Donald Trump: cuatro años al compás de 20.000 mentiras
Se calcula que el mandatario pronuncia un promedio de 12 diarias. Estas son sus preferidas.
Que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no es un fanático de la verdad se sabe. Que ansía con todas sus fuerzas ser reelegido a dirigir la Casa Blanca también. Y que para conseguirlo está dispuesto a batir récords e incrementar su promedio de 12 mentiras diarias no hace falta ni decirlo.
Según un estudio llevado a cabo por el diario The Washington Post, desde que llegara al cargo y hasta el pasado 9 de julio, ni más ni menos que 20.055 falacias han salido de la boca del magnate, que lejos de parar, suma y sigue mientras evade preguntas al respecto.
“Después de tres años y medio, ¿se arrepiente usted de todas las mentiras que le ha contado al pueblo estadounidense?”, le espetó hace unas semanas el corresponsal de la edición estadounidense del HuffPost, S.V. Date, durante una rueda de prensa.
″¿Eso quién lo ha hecho?”, contestó Trump tratando de ganar tiempo justo antes de confirmar lo que estaba oyendo y retirarle la palabra al periodista.
20.055 bulos es un número considerable, sí. Pero entre tanta trola el mandatario tiene su top 5 de recurrentes:
1. “La economía estadounidense está más fuerte que nunca”
A estas alturas no hay dudas de que a Trump le gusta ser el primero. El presidente de Estados Unidos ha recalcado en numerosas ocasiones la buena marcha de la economía de la nación, llegando a afirmar que el país nunca se ha visto mejor en este aspecto que bajo su mandato.
Sin embargo, los datos no le avalan. “Incluso para los parámetros de aquiescencia de la hinchazón política, incluyendo la extrema variedad trumpista, esta es una afirmación falsa. Sí, es una economía fuerte, pero no estamos hablando de un boom”, reconoció en The Week James Pethokoukis, del think tank conservador American Enterprise Institute.
El Financial Times recogió en un estudio el pasado año que si durante la etapa más próspera de Bill Clinton la economía creció un 43%, y en los ochenta con Ronald Reagan el porcentaje se situó en el 38% por un breve lapso de tiempo, con Donald Trump al frente éste se ubicó en el 25%. Un crecimiento anual del 2,3%. El más bajo de la era moderna.
2. “El muro fronterizo con Mexico avanza con rapidez”
El líder republicano ha creado incluso una página web en plena pandemia para que, quien quiera, vea el estado de los avances de su promesa estrella. Pero la realidad es que la progresión del proyecto no solo no está siendo rápida -el pasado 22 de abril el muro llevaba construidas 170 de las 450 millas que deberían estar acabadas para finales de este año-, sino que ha resultado ser un fraude de cabo a rabo. El plan de Trump para frenar la entrada de “violadores” y “traficantes″, lo que para el mandatario es sinónimo de migrantes, se ha llevado por delante hasta a su exasesor, Steve Bannon.
El 20 de agosto Bannon fue detenido, acusado de defraudar cientos de miles de dólares a personas que donaron fondos para la construcción del muro. Aunque fue puesto en libertad a las pocas horas, después de pagar una millonaria fianza, deberá declarar de nuevo ante el juez.
Según los fiscales, Bannon y otros tres acusados orquestaron una trama para desviar dinero recaudado en el marco de la campaña “We Build the Wall” (“Nosotros construimos el muro”), que recaudó más de 25 millones de dólares.
La iniciativa prometió que todos esos fondos se destinarían a financiar el gran plan de Trump, pero esas afirmaciones eran “falsas”, apunta el documento de acusación presentado ante un tribunal federal de Nueva York. “En realidad, (...) los acusados recibieron colectivamente cientos de miles de dólares”, señala el escrito de la Fiscalía.
3. “Soy la persona menos racista que has conocido en tu vida”
Para “no tener ni un hueso racista en su cuerpo”, como él mismo expresó en redes sociales, lo cierto es que su retórica le ha puesto contra las cuerdas en más de una ocasión. “¿Por qué no regresan y arreglan los lugares totalmente destrozados e infestados de crimen de donde vinieron?”, tuiteó Trump el 14 de julio de 2019 en un mensaje dirigido a las congresistas demócratas, Rashida Tlaib (estadounidense de ascendencia palestina), Ilhan Omar (somalí-estadounidense), Pramila Jayapal (nacida en India, de nacionalidad estadounidense) y Alexandria Ocasio-Cortez (estadoundiense, de ascendencia portorriqueña).
“¿Por qué tenemos toda esta gente de países de mierda viniendo aquí?”, se planteó justo un año antes, en enero de 2018, refiriéndose a las naciones de Haití y El Salvador.
“Pido el voto de cada negro que hay en este país. ¿Qué pueden perder? Viven en la pobreza, sus colegios son malos, no tienen trabajo, el 58% de su juventud está desempleada… ¿qué demonios pueden perder?”, afirmó en agosto de 2016, dos meses antes de las elecciones presidenciales, para rematar con: “Si volviera a nacer hoy, me encantaría ser un negro bien educado”.
4. “El cambio climático no existe”
Quizá en ese caso, el mandatario estadounidense tomaría conciencia de la mayor crisis que enfrenta el planeta en este siglo. Hasta la fecha, contra la ciencia y la evidencia: el negacionismo.
Poco importan los alarmantes informes de Comités de Expertos, los cada vez más notables cambios meteorológicos y las crecientes mareas verdes que claman hacer visible esta realidad. A ojos de Trump “no hay de qué preocuparse” y por ello, entre otras cosas, decidió sacar a EEUU del Acuerdo de París, un hito en la lucha contra el calentamiento global. “A mí me eligieron para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no de París”, alegó entonces.
5. “El 75% de los medios de comunicación son escoria”
Para el magnate, “solo el 30% de los medios estadounidenses son honestos y no cuentan mentiras sobre él”.
Tanto es así que una gran cantidad de ellos han sido vetados y se les ha retirado la acreditación de prensa. Solo pueden acudir a los mítines a título individual, como el resto del público, y no pueden estar en la zona destinada a los periodistas.
Forman parte de la denominada ‘lista negra’ en la que está incluido uno de los principales periódicos del país, el Washington Post.
Una declarada guerra abierta que continúa como el primer día.
Durante las últimas semanas el magnate no ha desaprovechado la ocasión para seguir generando polémica cuestionando la nacionalidad de la candidata a vicepresidenta por el partido demócrata, Kamala Harris, estadounidense de madre india y padre jamaicano.
El político ya realizó el mismo movimiento en el pasado con el expresidente Barack Obama, quien se vio obligado a enseñar su partida de nacimiento para acabar con los rumores.
Quedan escasos ocho días para las presidenciales y, por el momento, no hay previsiones de que Donald Trump vaya a dejar atrás los récords.