Así fueron los discursos de dimisión de otros primeros ministros en comparación con el de Boris Johnson
Reino Unido tendrá pronto su cuarto primer ministro en solo seis años. El mandato de Johnson ha sido el más corto de todos ellos.
Boris Johnson ha dimitido por fin, tras una de las semanas más tumultuosas de la política moderna. Sin embargo, el primer ministro se aferró a su asiento y se resistió a las peticiones de dimisión hasta que más de 50 diputados dimitieron para forzarle a salir.
Al parecer, su cambio de opinión se produjo en la madrugada del jueves, cuando habló con Sir Graham Brady, del comité 1922, sobre su cargo de primer ministro.
Su dimisión significa también que Reino Unido tendrá pronto su cuarto primer ministro en solo seis años. El mandato de Johnson ha sido el más corto de todos ellos.
¿Cómo queda el discurso de dimisión de Boris Johnson en comparación con el de sus predecesores más recientes en el número 10 de Downing Street?
Tiempo en el cargo: Dos años y 348 días.
Momento que más se recuerda: La ausencia de disculpas o reconocimiento de responsabilidades por las últimas semanas de caos, o incluso la ausencia de la palabra dimitir.
El primer ministro saliente se limitó a decir que “el proceso de elección de un nuevo líder debe comenzar ahora” porque esa es la voluntad del Partido Conservador.
También dijo que tiene la intención de servir en su cargo “hasta que un nuevo líder esté en su lugar”.
Volvió a referirse al “mandato” que los votantes dieron a los tories en las elecciones de 2019 (que hasta ayer fue su principal argumento para seguir en el número 10).
Johnson explicó que había tratado de convencer a sus colegas de que sería una mala idea cambiar de gobierno y de que los tories están solo “un puñado de puntos por detrás en las encuestas”, pero admitió que sus intentos no dieron fruto.
A continuación, le echó la culpa al “instinto de rebaño” por la repentina oleada de tories que perdieron la fe en él, y afirmó que estaba claro que “nadie es indispensable” en política.
“Quiero que sepáis que estoy muy triste por dejar el mejor trabajo del mundo, pero así son las cosas”.
Johnson trató de cerrar su discurso con cierto optimismo, diciendo: “Aunque las cosas puedan parecer sombrías ahora, nuestro futuro juntos es dorado”.
A continuación, se apartó de las cámaras y saludó a sus fieles reunidos en Downing Street, entre los que se encontraban su esposa Carrie Johnson y la secretaria de Cultura Nadine Dorries, antes de volver a entrar en el número 10 con actitud sombría.
Tiempo en el cargo: Tres años y 12 días.
Momento que más se recuerda: Cuando anunció su dimisión entre lágrimas.
Al igual que Johnson, May dimitió a pesar de haber ganado una votación de confianza poco antes. Sin embargo, lo que llevó a May a dimitir fue una devastadora derrota en las elecciones al Parlamento Europeo.
Como Johnson, admitió en su discurso que había sido incapaz de convencer a los parlamentarios para que la apoyaran, solo que en este caso se refería a su acuerdo del Brexit.
A diferencia del actual primer ministro saliente, sí utilizó la palabra dimitir y admitió que no era correcto que siguiera en el cargo, ya que se veía incapaz de poner en marcha su versión del Brexit.
“Ahora tengo claro que lo mejor para el país es que un nuevo primer ministro lidere ese esfuerzo”.
Mientras que Johnson culpó al “instinto de manada” de su marcha y sugirió que todo el mundo era reemplazable, May habló de ofrecerle “a la gente una alternativa” y habló sobre la importancia del compromiso.
Al reconocer su lugar en la historia como la segunda mujer que llega al cargo de primera ministra de Reino Unido, rompió a llorar.
Sin embargo, ella y Johnson terminaron con una nota similar.
“Nuestra política puede estar bajo tensión, pero hay muchas cosas buenas en este país. Hay mucho de lo que estar orgullosos. Mucho por lo que ser optimistas”.
