Los deportistas, en vilo por la posible cancelación de los JJOO: "Me da miedo la expansión del virus"
Entre los recelos de algunos y el optimismo de otros, el deporte español mira con inquietud el futuro de los Juegos. "Queda mucho por delante", reconocen varios protagonistas.
El martes, algo se movió en el mundo del olimpismo. Por primera vez desde que surgiera el ‘virus de Wuhan’ a finales de enero, un miembro del COI se atrevió a hablar de una posible suspensión de los Juegos Olímpicos de Tokio. Aún es una declaración aislada sobre un escenario que deberá evaluarse “en tres meses”, pero ha puesto en alerta a medio mundo. Sería poco menos que una catástrofe en términos económicos, políticos y, por supuesto, deportivos.
Quedan casi seis meses para la inauguración oficial, pero los más de 87.000 casos y cerca de 3.000 muertos por el coronavirus hacen que impere el miedo. Las cifras siguen subiendo y ya no solo tocan China y alrededores. ¿De verdad peligran los Juegos? ¿Se podrían mover de sede o de fecha? Ahora mismo, todo son dudas. Incertidumbres que salpican a la preparación de los atletas.
“Sinceramente, me da miedo la expansión del coronavirus. Por las noticias que nos llegan, está siendo muy complicado de controlar. Es cierto que creo que de aquí a verano estará controlado, pero a día de hoy le tengo mucho respeto”. Así se expresa Maica García, boya y referente de la selección española de waterpolo. Le preocupa el origen chino, su cercanía con Japón, y, por supuesto, “estas últimas noticias sobre el foco en Italia y otros países”, que “provocan una alerta mayor y consiguen que la gente entre en pánico”. Por ello, pese al miedo que asume, pide “ser lo más respetuosos y cívicos dentro de este caos”, añade la actual campeona de Europa.
Sin rodeos. Tiene miedo, sí. Un sentimiento que no comparten otros ‘colegas’. “A mí no me da miedo esta epidemia”, afirma Damián Quintero, gran baza española para este verano. El karateka, campeón del Mundo y diez veces de Europa, acepta “tener precaución, pero no obsesionarnos”, y lo enlaza con su reciente experiencia “en Dubai, donde nos encontramos con muchos deportistas asiáticos, incluida China, China Taipei, etc. En ningún caso hubo rechazo. Se trabajó con normalidad y respeto, como debe ser”.
En similares términos se manifiesta Carmen Martín, líder de la selección femenina de balonmano y actualmente en el Niza francés, un país que también ha sido tocado por el coronavirus: “No, no tengo miedo”. Eso sí, confiesa, “si existiese peligro me parecería normal que los atletas no participasen o que se pospusieran los Juegos. Pero seguro que los organismos sobre salud involucrados nos ayudarán a tomar la mejor decisión por el bien y salud de todos”.
Para la jugadora almeriense, medallista olímpica en Londres 2012 y a la que solo separa de Tokio un preolímpico a priori favorable, la clave está en la evolución temporal: “Espero que para julio las investigaciones del coronavirus evolucionen de forma positiva para encontrar remedios, vacunas de prevención o simplemente que este virus comience a debilitarse, desaparecer y que nos permitan saber con certeza que no habrá peligro para participar en los JJOO”.
Aplazamiento, suspensión... palabras que empiezan a sonar
Maica García no se anda con rodeos: “Sí, creo que sí es posible ese aplazamiento (no habla de suspensión). Si la OMS no es capaz de transmitir el grado de alerta el mundo está paralizado y puede suceder cualquier cosa”.
De nuevo, discrepancias. Damián Quintero considera “seguramente que en unas semanas ya haya pasado todo este boom y para julio esté más que controlado, No creo que vayan a aplazar los juegos, queda bastante tiempo por delante”. Incluso, señala que hay diferencias notables con respecto a la cancelación de otro evento global como el Mobile World Congress: “Ahí hablamos de que la noticia salió apenas unas semanas antes. Y quizás la cancelación sea más por las pérdidas económicas que pueda ocasionar”.
“Posponerlo creo que va a ser muy difícil, son muchos años de trabajo, organización y desarrollo para poder celebrar esta cita mundial de tanto calibre. Creo que sigue habiendo mucha esperanza en poder llevarlos a cabo”, añade Carmen Martín.
