Dimite Truss y Sastre se acuerda de ÉL: puede volver a ser el protagonista
Totalmente 'real'. Y no, no es Boris Johnson.
La dimisión de la primera ministra británica, Liz Truss, tras 45 días en el cargo, ha dejado un aluvión de reacciones y memes graciosos en las redes sociales. El periodista de la Cadena SER José Luis Sastre no ha perdido la oportunidad de comentar con la abrupta salida de la premier con la habitual ironía que le caracteriza.
Sastre se ha pronunciado sobre la marcha de Truss sin mencionarla directamente, pero refiriéndose a una escena que ya forma parte de la historia británica. El profesional de la SER ha publicado un tuit momentos después de que se conociese la dimisión que acumula más de 3.700 ‘me gusta’ y casi medio millar de retuits.
El periodista ha aludido a lo que tendrá que ocurrir necesariamente tras la salida de la política tory, la elección de un nuevo -o no, según lo que decida Boris Johnson- primer ministro o primera ministra. Como dicta el protocolo, su nombramiento debe ser ratificado por una figura política que también lleva poco tiempo en el cargo, el rey Carlos III.
Precisamente, Sastre ha dedicado su tuit a ese futuro paso, recordando la mala pasada que le jugó al monarca británico los problemas que ha tenido desde su ascenso al trono... escribiendo con pluma estilográfica. ”¿Y ahora el rey Carlos tendrá que firmar otro nombramiento con estilográfica?”, ha preguntado el periodista rematando con una graciosa valoración: “Qué cabrones...”.
Firmado: Carlos III
Precisamente, la primera vez que el rey británico tuvo problemas a la hora de usar la estilográfica tuvo lugar durante su acto de proclamación, en el que mostraba su desesperación por la presencia en el escritorio donde tenía que firmar varios documentos de un tintero enorme y un estuche con plumas. Dio fe de su incomodidad al hacer gestos para que le retirasen el tintero.
De forma similar, el episodio volvió a repetirse en la ceremonia de firma en el castillo de Hillsborough, en Irlanda del Norte, donde, también a la hora de plasmar su nombre en un papel, tuvo problemas. O eso se desprende de afirmaciones como ″¡no puedo soportar esta maldita cosa!” o “es asqueroso todo el tiempo”. Se refería a que la pluma estaba perdiendo tinta, tras ser advertido por la reina consorte, a la que no esperó su turno para firmar, marchándose antes.