EEUU completa la retirada de sus tropas de Afganistán después de 20 años
Horas antes de cumplir el plazo máximo aceptado por los talibán.
Rozando la medianoche del lunes al martes en Kabul, el último C-17 Globemaster, de bandera estadounidense, despegaba de la capital afgana. El final de una era de 20 años que comenzó con la entrada de EEUU en el país bajo los efectos del 11-S y la amenaza de Al Qaeda.
Esta noche, aún lunes en España, el Ejército estadounidense ha completado su evacuación con la retirada de “sus últimas tropas, colaboradores y afganos vulnerables”. Así lo ha hecho público el jefe del Comando Central, el general Kenneth McKenzie, en una rueda de prensa telemática desde el Pentágono.
“La retirada de esta noche significa tanto el final del componente militar de la evacuación como el final de la misión de casi 20 años que comenzó en Afganistán poco después del 11 de septiembre de 2001”. Aún quedan varios centenares de estadounidenses en el país, pero ya ningún soldado, como ha remarcado el responsable.
Por ello, y aunque la evacuación militar ha finalizado, McKenzie ha precisado que proseguirá “la misión diplomática para asegurar la salida de más ciudadanos estadounidenses y afganos elegibles que quieran irse”.
De este modo, con unas horas de margen, el Ejército estadounidense cumple con el plazo máximo marcado por los talibán para su salida del aeródromo, el 31 de agosto. De prolongarse su presencia, advirtieron los insurgentes, habría “consecuencias”.
Cuatro días antes de que la salida se haya hecho efectiva, el Estado Islámico provocó una matanza en los alrededores del aeropuerto, con varias explosiones suicidas que dejaron, al menos, 170 fallecidos. Entre ellos, 13 militares estadounidenses, a cuyos restos rindió honores Joe Biden ya en suelo americano.
Desde la llegada al poder de los talibán, el 15 de agosto, decenas de miles de afganos y extranjeros en el país se han lanzado hacia el aeropuerto de la capital, como vía de escape de urgencia. A lo largo de las últimas dos semanas, más de 100.000 personas han sido evacuadas, entre ellas, 2.206 acogidas por España, uno de los diez países con mayor acogida de refugiados.
Poco después de la rueda de prensa de McKenzie la Casa Blanca ha publicado un comunicado en el que anuncia que el presidente dará un discurso este martes para explicar la decisión de no extender la presencia de EEUU en Afganistán.
El comunicado, además, señala que esta fue la recomendación “unánime” del Estado Mayor de la Defensa y de “todos” los comandantes sobre el terreno. El texto añade que, de acuerdo al punto de vista de los jefes militares, la mejor forma de proteger a los soldados y las evacuaciones de civiles era poniendo fin a la misión.
Como consecuencia de la retirada total, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), ha anunciado que “con efecto inmediato”, el aeropuerto de Kabul ya no está bajo su control y que “no hay control de tráfico aéreo ni servicios aeroportuarios disponibles”. “Las aeronaves que operen hacia, desde o a través de Kabul para aterrizar en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai deben extremar las precauciones”, ha agregado.
Tras la salida del último avión militar estadounidense, se han escuchado disparos de celebración en Kabul, según han informado medios internacionales. Mientras, varios vídeos que circulan por las redes sociales muestran a miembros de los talibanes disparando y celebrando en una de las calles de la capital.
Además, los talibanes han proclamado este martes la “independencia total” de Afganistán. “El último avión de los ocupantes estadounidenses se ha retirado del aeropuerto de Kabul y nuestro país ha obtenido su total independencia. Alabanza y gratitud a Dios”, ha celebrado el portavoz Zabihulá Muyahid a través de su perfil de Twitter.
EEUU trasladará a Catar su misión diplomática en Afganistán
El secretario de Estado, Antony Blinken, ha anunciado horas después que Washington trasladará a Catar su misión diplomática en Afganistán. En un discurso desde la sede del Departamento de Estado, Blinken ha esbozado los principales puntos de la política exterior de su país a partir de ahora respecto a Afganistán.
El titular de Exteriores ha indicado que se creará un nuevo equipo diplomático para instalar la misión en Doha, que estará capitaneado por el que ha sido hasta ahora el encargado de negocios de la embajada en Kabul, Ross Wilson. Desde la capital catarí se ofrecerán servicios consulares, además de gestionarse la ayuda humanitaria para Afganistán y se trabajará con los aliados y socios para “coordinar” el trato con los talibanes.
“Un nuevo episodio de la relación de EEUU con Afganistán ha comenzado. La misión militar ha acabado. Una nueva misión diplomática ha empezado”, ha afirmado el jefe de la diplomacia estadounidense.
En esta nueva era de la política exterior estadounidense hacia el país centroasiático, Washington se centrará primero en continuar con sus “esfuerzos incansables” para ayudar a los estadounidenses, nacionales extranjeros y afganos, que quieran irse de Afganistán. Blinken recordó que quedan menos de 200 ciudadanos estadounidenses allí.
Otra de las prioridades de EEUU es que los talibanes cumplan con su compromiso de permitir a la gente que quiera viajar fuera del país: “Se han comprometido con dejar a todo aquel que tenga los documentos adecuados salir del país de una manera segura y ordenada”.
Blinken se reunió este lunes virtualmente con los ministros de Exteriores de EEUU, Francia, Alemania, Italia, el Reino Unido, Turquía y Catar, además de la Unión Europea (UE) y la OTAN. En esa cita, hablaron sobre cómo trabajar juntos “para facilitar los viajes seguros fuera de Afganistán”, incluida la reapertura del aeropuerto de Kabul “tan pronto como sea posible”. “Esto permitiría un pequeño número de vuelos chárter diarios, que es clave para cualquiera que desee abandonar Afganistán”, ha considerado.
Los talibanes también se han comprometido a evitar que grupos terroristas usen Afganistán como base de operaciones que podrían amenazar a Estados Unidos, pero Blinken admitió que EEUU seguirá “vigilante” ante un posible incumplimiento.
Sobre las relaciones con un futuro Gobierno de los talibanes, el secretario de Estado ha expresado que cualquier tipo de lazos siempre estarán guiados por “los intereses nacionales vitales” de EEUU. “Si podemos trabajar con el nuevo Gobierno afgano de manera que ayude a garantizar esos intereses —incluido el regreso seguro de Mark Frerichs, un ciudadano de EEUU que ha sido retenido como rehén en la región desde comienzos del año pasado— y de manera que traiga una mayor estabilidad (...) entonces lo haremos”, ha asegurado.
Aun así, ha advertido que cada paso que EEUU dé en ese sentido no se basará en “lo que diga el Gobierno talibán, sino en lo que haga para cumplir sus compromisos”. Y ha puntualizado que los talibanes deberán ganarse cualquier legitimidad y el apoyo internacional mediante el cumplimiento de sus obligaciones y compromisos.