Padres, no cometáis estos errores al intentar que vuestro bebé se duerma
Una experta en sueño infantil desvela lo que los padres harían de manera diferente si tuvieran una segunda oportunidad.
Si estás leyendo esto, probablemente tienes un bebé que no duerme. Bienvenido al club.
Con tantos consejos contradictorios sobre el sueño de los niños, puede resultar difícil saber qué hacer cuando eres primerizo e intentas que un pequeño que llora se duerma: ¿cogerlo y calmarlo? ¿Dejarlo llorar?
Gemma Coe, una especialista en sueño infantil que ha tratado con multitud de padres de niños menores de un año acerca de este asunto, asegura que hay muchos que sienten que harían las cosas de otra manera si tuvieran otra oportunidad.
Estos son algunas de las cuestiones más habituales:
1. ¿Ese móvil sobre la cuna? Probablemente no te esté haciendo ningún favor
De hecho, deshazte de todos esos accesorios para dormir. Eso incluye proyectores, juguetes, lámparas de lava, móviles de cuna y todos esos animales con ruido blanco que sólo duran 45 minutos, sugiere Coe.
“Los bebés se distraen y se quedan fascinados con cualquier cosa”, explica. Así que, más que rodearlos de estímulos, aconseja que su espacio para dormir sea oscuro, tranquilo y, lo más importante, aburrido.
“Trata de mantener una consistencia, que el ambiente en el que se duermen sea el mismo que en el que se despertarán en medio de la noche”, añade. “Es menos probable que se despierten totalmente si todo se mantiene igual”.
Por encima de todo, para un sueño seguro es importante que la minicuna o la cuna estén libres de juguetes y demás parafernalia para dormir. Eso incluye chichoneras o ropa de cama suelta, como mantas.
2. Tener las expectativas demasiado altas
Tan pronto como irrumpen en escena, los bebés se embarcan en un proceso de aprender a dormir. Pero a veces nos olvidamos de ello y esperamos que sepan cómo.
“Los bebés, en la fase de recién nacidos, a menudo necesitan tu ayuda para dormirse y un montón de intervenciones por la noche para tomas y cambio de pañal”, sostiene Coe. “No estás haciendo nada malo”.
Rutinariamente habla con padres a los que les preocupa que sea contraproducente para ellos llevar a los bebés en un fular o que hagan siestas en sus brazos. “Simplemente, no es verdad. Por favor, por favor, disfrutad de esos momentos tiernos que, tristemente, no durarán para siempre”, defiende.
Cuando los bebés se aproximan a los cuatro meses, los padres pueden empezar a pensar en crear oportunidades en las que puedan aprender habilidades para dormirse independientemente, pero recuerda: son “prácticas” y no siempre salen como se planean.
3. Correr a la cuna en cuanto se mueven
“Todos hemos estado ahí: tu bebé empieza a moverse en medio de la noche, así que corres a su cuna y empiezas a calmarlo. Pero espera”, apunta la especialista. “Lamentablemente, bastante a menudo esto puede hacer que se despierten más”.
“Tenemos un estado entre los ciclos de sueño en los que estamos despiertos, pero solo parcialmente. En ese momento, los bebés y niños pueden parecer despiertos, pero puede que no lo estén. Así que ir corriendo a ayudarlos puede tener el efecto contrario y despertarlos del todo”, explica.
Su consejo para esa situación es esperar a ver qué pasa. “Asegúrate de que realmente esté despierto y de que de verdad te necesita antes de atenderlo”, añade. “Puede que simplemente se agiten un poco o que jueguen con sus manos y se vuelvan a dormir por sí mismos”.
4. Retrasar la hora de acostar para evitar que madruguen
Si tienes a un supermadrugador, puede ser tentador retrasar su hora de ir a dormir más y más con la esperanza de que se despierten más tarde al día siguiente, pero la experta en sueño tiene una advertencia.
“El sobrecansancio puede causar despertares tempranos, así que retrasar la hora de acostar probablemente empeorará las cosas”, asegura. Por el contrario, adelantar la hora de dormir puede ser lo mejor.
“Ten en cuenta de que hacer cambios en el reloj que nos marca cuándo despertarnos es difícil. Estamos tratando de cambiar el reloj interno y éste es obstinado”, añade. “Trabaja en esto durante un par de semanas para ver cambios, no es algo que cambie de la noche a la mañana”.
5. Escuchar los consejos de todo el mundo
Cuando tienes un bebé, todo el mundo te da sus consejos. En este artículo, ojo a la ironía, también estamos dándolos, pero la diferencia es que vienen de alguien que se dedica profesionalmente a ello.
“Cada bebé es diferente y cada padre tiene su estilo. Si tienes un bebé que no duerme mucho por la noche, entonces todo el mundo adora aconsejarte”, dice Coe. Lo que recomienda es pensar muy cuidadosamente acerca de seguirlos, por muy bien intencionados que sean.
“Avanzar en la mejora del sueño del bebé necesita constancia y paciencia. Si alguien te sugiere dejar al bebé llorando y eso está muy fuera de tu zona de confort, por favor, no lo intentes”, subraya.
“Utiliza un método que se acorde a tu estilo de crianza y al temperamento de tu bebé. Si confías en ello, probablemente serás constante. Siéntete libre de decirle a los demás: ’Gracias, pero no”.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición británica del HuffPost y ha sido adaptado del inglés.