Quien no ve la opción de un aplazamiento es la periodista de RTVE Paloma del Río. “Veo más posible suspenderlos que aplazarlos. Son 33 deportes y mucho por reorganizar”. En cualquier caso, considera que la decisión ha de tomarse “en abril-mayo; no pueden esperar a junio si la situación empeora”. “La logística, la inversión y los entrenamientos no se planifican en un mes”. Justamente, el plazo marcado por el COI en esos “tres meses” que se han dado para actuar.
De todos modos, confiesa, “en los 34 años de mi vida profesional no he vivido un aplazamiento o suspensión de un evento como los Juegos en condiciones similares a las actuales”. Si ha habido cambio de fechas, pero en circunstancias muy distintas, recuerda, “como en Seúl 1988 o Sidney 2000, que se pospusieron unas semanas por cuestiones climatológicas. Pero en esos casos se decidió con mucha previsión”. También habla de “los Mundiales de Esquí en Sierra Nevada 1995, que pasaron al 96 por falta de nieve”. “O el traslado del Mundial de Patinaje de Tokio en 2011, llevado –este sí de urgencia– a Moscú por la crisis de Fukushima. Pero es un evento mucho menor que todos unos Juegos”, señala.
Damián Quintero debutará en unos Juegos de la mano de su deporte, que también se presenta a nivel olímpico. Sin embargo, recuerda el cierto caos que se produjo hace cuatro años, en torno al virus Zika que puso en riesgo la cita de Rio 2016. “Entonces se habló de algo parecido con el famoso Zika y al final no pasó nada”. Como él, lo valora la balonmanista: “Antes de Rio se dio una situación similar con el virus Zika. En todo momento nos informaron de los riesgos y consecuencias que pudieran producir”.
La comunicación al deportista: ¿informar es alarmar?
Ese detalle, la información ofrecida por las instituciones deportivas en 2016, vuelve al primer plano con la crisis del coronavirus. Tanto el karateka como la balonmanista se confiesan tranquilos por un detalle. No han recibido una alerta de ningún canal olímpico nacional ni internacional. “Nada, lo que hace pensar que no hay nada por lo que preocuparse, ya que son ellos los que gestionan todos los temas relacionados con los Juegos. De hecho, Alejandro Blanco ha hablado sobre ello en algunos medios, y si el presidente del COE está tranquilo y dice que todo va bien, yo estoy tranquilo”.
Efectivamente, el máximo responsable olímpico español ha respondido a las palabras del COI: “La previsión es celebrar los Juegos con total normalidad. Y si en abril-mayo se toma la decisión contraria es porque hablaremos de un problema de salud mucho más importante que los propios Juegos”.
En esa línea se expresa también Paloma del Río. “La comunicación a los deportistas es compleja, porque quizás decir algo concreto puede ser alarmar más; si ellos ven algún motivo de riesgo no van a arriesgar”.
Sin embargo, la waterpolista da una nota discordante con respecto a esta opinión generalizada. “Sinceramente sí que echo en falta esa comunicación directa de nuestros máximos responsables del deporte de este país. Por el momento todavía no nos han informado de nada, lo que sé sobre el coronavirus es por que me informo personalmente mediante fuentes fiables”.
Al Comité Olímpico Español las recientes declaraciones de un miembro del COI les ha trastocado algo su política de comunicación. Una fuente consultada por El HuffPost ha defendido que “a día de hoy no hay otro escenario planteado a Tokio 2020, aunque si fuera necesario...”.
En ese “si fuera necesario” entra un cajón de sastre. ¿Qué medidas son esas: aplazamiento, cambio de sede? No hay respuesta por parte del COE, apenas un “no, no, no”. “No estamos en otro escenario que Tokio celebre el 24 julio la inauguración”, señala ese responsable. Sin embargo, el plazo de tres meses dado por el COI reabre las dudas. Tampoco las niega el COE: “Si hubiera que tomar otras medidas, se tomarían”.
A Tokio le quedan noventa días de intranquilidad; al coronavirus nadie lo sabe. Mientras, la vida sigue y el camino a los JJOO es claro: seguir entrenando sin distracciones, como ha pedido el presidente Alejandro Blanco. En los gimnasios no deben entrar los móviles, por mucho que no dejen de llegar últimas horas: “Un nuevo caso confirmado en...”.