La incidencia acumulada cae hasta los 83 casos en el mejor fin de semana en más de un año
Sanidad notifica 5.988 nuevos contagios y 118 muertes desde el viernes.
La incidencia acumulada a 14 días cae hasta los 83 casos de coronavirus por 100.000 habitantes. Sanidad ha notificado este lunes 5.988 nuevos contagios y 118 muertes desde el viernes. Se trata del fin de semana con menos casos notificados en más de un año.
España da carpetazo a la quinta ola de la pandemia, la que más ha afectado a los jóvenes. A medida que la vacunación en casi todos lo grupos de edad ha avanzado a ritmo de crucero, la incidencia ha ido cayendo. No obstante, ahora son los más pequeños, los menores de 11 años, quienes tienen la incidencia de casos en 14 días alta (123,35).
Los más mayores —por encima de 80 años— tienen la segunda incidencia más alta: 89,10. La más baja la tiene el grupo de entre 60 y 69 años (63,61), seguido de los de entre 70 y 79 años (63,76).
La presión hospitalaria, otro de los indicadores más utilizados para calibrar el estado de la pandemia, también ofrece datos apenas vistos tras más de un año y medio de crisis sanitaria. Este lunes hay ingresados en los hospitales del país por coronavirus 3.668 personas, 121 personas menos que el pasado viernes. Y ocupan el 3,06% de las camas del sistema sanitario
Las unidades de críticos también siguen aliviándose. Si este viernes había 1.028 personas ingresadas en una UCI, este lunes son 49 menos. Solo en las últimas 24 horas han recibido el alta 198 personas, aunque hayan entrado 249.
Además, la positividad de las pruebas de detección de la covid-19 sigue cayendo por debajo del umbral del 5% que estima la Organización Mundial de la Salud. Si este viernes, el 4,77% de las que se hacían eran positivas, este lunes la tasa ha bajado hasta el 4,11%. España he hecho en total 585.152 pruebas: 380.876 PCR y 204.276 teste de antígenos.
Hasta este lunes, y desde que empezó la pandemia, se han registrado en España 4.935.534 contagios. Y 85.901 muertes, con la Comunidad de Madrid y Cataluña como epicentros del horror (16.039 y 15.565 fallecimientos respectivamente).
Madrid, fiesta sin restricción horaria
Desde este domingo, los madrileños pueden ir de fiesta sin restricciones horarias. Eso sí, la vuelta a la casi normalidad ha empezado a medio gas, en parte, porque las restricciones de aforo dejan poco margen para la rentabilidad a las discotecas pequeñas.
Aún así, las salas de ocio nocturno y restauración afrontan sus primeros días sin límites a su actividad, más allá de aforos y de la norma que obliga al uso obligatorio de mascarillas en el interior y que está estipulada para todo el país.
El avance de la vacunación que, que supera el 70% de la población con pauta completa, y la caída en picado de la incidencia acumulada, en su nivel más bajo desde hace un año, ha sido la señal que las comunidades autónomas estaban esperando para aliviar las restricciones más duras.
Madrid no es la única que ha dado libertad a su hostelería. Asturias tampoco ha puesto límites horarios a las salas de baile y pubs. Otras comunidades van más despacio, pero la mayoría ha aliviado este mes, con la quinta ola casi finiquitada, las medidas que afectaban a la vida nocturna.
El cuerpo de un anciano víctima del coronavirus, descansa tapado con una sábana sobre una cama en un centro de mayores en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
El cuerpo de una persona muerta por Covid, cubierta en su cama de un asilo de Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Dos empleados de una funeraria retiran el cuerpo de una víctima de COVID-19 de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Una empleada de funeraria, tratando un cuerpo, el 17 de noviembre de 2020 en Barcelona.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.
