Donald Trump en la ONU: "El mundo pertenece a los patriotas"
Cumbre Climática no, Asamblea General sí.
Y llegó el turno de Donald Trump en la 74ª Asamblea General de Naciones en Nueva York, centrada este año en la emergencia climática.
El presidente estadounidense ha hecho acto de presencia este martes, en plena crisis por las informaciones reveladas que le acusan de persuadir a su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, para buscar la injerencia de un país extranjero que influya en las elecciones de 2020 en EEUU y dañar a Joe Biden, uno de sus rivales más directos.
El mandatario se convirtió en el gran ausente de la Cumbre Climática que se dio cita un día antes y a la que sí acudieron 60 líderes mundiales. Según ha revelado él mismo, aprovechó la ocasión para reunirse con distintas personalidades y tratar “un derecho cada vez más amenazado: la libertad religiosa”.
Trump ha pronunciado un discurso marcado por el patriotismo y la defensa de la Seguridad Nacional, arrojando cifras sobre inversiones para reconstruir el ejército americano, así como datos de empleo y planes de renovación nacional a través de campañas ambiciosas que pretenden reforzar su posición en el comercio internacional. “El mundo pertenece a los patriotas. Los estadounidenses saben que nuestra nación debe ser fuerte, con su riqueza y su espíritu, defendiendo las tradiciones y costumbres que nos han hecho quienes somos y que nos dan un potencial y una fortaleza únicas”, ha asegurado.
No han faltado críticas a Irán, a quien responsabiliza del ataque contra las instalaciones petroleras saudíes. “Hemos impuesto el nivel más alto de sanciones contra el país”, ha reiterado. Advertencias también para China y su modelo económico: “No aceptaremos un mal trato, queremos estabilizar las relaciones y esperamos llegar a un acuerdo para rebajar las tensiones, pero seguiremos de cerca la situación en Hong Kong, y su comportamiento será decisivo”. Y en cuanto a la salida de Reino Unido, Trump ha asegurado estar trabajando estrechamente con el primer ministro británico, Boris Johnson, con quien pretende formalizar un pacto comercial “sumamente beneficioso para ambas partes”.
El asunto migratorio tampoco se le podía escapar. En su línea habitual, el líder estadounidense ha acusado a asociaciones y ONG de promover la trata de personas y ha querido lanzar un par de mensajes. En primer lugar a los activistas que según él, “se enmarcan en la retórica de la justicia social”: “Sus políticas no son justas, son crueles y empoderan a organizaciones delictivas que atacan a hombres mujeres y niños, socavando la dignidad humana y los derechos humanos”, ha rematado. Y por último a las millones de personas que, en un intento desesperado de buscar una vida digna, tratan de salir de sus países de origen: “No paguen, porque no van a entrar aquí mientras yo sea presidente de los Estados Unidos de América”.
Para finalizar, el magnate ha calificado a Nicolás Maduro de “marioneta cubana” y ha arremetido contra los regímenes socialistas y comunistas.
Preocupado por “la paz, la libertad” y cómo no, por “Dios”, ha cerrado el discurso bendiciendo todo lo bendecible.