal, cómo ves las cosas?
Mal, con negatividad.
¿Y cuando estás bien, cómo afrontas esas mismas cosas?
Bien, con ganas y energía.
Así es. Si esto lo extrapolamos al ámbito empresarial, cuando las personas están bien en su entorno laboral, se sienten mejor con él y trabajan mejor. Es decir, que cuando estamos bien en nuestro trabajo afrontamos cualquier objetivo con una mayor energía y motivación que nos beneficia a nosotros, beneficia a los compañeros y beneficia al conjunto de la organización.
Decimos que la supervivencia de la empresa depende de la felicidad de sus miembros porque si estos son felices, está demostrado que producen más, está demostrado que no se irán a la competencia, está demostrado que se atrae el mejor talento porque portales como Glassdoor muestran lo bien que cuidas a tus empleados y está demostrado que el servicio al cliente mejora.
¿Y cómo conseguimos estar bien en nuestro trabajo?
Depende de varios factores que se encuentran en la relación que existe entre la empresa y el empleado, de la relación entre trabajador, su manager y compañeros y de si ese trabajo es el que nos llena como seres humanos.
¿Qué quieres decir con llenarnos como seres humanos?
Quiero decir que el trabajo que desempeñemos tenga un propósito para nosotros. Si ese trabajo otorga un significado al hecho de levantarnos cada día para ir a trabajar o no. Está claro que si vas vacío a trabajar, sin una motivación que te permita sentirte realizado, no desempeñaras una buena labor profesional y te convertirás en un autómata, perjudicándote a ti y a tu organización.
¿Ese significado puede ser el dinero?
No. El dinero es la consecuencia natural tanto de trabajar como de abrir un negocio. El propósito o visión es algo más grande, algo que te mueve sin límites permanentemente.
Hoy en día ya no buscamos un trabajo sólo por el dinero sino también por aquello que nos puede aportar tanto a nivel personal como profesional.
Entiendo. Decías que otro factor que permite sentirnos felices en nuestro trabajo es la relación con managers y compañeros. ¿Podrías explicar a qué te refieres?
Si trabajamos un mínimo de ocho horas diarias de media significa que todo ese tiempo lo pasamos con las mismas personas cada día. Por razones lógicas, será fundamental conseguir una buena convivencia con los compañeros porque, al final, todos debemos remar en la misma dirección para sacar un negocio hacia adelante. Además, está demostrado que las relaciones de amistad en el trabajo permiten que rindamos un 50% más. Imagínate si es importante la buena convivencia para el negocio.
En cuanto a la relación con el manager, es vital que éste sea un verdadero líder, es decir, aquel que cuide de su equipo, que lo haga crecer y que lo proteja. El manager es alguien con posición de autoridad dentro de una empresa, pero ello no le otorga la categoría de líder. Por eso es importante entender que si somos managers y queremos que nuestro equipo funcione, debemos velar por las personas que tenemos a cargo y servirles en lo que necesiten. Aquí viene muy bien la frase de “tanto das, tanto recibirás.”
¿Y cómo la relación entre empresa y empleado determina su felicidad?
Muy fácil. Por un lado, si la organización tiene como prioridad proteger y cuidar a sus empleados con las políticas adecuadas, es muy probable que éstos se lo agradezcan a través de su trabajo, llevándola por bandera y sintiéndose orgullosos de su marca. Es más, Richard Branson tiene una frase que me encanta que lo resume de forma simple: “lo más importante para mí no son mis clientes sino mis empleados, ya que si cuido de mis empleados ellos cuidarán de mis clientes”.
¿Y por el otro?
Volvemos al asunto de la visión o propósito. Todo negocio tiene o debe tener una razón por la que existe, que no es ganar dinero porque esa es la consecuencia de toda empresa. La visión puede ser, por ejemplo, causar un impacto ambiental positivo, ayudar a remediar ciertos problemas logísticos, cambiar el statu quo de la comunicación, proveer de comida, garantizar la protección de los consumidores, etc. A eso también se le conoce como “el porqué” de la compañía.
