Danny DeVito dedica el Premio Donostia a sus fans que "pagan una entrada por ir al cine"
Le ha entregado el galardón J.A. Bayona.
Danny de Vito ha dedicado este sábado el Premio Donostia del Festival de San Sebastián a sus fans, a quienes pagan una entrada por ir al cine y ha asegurado que no le supone ningún esfuerzo mostrar esa simpatía que proyecta en algunos de los papeles que interpreta porque es algo que también recibe del público.
Con el auditorio del Kursaal lleno y un aplauso largo y caluroso, el actor, director y productor estadounidense, que mide 147 centímetros, ha recogido el galardón de manos de otro hombre bajito, el realizador español J.A. Bayona.
El autor de Lo imposible ha dicho que era "un honor" entregar este premio a DeVito por ser "uno de los mayores hombres de cine" en todas sus facetas y, ya en broma, por ser la primera vez que lo hace con alguien de su estatura.
Bayona se ha inclinado, hasta ponerse a su altura, para entregar el galardón a este cineasta de "trayectoria increíble", que se lo ha dedicado a todos sus fans, y a quienes "reúnen algo de dinero" para poder ver películas en pantalla grande, como les gusta a los profesionales de este mundo.
Aceptó "emocionadísimo"
El actor, productor, director y también guionista aceptó "de inmediato" el Premio Donostia cuando se lo propusieron hace varios meses, según ha dicho este sábado en rueda de prensa.
Ha asegurado que se sintió "emocionadísimo" por la distinción del certamen donostiarra, al que acude por primera vez y que ha proyectado para él un vídeo con extractos de muchas de sus películas, desde aquella Alguien voló sobre el nido del cuco, en la que aparece jovencísimo y que supuso su debut en un gran papel.
Este sábado, ante los medios de comunicación, ha recordado su primera visita a España, cuando tenía 22 años y su hermana, 16 mayor que él, le puso al cuidado de su sobrino, que estudiaba guitarra clásica, para que acudiera a una clase magistral de Andrés Segovia en Santiago de Compostela.
Allí pasaron varios días en un hotel comiendo "gambas y pescado" y sin apenas ver un alma hasta que, intrigado, preguntó en recepción y supo que la clase magistral de Andrés Segovia se había celebrado por esas fechas pero el año anterior.
La escapada fue, en cualquier caso, "una buena experiencia". Les sirvió para volver a su país con una guitarra Ramírez comprada en España, después de haber viajado también por Francia e Italia.
Casi medio siglo de carrera
DeVito ha sido reconocido por una trayectoria de casi medio siglo en distintas facetas de la industria del cine y también en el teatro. Disfruta de su profesión en tiempo presente, sin planificar nunca el futuro.
Ha trabajado con numerosos y prestigiosos directores, como Milos Forman, Francis Ford Coppola y Brian de Palma, y hay otros muchos con los que le gustaría hacerlo, pero no ha dado nombres.
"Hay tantos con los que me gustaría... Acabo de hacer Dumbo con Tim Burton, veremos con quién trabajo la próxima vez. Vivo las cosas momento a momento", ha manifestado.
El director de Matilda (1996) y La guerra de los Rose (1989) ha afirmado que le cuesta decir cuál de sus facetas profesionales le atrae más porque disfruta con todas, aunque admite que ponerse delante de la cámara le vuelve "loco".
Le gusta también el doblaje porque le encanta, sobre todo, hacer reír a los niños, por lo que se embarca en proyectos como Smallfoot, la película de animación que presenta ahora en San Sebastián y que este domingo se proyectará en el velódromo de Anoeta para el gran público.
Y le preocupa el calentamiento global, al que su país ha dado "la espalda". "No estamos en una buena situación y esperemos poder cambiarlo en nuestras próximas elecciones", ha destacado.