Diez años de Kim Jong Un como líder de Corea del Norte y cada vez más aislado del mundo
La esperanza de que se produzcan cambios en el país ha desaparecido.
Kim Jong Un cumple una década en el poder. Y las autoridades norcoreanas han instado a confiar de forma “absoluta” en su líder con motivo del décimo aniversario de su llegada al poder tras la muerte de Kim Jong Il, su padre.
“Toda la gente y los soldados norcoreanos deben tener absoluta confianza en el secretario general, deben dejar en sus manos su futuro y su destino y salvaguardar su seguridad y autoridad”, han señalado, según el periódico Rodong Sinmun.
Kim falleció el 17 de diciembre de 2011 tras haber liderado el país desde la muerte en 1994 de su propio padre y antecesor en el cargo, Kim Il Sung. Cada año el líder norcoreano acude al Palacio del Sol de Kumsusan, donde se encuentra la tumba de su padre.
Está previsto que Corea del Norte celebre un evento público masivo para conmemorar el aniversario a pesar de la pandemia de coronavirus, según informaciones de la agencia de noticias Yonhap.
“Esperamos que Corea del Norte muestre una tendencia similar este año”, ha manifestado Cha Duck Chul, portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano. “Seguiremos analizando los movimientos en el norte”, ha añadido.
El jueves, la Embajada de Corea del Norte en china llevó a cabo una ceremonia conmemorativa. Wang Chen, vicepresidente de la Comisión de la Asamblea Popular Nacional de China, ha acudido a la ceremonia y ha trasladado sus “mejores deseos” a Kim de parte del presidente chino, Xi Jinping.
El liderazgo de Kim comenzó con cierto optimismo por parte de la comunidad internacional al considerar que, debido a su corta edad ―27 años― podría introducir reformas en el país asiático, que se encuentra sin embargo cada vez más aislado.
Ahora, cuando se cumplen diez años de su llegada al poder, la esperanza de que se produzcan cambios en el país han desaparecido. Kim ha superado las ambiciones nucleares de sus predecesores y ha desatado la polémica por sus decisiones en materia diplomática.
Kim ha logrado así apartar a aquellos que lo cuestionaban ―entre ellos su tío y su hermanastro― y ha aumentado las capacidades nucleares y cibernéticas del país. La economía de Corea del Norte, no obstante, ha atravesado numerosas crisis, en gran medida debido las sanciones impuestas a raíz de los ensayos balísticos llevados a cabo por Pyongyang.
La población se enfrenta a la escasez de alimentos y la mal nutrición a pesar de que Kim prometió que los norcoreanos no tendrían que volver nunca a apretarse el cinturón. En un país cada vez más hermético, bajo su liderazgo se ha registrado el mayor aumento de la tensión con Estados Unidos de las últimas décadas.