“El vehículo todoterreno se presenta con indomable arrogancia e ignorancia: 2 toneladas de acero inglés auténtico, unidas por millas de soldaduras masculinas. No hay presencia de dispositivos electrónicos, unidades de control, asistencia computarizada, servos y todos esos demonios que han transformado a una generación de conductores en medio-hombres débiles y temerosos: aquí, aunque solo sea para girar el volante, debe haber hecho dos años de gimnasio y necesita el bíceps. Motor Euro -60, que al acelerar, exterminará a guarderías enteras.
Si logras arrancar el motor (y debes ser uno de los que no se dan por vencidos), tendrás la emoción de estar envuelto en una nube negra sofocante, que ni siquiera Satanás mismo fuma medio Habana. Para cambiar de marcha no debe mostrar ninguna incertidumbre: si la palanca de cambio (un trozo de hierro de 45 kg) percibe en usted el gusano de la duda, o si confunde el injerto de unos pocos milímetros, se detiene en la segunda marcha y debe obtener 400 km a 25 por hora. De 0 a 100 en dos semanas.
El consumo y el ruido son los de un Boeing 767 que despega. A más de 80 km / h, solo puede gritar y esperar que su vecino sienta algo. El agarre en mojado es el de un oso. Borracho. Vendaron los ojos. Con laberintitis. Y los patines. Lanzado en el descenso de Gotthard. El hielo y la nieve pueden abordarse solo después de una bendición mixta, por al menos 3 ministros de diferentes religiones.
Los potentes frenos de tambor traseros garantizan la emoción del riesgo incluso en carreteras secas y a bajas velocidades. Totalmente reparable a mano, en todas sus partes, a cualquier persona con una forja y nociones elementales de metalurgia y electricidad.
Las partes más lujosas están hechas en plástico auténtico, muy raro de los 80. A prueba de accidentes, es capaz de desmenuzar cualquier coche de plástico fabricado después de 1990 para impactar, y con 4 martillos vuelve como nuevo.
Solo vendo a entusiastas masoquistas. (Embrague para ser reemplazado) En INEGNIO Para verlo llamar. Color Azul”