Duras penas para políticos y mafiosos por la corrupción que devora Roma
Durante décadas, las redes corruptas consumieron los fondos municipales para gestión de refugiados o basura.
La justicia italiana ha condenado este jueves a penas ejemplares a una vasta red de funcionarios y empresarios que por décadas devoraron los fondos de la alcaldía de Roma, inclusive para refugiados y gestión de la basura.
Tras 20 meses de iniciado el juicio, la corte penal de la capital de Italia condenó a 20 años de cárcel a Massimo Carminati, principal imputado por el llamado escándalo de Mafia capital.
46 personas fueron procesadas, entre ellas Salvatore Buzzi, el brazo derecho de Carminati, quien recibió una pena de 19 años de prisión, según anunció la presidente de la corte, Rosanna Ianniello.
Pese a las duras condenas, los jueces consideraron que la llamada quinta mafia de Italia, Mafia capital -después de Cosa Nostra, Camorra, N'dranghetta y Sacra Corona Unita-, no existe como tal y que se trata de una simple red de criminales corruptos.
Al retirar la acusación de "asociación mafiosa", la sentencia ha sido menos dura de la pedida por los fiscales y más livianas serán las condiciones de detención.
AMAÑO DE LICITACIONES
Los imputados fueron juzgados por amañar las licitaciones para la gestión de los desechos de Roma, el mantenimiento de espacios verdes y la recepción de refugiados, sectores que se benefician de importantes fondos públicos que terminaban en los bolsillos de los integrantes de la red.
Carminati, de 59 años, exterrorista de extrema derecha, con una impresionante trayectoria delictiva, mejor conocido como El Tuerto por haber perdido un ojo en un enfrentamiento con la policía, ya había sido condenado en la década de 1980 por pertenecer a un poderoso grupo criminal local. En abril, la fiscalía había pedido 28 años de prisión para él y la confiscación de todos sus bienes.
Buzzi dirigía una cooperativa que trabajaba para la alcaldía de Roma y mediaba entre el mundo político y la red de amigos de Carminati.
Entre los políticos romanos condenados, provenientes de todos los partidos, tanto de derecha como de centro e izquierda, figura Luca Odevaine, exmiembro de la comisión nacional encargada de las migraciones, quien deberá purgar 6 años y seis meses de cárcel.
El caso estalló en diciembre de 2014, con la detención de 37 personas, entre ellas Carminati, el último rey de Roma, el temido matón, también amigo de juventud del exalcalde Gianni Alemanno, quien manejó desde 2008 a 2013 los hilos del ayuntamiento romano.
"Con los inmigrantes se gana más que con la droga", comentaba la mano derecha de Carminati, en una de las numerosas escuchas telefónicas divulgadas por la policía tras tres años de investigaciones.
Los jueces terminaron por absolver a cinco de las 46 personas juzgadas y si bien redujeron las penas solicitadas por la fiscalía, otorgaron en total 250 años de cárcel a 41 personas, con penas que van de 10 a 12 años.
MENSAJE CLARO
Se trata de todos modos de un mensaje claro a "la gente del medio", como la llamó Carminati, la gente del montón, empleados, funcionarios, algunos dirigentes de empresas municipales, que se asocian sin problemas ni grandes diferencias políticas para robar a la ciudad.
"Esta es una victoria de los ciudadanos, de la sociedad civil, de la legalidad contra la criminalidad, contra la vieja política amañada y los negocios sucios", declaró satisfecha la alcaldesa Virginia Raggi, del partido antisistema Movimiento 5 Estrellas.
Para develar el sistema de corrupción que reinó en las últimas décadas fueron investigados en total 230 personas, realizadas 227 audiencias, escritas 10 millones de páginas de actas judiciales y examinadas 19.000 escuchas telefónicas, además de los embargos decretados de numerosos bienes, resumió el diario La Repubblica.
Varias empresas y personas se declararon afectadas, entre ellas el ministerio del Interior, la Región del Lazio y la alcaldía de Roma.
"La corrupción existe y afecta además de la alcaldía de Roma, las instituciones del Estado. Italia está podrida, moralmente podrida. Y no por la mafia sino por la corrupción", aseguró a la AFP el abogado de Carminati, Gosue Naso.
Un informe publicado por la patronal italiana después de la primera ola de arrestos hace tres años estimaba que Italia sería más rica, ahorraría unos 300.000 millones de euros, si atacaba con decisión la corrupción después de los escándalos de la década de 1990 que arrasaron con toda una clase política.
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