Las 7 claves del debate sobre el estado de la nación
De los nuevos impuestos de Sánchez al lado duro del PP.
Dos días de intensidad máxima en el Congreso de los Diputados. El debate sobre el estado de la nación ha vuelto a copar la vida política siete años después y ha marcado el escenario a partir de ahora. A la espera de la jornada de votaciones finales, las sesiones del martes y del miércoles dedicadas a los cara a cara dejan las siguientes claves:
Sánchez, a la izquierda. El presidente del Gobierno ha protagonizado el debate con unas intervenciones y anuncios de marcado carácter progresista. Especialmente han impactado los dos nuevos tributos excepcionales para las grandes energéticas y las entidades financieras para los años 2022 y 2023. Además, destacan medidas como la bonificación del 100% de los abonos en Cercanías, Rodalies y Media Distancia de Renfe de septiembre a diciembre. Además, se aumentan en 100 euros mensuales las becas para estudiantes mayores de 16 años.
La inflación, el principal problema. Después de la pandemia, los españoles viven ahogados en estos momentos por los precios. Durante este miércoles se ha confirmado la cifra del IPC de junio: 10,2%. “Malos datos”, ha subrayado Sánchez, quien se ha hecho cargo en primera persona de la situación que viven los españoles, como consecuencia de la guerra de Ucrania. El líder socialista se ha empeñado en aplicar iniciativas para aliviar la situación de las clases medias y trabajadoras y ha querido ser muy directo con los ciudadanos. Pero advirtiendo de que no vale el “diagnóstico de curandero” que hace la oposición.
Mirando a las urnas. El presidente del Gobierno ha insistido durante estos días en que quiere agotar la legislatura (finales del año que viene) y aspira a reeditar la victoria. Esto llega en un momento en el que PP sigue tirando fuerte en los sondeos gracias al efecto Feijóo y con la izquierda por debajo tras el varapalo de las elecciones andaluzas.
Sánchez buscar recuperar la calle y a sus electores potenciales (se está detectando traspaso de voto del PSOE al PP). Su orientación hacia la izquierda, no obstante sostienen en La Moncloa, no supone olvidar el centro. “Vamos a por todas” y “dejarse la piel” son dos expresiones del líder del PSOE que se repiten desde hoy entre los suyos, que dicen tener un “chute de energía”. De todas formas sigue existiendo la sensación de que habrá cambios en los equipos: “Alguna cabeza tiene que caer”, señalaba un diputado tras el debate.
El PP, tono duro y vuelta a ETA. Los populares han vivido un extraño debate de la nación. Alberto Núñez Feijóo no podía hablar al no ser diputado, pero sí estuvo en la jornada del martes en el sillón principal de la oposición. Subió a la tribuna su ‘número dos’, Cuca Gamarra, que hizo un discurso principalmente centrado en ETA y EH Bildu. No le salió como se esperaba, incluso Bildu se puso en pie y en silencio cuando se pidió un minuto en conmemoración de Miguel Ángel Blanco. Su intervención desconcertó al no centrarse en la economía como se había anticipado.
Feijóo ni siquiera habló con los periodistas y se ha expresado un día después fuera del Congreso (en una entrevista y en un curso de verano). No ha dejado claro si apoyaría los impuestos anunciados por el presidente y ha jugado a las palabras ambiguas. Además, durante esta segunda jornada la bancada del PP tuvo muchos huecos vacíos.
La coalición se reencuentra. Los dos socios de Gobierno llevaban varios días de fuertes desencuentros, especialmente por el aumento del gasto en Defensa tras los compromisos adquiridos durante la cumbre de la OTAN. El choque era palpable y la tensión se había extendido hasta dentro de la propia reunión del Consejo de Ministros. Algunos de los ministros ni sabían de qué iba el discurso de Sánchez. Pero UP ha salido “satisfecho” con los dos impuestos e incluso presumen de que ellos los habían propuesto mucho antes. “Se ha hecho posible lo que parecía imposible”, decía Yolanda Díaz tras conocerse los tributos. Esto hace que UP se contente por el giro a la izquierda que venía reclamando, especialmente tras el fuerte golpe en las urnas en Andalucía. También allana el camino para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene, aunque los ‘morados’ siguen reclamando una profunda reforma fiscal.
Los momentos del debate (para bien y para mal). Algunos de los instantes vividos se quedarán en la retina de los asistentes. Uno de los más polémicos ha sido cuando Gabriel Rufián ha sacado unas balas en el Congreso para denunciar la muerte de inmigrantes en la valla de Melilla. “Imperdonable”, “hoy se ha equivocado, señoría”, le respondía el presidente del Gobierno. En cambio, ha sido emotivo cuando el líder socialista ha mencionado a José Luis Rodríguez Zapatero y Patxi López sobre el fin de ETA. Al terminar, se ha acercado al escaños de el exlehendakari y se han fundido en un abrazo.
El papel de los socios de investidura. En general, los partidos de la izquierda han saludado el giro del Gobierno, especialmente por parte de Más País y de Compromís, aunque siguen reclamando más medidas. Más raro ha sido el debate con el PNV, que ha reclamado a Sánchez más transferencias y cariño, en tanto que el presidente del Gobierno le ha prometido una reclamación histórica de los peneuvistas: aprobar la ley de secretos oficiales este mismo mes. La tensión se ha plasmado más con Junts, pidiéndole el presidente que salgan del “congelador de 2017” y se apunten al reencuentro de España y Cataluña, con una Mesa de Diálogo que se reunirá pronto.