Ese “porqué” o visión tiene una serie de valores que deben alinearse con los intereses y propósitos individuales de cada una de las personas que forman la organización. Ello implica conocer bien a los empleados y entender cómo debe ser la relación para que fluya en la misma dirección. De ello nos encargamos en nuestra empresa, entre otras cosas.
¿Te refieres a Efficient Happiness?
Sí.
¿Cómo surge Efficient Happiness?
Surge ante la necesidad de remediar lo que hemos estado hablando. Las empresas están perdiendo mucho dinero sin darse cuenta por el hecho de no tocar las teclas adecuadas de la felicidad laboral.
¿Cuáles son esas teclas?
Conocer a las personas, dejarlas hablar, escucharlas, tener comunicación fluida y real, fomentar la creatividad, dar una libertad controlada, reconocer las tareas, proponer retos que permitan la superación y, como decía antes, dar un sentido al trabajo que se realiza para alinear visión corporativa con intereses individuales. Ah, y por supuesto tratarlas bien, como debería marcar el sentido común.
¿Cómo conseguís vuestros objetivos?
Principalmente a través de lo que hemos llamado el servicio de Chief Happiness Officer, con el que nos convertimos en un miembro más de la compañía durante un tiempo y en donde partiendo de una definida visión de la compañía, la auditamos a nivel de personas, es decir, las conocemos, para detectar qué hay que mejorar para que estén felices y qué políticas debemos diseñar para alinear intereses individuales con los de la organización. Así detectamos puntos fuertes y débiles que la compañía debe explotar o remediar.
También lo complementamos con formaciones y conferencias. Además, gracias a uno de nuestros partners podemos certificar la felicidad laboral.
¿Qué me dices de los “team buildings” y dinámicas de grupo?
Para mí, sirven de poco. Muchas organizaciones caen en el error de gastarse miles de euros en actividades que fomentan el compañerismo, que están muy bien siempre y cuando sean un mero complemento a lo importante, que es bajar al día a día del empleado. Piensa en que después de la actividad volveremos a nuestro puesto de trabajo y los problemas que había no habrán desaparecido como por arte de magia, sino que seguirán ahí.
¿Quién forma vuestro equipo para tal cometido?
Profesionales que provienen de la alta dirección de multinacionales, de los recursos humanos, del mundo del deporte, de la medicina y nutrición, del mundo del branding, del PNL y del coaching. Asimismo contamos con dos partners en Estados Unidos y otros en España para dar una mejor cobertura de nuestros servicios.
He leído que también colaboráis con Tal Ben-Shahar, el gurú de la felicidad de Harvard.
Sí. Concretamente somos los partners para España de su escuela, la Happiness Studies Academy. Para nosotros fue un honor poder contar con Tal y su equipo ya que vamos en la misma dirección.
¿Y todo el mundo ve con buenos ojos la felicidad en el trabajo?
Normalmente sí, aunque hay personas que no lo acaban de entender. Pero no pasa nada, no puedes gustar a todos. Hay quienes recibieron una educación profesional que no les enseñó que la felicidad en el trabajo es sinónimo de rentabilidad y eficiencia. Como decía antes, es cuestión de supervivencia empresarial.
¿Qué es esto que llamáis “felicidad eficiente”?
Es el concepto que hemos creado para definir, precisamente, ese estado que permite a las organizaciones ser más eficientes y dar su mejor versión en el mercado. Sería como la felicidad de las organizaciones como ente.
Para ir acabando. ¿Qué es para ti la felicidad?
Es lo que permite que dé lo mejor que hay en mí, lo que permite que esté bien conmigo mismo y mi entorno. Lo que me permite vivir pleno y disfrutar cada día de mi vida.
Y por último dos preguntas rápidas:
¿Eres feliz en el trabajo?
Totalmente. Ha sido un largo viaje hasta llegar aquí y soy completamente feliz.
¿Un consejo a quien quiera ser feliz?
Que se centre en lo importante, las personas, que entienda que el tiempo es limitado y que cada minuto que pasa sin hacer lo que quiere es un minuto que pierde para siempre. Que no espere que las cosas sucedan y que tome acción. Que agradezca el hecho de vivir y que siempre trate con respeto y humildad a sus semejantes.
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