Descartan motivaciones terroristas del detenido con munición en la Sagrada Familia
El militar francés arrestado afirma que llevaba los cargadores por despiste tras hacer prácticas de tiro, pero no llevaba siquiera armas.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron este domingo por la tarde a un hombre de nacionalidad francesa que intentaba entrar en el templo de la Sagrada Familia de Barcelona, portando en su mochila cinco cargadores de munición para un arma de nueve milímetros. Sin embargo, ha quedado descartado que tuviera motivación terrorista alguna, según informan desde el cuerpo policial. De hecho, en el edificio y sus alrededores reinó la normalidad durante el resto de la jornada, sin ningún operativo especial, porque no se ha considerado necesario.
El arrestado, que iba acompañado por su familia, fue conducido a la comisaría de Les Corts, donde está siendo investigado. Han sido los vigilantes de seguridad del recinto quienes detectaron hacia las cinco de la tarde la munición dentro de la mochila, durante el control rutinario del escáner de seguridad.
Los vigilantes llamaron a los Mossos, a los que el sospechoso, de origen magrebí, ha explicado que era miembro del ejército y llevaba los cargadores encima por despiste, tras haber estado haciendo prácticas de tiro. A continuación, los agentes inspeccionaron el vehículo del militar, aparcado en la misma zona, donde se encontró un arma de fuego que tenía el número de serie borrado.
Lo detuvieron por tenencia ilícita de armas, ya que un policía o un militar de un país no puede ir armado en otro estado, salvo en contadas operaciones y con los permisos oportunos.
La policía catalana está comprobando con sus homólogos franceses los datos y versión aportados por el individuo, que está colaborando con los mossos en todo momento, sostiene El Periódico.
En alerta
La noticia se produce justo una semana después de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos alertase a sus ciudadanos de la posibilidad de un atentado yihadista en la Rambla de Barcelona, recomendando tomar precauciones.
Los diversos cuerpos policiales han estado buscando esta semana, de hecho, a Brahim Lmidi, un conductor de autobuses de Casablanca, como sospechoso de preparar un atentado mediante un atropello masivo. La ciudad ha mantenido el nivel de alerta 4 terrorista, pero ha reforzado la seguridad en algunos puntos sensibles.
La Sagrada Familia, en particular, estaba entre los blancos seleccionados por la célula de Ripoll que en agosto de 2017 atentó en Barcelona y Cambrils, dejando 16 muertos.