EEUU sugiere a Israel que aplace la anexión de parte de Cisjordania más allá del 1 de julio
Pese a las críticas internacionales, el Ejecutivo israelí ha prometido hasta la fecha seguir adelante con sus planes.
La Administración estadounidense ha emplazado al Gobierno israelí a aplazar la anexión de partes de Cisjordania más allá del 1 de julio, fecha que había planteado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. El coronavirus y las protestas contra el racismo en Estados Unidos habrían propiciado este cambio de postura de Washington.
Los diplomáticos israelíes habrían recibido el mensaje este domingo. “Los americanos están hasta arriba con las protestas y el coronavirus, así que la anexión ahora mismo no es su máxima prioridad”, ha explicado un responsable israelí citado por el diario ‘Yedioth Aharonoth’. Washington espera que la anexión tenga más apoyo en un futuro, ya que considera que ese consenso no se da en estos momentos.
La advertencia estadounidense se produce además unos días antes de la visita del ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas, un país tradicionalmente alineado con el Gobierno israelí, pero que previsiblemente intentará convencer a Netanyahu de que paralice la anexión con la amenaza de sanciones de la UE.
Maas llegará el miércoles a Israel y tiene previsto reunirse con Netanyahu, el ministro de Defensa, Benny Gantz, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Gabi Ashkenazi, así como con cargos palestinos y jordanos.
Sanciones financieras y suspensión de tratados
Israel baraja que las sanciones de Bruselas podrían ser financieras y llevar a la suspensión de algunos de los tratados bilaterales suscritos e incluso forzar el reconocimiento del Estado palestino. Al menos ocho países de la UE estarían dispuestos a un reconocimiento inmediato, según Israel, incluidos Francia, Luxemburgo, Bélgica, Irlanda y España.
Los detalles concretos del mapa de la anexión serán remitidos próximamente a EStados Unidos, según explicaba este mismo domingo la ministra de Asentamientos, Tzipi Hotovely, durante una reunión con el Consejo Regional de Samaria, Yossi Dagan, quien ha subrayado que no cederán “ni un centímetro” porque “no tenemos que estar de acuerdo con los planes del primer ministro”.
Pese a las críticas internacionales, el Ejecutivo israelí, compartido entre Netanyahu y el propio Gantz ― antiguo jefe del Estado Mayor del Ejército israelí ― ha prometido seguir adelante con sus planes de anexión de Cisjordania, tal como está estipulado en el acuerdo de paz propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Israel mantiene bajo ocupación militar la Franja de Gaza, Cisjordania, incluida Jerusalén Este, y los Altos del Golán sirios desde la guerra de 1967 y ahora prepara la anexión efectiva de al menos parte de las colonias judías de Cisjordania y del valle del río Jordán, fronterizo con Jordania.
El Gobierno palestino denuncia que casi 850.000 colonos viven en los asentamientos en territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén Este, tres veces más que los existentes en el momento de los acuerdos de paz de Oslo de 1993, como también se han multiplicado el número de asentamientos ilegales en estos 27 años, de 144 a 515. La construcción de asentamientos y la colonización de estos territorios supone un crimen de guerra desde el punto de vista del Derecho Internacional.