Díaz: "Lo que ha dicho Garzón está amparado por la ciencia y por el Gobierno de España"
La vicepresidenta de Unidas Podemos quiere zanjar ya la polémica de las macrogranjas y afirma que no tiene tomada una decisión sobre liderar un "frente amplio" de izquierda.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha respaldado este miércoles al titular de Consumo, Alberto Garzón, por sus polémicas declaraciones sobre las macrogranjas de ganado, pues a su juicio es lo mismo que defienden el Gobierno de España y la Comisión Europea: un modelo de ganadería extensiva y sostenible.
“Quiero señalar que el señor Garzón no ha hecho más que explicitar lo que el Gobierno defiende y también la Comisión Europea”, ha destacado la vicepresidenta en una entrevista en La Hora de la 1 de TVE, pues en sus “documentos públicos” defienden “un modelo de ganadería extensiva y, además, sostenible”. Y esto, ha dicho Díaz, le genera una “pequeña preocupación”: “Creo que los procesos en los que a veces decimos cosas diferentes de nuestros documentos no son positivos: me parece que hay una distancia entre la política y la ciudadanía”, ha insistido.
Un día más continúa la polémica por las declaraciones de Garzón al diario británico The Guardian, en el que criticaba que las “llamadas macrogranjas” españolas “contaminaban el suelo y el agua” y “exportaban carne de mala calidad de animales maltratados”. Tanto PP, Ciudadanos y Vox como el sector cárnico pidieron su dimisión, su socio de Gobierno lo ha lamentado y ha calificado estas palabras como “desafortunadas”, mientras que desde Unidas Podemos lo tachan de bulo y critican la postura del PSOE.
La propia Díaz, que ha evitado pronunciarse sobre las palabras de la parte socialista del Ejecutivo, ha abogado por ser “muy cuidadosos” y por “defender las posiciones del Gobierno”, ya que ella misma -ha dicho- a veces defiende cosas que no comparte, pero es “demócrata” y “se debe a lo que el Gobierno señala”, ha apuntado. Cuidar la coalición, por tanto, es su consejo.
La vicepresidenta ha dicho que el debate planteado por el ministro de Consumo es de “profundo calado”, ya que “hablar de esto es hablar de un modelo de producción muy importante para nuestro país, hablar de la emergencia climática, de la salud pública y de la alimentación”. Y, en este sentido, ha dicho que es partidaria “de que la ciudadanía conozca con respeto qué piensa el Gobierno sobre estos problemas de fondo”.
Eso sí, siempre que estos debates se hagan, ha recalcado, “con serenidad y con respeto a la ciudadanía”. “No hay ninguna razón aunque existan unas elecciones en una comunidad autónoma”, en referencia a Castilla y León, “para que generemos un ruido que la ciudadanía no se merece”, ha insistido.
Díaz también se ha referido a la reforma laboral y el acuerdo para remodelarla alcanzado con sindicatos y patronal. “Todo en política se queda corto pero me parece que es un giro copernicano”, ha enfatizado, frente a quienes recuerdan que no se ha derogado la norma aprobada por el PP. “Los grandes cambios hay que darlos con tranquilidad”, dice. “La política ha de hacerse a través del diálogo social. Remé en solitario mucho tiempo (...) Siempre quise que el acuerdo fuera tripartito”, ha confesado, también.
Sobre el salario mínimo ha recordado que “el objetivo es cumplir con el 60 % del salario medio, tal y como indica la carta social europea, en el final de la legislatura”.
Igualmente, se ha referido al llamado “frente amplio”, la unión de izquierdas que Díaz ha impulsado junto a otras mujeres como Mónica Oltra o Ada Colau, que avalan su liderazgo. La vicepresidenta sostiene que aún no ha tomado ninguna decisión al respecto y que su plan es “escuchar” a su país. Ha puesto las macrogranjas como ejemplo de debate que hay que tener con todas las partes, con “expertos o trabajadores”, y lo ha hecho extensivo a los otros grandes problemas de los españoles, como la fiscalidad, ha citado. “Estoy ilusionada, me lanzo a este proceso desde ya, en cuanto pueda, pero no he tomado ninguna decisión”, afina.
Ha recordado que ella nunca pensó en ser vicepresidenta -“no estaba entre mis planes”- y que “los políticos no somos imprescindibles”, pero no así los proyectos que cambian la vida de la gente.