Tiempo en el cargo: 6 años y 64 días.
Momento que más se recuerda: Ponerse a tararear con el micrófono aún encendido nada más anunciar su dimisión.
Cameron dimitió cuando se publicaron los resultados del referéndum sobre la UE en 2016. Tras haber hecho campaña a favor de la permanencia, consideró que no era apropiado continuar.
Al igual que May, dijo: “No es una decisión que haya tomado a la ligera, pero creo que es de interés nacional tener un periodo de estabilidad y luego el nuevo liderazgo que hace falta”.
También explicó brevemente su plan para tener un sustituto antes de la conferencia del partido de octubre, y concluyó: “Ahora que he tomado la decisión de marcharme, tenemos que encontrar la mejor manera y haré todo lo que pueda para ayudar.
Amo este país y me siento honrado de haber servido para él. Haré todo lo que pueda en el futuro para ayudar a que este gran país salga adelante”.
Días después, a los pocos segundos de confirmar cuándo serían sus últimos momentos en Downing Street, su micrófono de solapa aún encendido le captó tarareando alegremente.
Tiempo en el cargo: Dos años y 319 días.
Momento que más se recuerda: Cuando se alejó, sonriente, junto con su familia.
Brown dimitió con su esposa a su lado en mayo de 2010 y reconoció que, sin mayoría en la Cámara de los Comunes, no podía dirigir el Gobierno. Lo hizo después de que las elecciones generales que convocó en abril se saldaran con un parlamento dividido, ya que los laboristas perdieron la friolera de 91 escaños.
En su discurso se mostró muy animado y le dijo a la prensa: “Le deseo lo mejor al próximo primer ministro cuando tome las decisiones importantes para el futuro. Solo los que han ocupado el cargo de primer ministro pueden comprender el peso de sus responsabilidades y su gran capacidad para hacer el bien”.
Brown explicó que no le gustaban el prestigio, los títulos o las ceremonias que conlleva el cargo, pero que sí le encantaba “su potencial para hacer más justo este país que amo”.
También tuvo una conclusión emotiva: “Dejo el segundo trabajo más importante que he podido desempeñar, pero valoro aún más el primero: marido y padre”.
El legado de Brown consistió en tratar de estabilizar Reino Unido tras la crisis financiera de 2008 y durante la posterior recesión.
Tiempo en el cargo: 10 años y 56 días.
Momento que más se recuerda: Cuando pidió perdón por las veces en las que se había quedado corto (pero sin referirse específicamente a la guerra de Irak).
Blair adoptó un tono diferente al de los primeros ministros más recientes. Anunció su dimisión durante un discurso en su circunscripción, Sedgefield, en el Club Laborista de Trimdon, que fue donde lanzó su campaña de liderazgo en 1994.
Reconoció que ya había pasado una década en el número 10 y añadió: “Creo que es tiempo suficiente para mí y, sobre todo, para el país”.
También afirmó que las expectativas cuando fue elegido en 1997 eran “demasiado altas, probablemente”.
También se podría decir que se disculpó por la controversia que empañó el final de su mandato: “Con la mano en el corazón, hice lo que pensé que era correcto. Puede que me haya equivocado. Eso decídanlo ustedes”.
Al igual que sus sucesores, trató de terminar con una nota alta y dijo que el país debería “estar entusiasmado por las oportunidades, no constantemente preocupado por los peligros”.
“Esta es la mayor nación del mundo. Ha sido un honor servir para ella”, dijo Blair.
“Os doy las gracias a vosotros, el pueblo británico, por las veces que he tenido éxito y os pido disculpas por las veces que me he quedado corto. Buena suerte”.
Sin embargo, no se disculpó por la guerra de Irak, la apuesta política que desencadenó su declive, aunque sí reconoció que fue un movimiento “amargamente controvertido” enviar las tropas allí.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.