Dos condenados por el asesinato de Malcolm X serán exonerados casi seis décadas después
La Fiscalía de Manhattan reabrió la investigación en 2020, después de que una serie documental de Netflix cuestionara el veredicto.
La Fiscalía del distrito neoyorquino defenderá este jueves ante la Corte Suprema de Nueva York la nulidad de las condenas de asesinato pronunciadas en 1966 contra dos personas acusadas de asesinar al activista por los derechos civiles Malcolm X en 1965 por considerar que fueron “erróneas”.
Muhammad Abdul Aziz y Khalil Islam, conocidos en aquella época como Norman 3X Butler y Thomas 15X Johnson, pasaron meses en la cárcel acusados de haber participado en la muerte de Malcolm X, quien fue asesinado el 21 de febrero de 1965, cuando tres hombres dispararon al líder negro en el momento en que iba a dar un discurso en un auditorio en Manhattan.
Además de Abdul Aziz e Islam, también fue acusado y condenado a cadena perpetua Mujahid Abdul Halim (también conocido como Talmadge Hayer o Thomas Hagan), que durante el juicio reconoció haber participado en el asesinato, aunque insistió en que los otros dos acusados no tenían nada que ver. Islam falleció en 2009, mientras los otros dos están en libertad condicional.
La Fiscalía de Manhattan, que acudirá al tribunal acompañada de abogados y de representantes del Proyecto Inocencia, ya informó en febrero de 2020 que estaba revisando el caso de Malcolm X y que se había reunido con representantes del Proyecto Inocencia después de que una serie documental de Netflix planteara preguntas sobre dos de los hombres condenados en el caso.
Una nueva prueba
El pasado febrero, la familia del activista divulgó que había recibido una confesión póstuma de un policía que implicaba a la Policía de Nueva York (NYPD) y al FBI en su asesinato. Tres hijas de Malcolm X, Qubiliah, Ilyasah y Gamilah Shabazz, pidieron que las autoridades reabrieran el caso del líder de los derechos civiles a la luz de una “nueva prueba” presentada por el familiar de un policía encubierto fallecido llamado Raymond Wood.
El difunto oficial confesó en una carta antes de morir que la Policía y el FBI conspiraron para “socavar” el movimiento por los derechos civiles, y que su misión fue infiltrarse en él para alentar a sus líderes y miembros a cometer delitos.
En la carta, firmada en 2011, Wood explicó que su cometido era “hallar evidencia de actividad criminal y que el FBI pudiera desacreditar y arrestar a sus líderes”, y que “bajo la dirección” de sus superiores alentó a sus miembros a “cometer actos criminales”.
Wood dijo que tuvo responsabilidad en el arresto de dos miembros del equipo de seguridad de Malcolm X días antes del discurso público en el Audubon Ballroom, en el vecindario de Washington Heights (Manhattan), donde murió tiroteado. Aproximadamente un año antes de su asesinato, Malcolm X había abandonado la Nación del Islam, grupo al que pertenecían los tres acusados, lo que provocó amenazas de muerte de miembros de esa comunidad.