Domingo cara al sol
Miles de personas acuden al acto de Vox en Madrid con el que el partido de extrema derecha arranca la precampaña hacia el 10-N.
Una explosión de banderas rojigualdas ha inundado este domingo el madrileño distrito de Carabanchel. Miles de personas las han portado hacia el palacio de Vistalegre, donde Vox, el partido de extrema derecha, ha arrancado la precampaña con la vista puesta en el 10-N. Y con Santiago Abascal, el líder, embistiendo al feminismo, a ecologismo, al independentismo catalán, al PSOE “criminal” y al PP “que no vale para nada”.
Pasadas las 11.30 se han abierto las puertas del palacio. En ese momento, quienes hacían cola sin entrada han empezado a gritar ”¡Viva España!”. El sol les acariciaba la cara tan fuerte que algunos han usado las banderas para protegerse de él. “He ido a un montón de actos así del PP en Goya, y no había tanta división entre quien tenía entrada y quien no”, se quejaba un hombre de 70 años, quien acudía junto a su mujer.
Además de este matrimonio, cerca de 2.000 personas se han lanzado a la aventura de intentar entrar a la antigua plaza de toros sin una de las 12.000 entradas que la formación vendió en apenas ocho horas -Vistalegre tiene 15.000 plazas de aforo-. La cola ha sido un hervidero de análisis políticos. “En las primeras elecciones, la UCD sacó 165 escaños y el Partido Comunista de España, 20. Así que, tan mal no estábamos con Franco”, comentaba una mujer de 65 años a otro matrimonio.
El dictador fascista ha sido uno de los protagonistas este domingo. Algunos anhelaban la vida de los españoles durante las cuatro décadas que secuestró la libertad. “Había orden. Es que no hay una persona que venga y ponga orden con dos cojones. Por eso duró Franco, porque puso orden”, respondía el matrimonio mientras el goteo de simpatizantes llenaba Vistalegre.
Respeto por el descanso de Franco
Los dirigentes de Vox se han erigido como salvadores del descanso del dictador. “Seremos los herejes del sentido imperante, si es criticado pedir que no profanen las tumbas de los muertos”, ha comentado la líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio. Su jefe, Santiago Abascal, ha recordado que “hay que respetar a los muertos”. El problema, ha dicho, “es que se quiere a sacar a uno [Franco] en contra de la voluntad de su familia”, la lamentado.
Algunos en la cola también se han acordado de Pablo Iglesias. “Ha usado la universidad para hacer política. Allí ha estado adoctrinando a los niñatos hasta que se plantaron en la Puerta del Sol seis meses [en referencia al 15-M]”, comentaba otra señora. Abascal y los suyos se han erigido como responsables de que el resto de partidos lleven a España en sus lemas electorales. “Podemos aún no ha desvelado el suyo, y el otro [Errejón] dice Más País. Bueno, está en el buen camino”, ha ironizado.
El resto de líderes de Vox que han intervenido han cargado contra “la dictadura progre”. La más beligerante ha sido Monasterio: ”Éramos machistas por defender una ley de violencia intrafamiliar. Éramos islamófobos por denunciar las mezquitas salafistas en las que preparan atentados”, ha gritado arrancando los aplausos. “Pero hoy esa España a la que han intentado silenciar tiene voz un año después”, ha zanjado. Es el segundo acto de Vox en Vistalegre en un año. En estos 365 días han pasado de 0 a 24 diputados en el Congreso.
Los silbidos y los abucheos de los simpatizantes se los han llevado las manifestaciones feministas que han salido en las pantallas de Vistalegre, los políticos catalanes que han aparecido en el parlament, y los periodistas de La Sexta, “que no estaban contentos”, ha dicho Abascal, tras la irrupción del partido en el parlamento andaluz con 12 escaños en diciembre de 2018.
Inmigración ordenada, soberanía frente “a una Europa inútil cuyo multiculturalismo mata su identidad”, según el eurodiputado Jorge Buxadé y orgullo por ser de Vox que el portavoz parlamentario y conductor del acto, Iván Espinosa de los Monteros, ha pregonado: “Sabemos que no siempre podéis decir lo que pensáis, que creéis en cosas que os han dicho que no podéis creer. Os han dicho que está mal apoyar a nuestro policía y a nuestra guardia civil y que no podemos defender nuestras fronteras”.
Entre los simpatizantes había quienes portaban camisetas de grupos policiales, como los GEO, (Grupo Especial de Operaciones de la Guardia Civil) y vestidos con los colores de la bandera. Miles de ellas han ondeado al son del himno nacional, que ha clausurado el acto. A la salida, cañas, por España.