Daniel Fez, el cómico que arrasa reaccionando a consejos para ligar, hacerse rico o ser feliz
Este asturiano acumula más de 380.000 seguidores en Tik Tok y vídeos de cinco millones de reproducciones.
Si no sabes cómo ligar, ganar dinero fácil, ser feliz o aprender inglés... las respuestas están en la libreta azul más famosa de internet, la que tiene el humorista Daniel Fez.
En el último mes aproximadamente su cara está por todos los lados. Casi no hay día en el que no se haga viral un vídeo suyo reaccionando a consejos sobre estos temas.
Este ovetense de 34 años trabaja como auxiliar de enfermería, pero lleva casi una década colgando vídeos y cosechando éxitos en redes sociales. Primero lo hizo en Vine, donde acumuló más 90.000 seguidores antes de su cierre, y ahora lo hace en Tik Tok, donde ya casi ha multiplicado esa cifra por cuatro.
Cuando en junio de 2016 la plataforma perteneciente a Twitter cerró, él no supo reaccionar y trasladar su humor a otros soportes como Twitter o Instagram, que empezaba a consolidarse como la red social de moda: “En aquella versión era solo de colgar fotos y estaba empezando a meter los vídeos, aunque era de manera muy primaria”.
Decidió esperar, confiando en que finalmente no cerrara y pudiera seguir ahí colgando vídeos. Esto no ocurrió y se vio relegado por otros usuarios que vieron en Instagram y posteriormente en Tik Tok la posibilidad de vender su productor y triunfar. Cuando reaccionó y se movilizó fue tarde.
“Me equivoqué. La gente se fue de Vine. Intenté trasladar después algunos seguidores de Vine a Instagram poniéndome en el nombre Dnez_Vine (ahora lo tiene como DanielFez) para que la gente me encontrase fácil, pero no funcionó. Aún me estoy encontrando ahora gente que me dice que me perdió la pista y no me había podido localizar”, apunta.
Sin embargo, este mes de diciembre todo cambió. Comenzó a subir este tipo de vídeos en los que el personaje que hace, un hombre fracasado e introvertido, coge consejos de otros vídeos sobre distintos asuntos de la vida y el éxito ha sido inmediato.
A la cifra de seguidores, que le crece día a día, le acompaña una de reproducciones en la que algún vídeo como el de Cómo convertir un hola en una conversación entretenida ha llegado a tener cinco millones de visualizaciones. “He dado el pelotazo”, reconoce Daniel, que se sincera y confiesa que tanto él como su entorno está “flipando” con la repercusión que tienen sus vídeos.
La inspiración para hacer este tipo de vídeos le llegó de la manera más inesperada. “Yo era consumidor de Tik Tok, antes de irme a dormir me lo ponía y me reía muchísimo. Por ejemplo, me salían muchas publicaciones como la del vídeo de un chaval que me decía que tenía 50 euros y que son los podía convertir en 100 solo con invertir en una empresa”, comienza.
Entonces, un día mientras esperaba con unos amigos para tomar un café vio un vídeo del colaborador de Telecinco Gianmarco Onesti en el que decía que la pizza era mejor cortarla en ocho porciones que en cuatro para comer más.
“Yo dije hostia no, córtala en diez y comerás más. Hice un vídeo con eso, tuvo más repercusión de lo normal y vi que esta idea le gustaba a la gente, así que empecé a reaccionar a los vídeos que yo veía por la noche”, cuenta Daniel, que fija en unas dos horas la creación de cada vídeo suyo, más otras dos o tres horas el tiempo en interactuar con sus seguidores: “Ellos me dedican a mí yo se lo tengo que dedicar a ellos”.
Además, como denominador común en todos sus vídeos está una libreta azul en la que simula apuntar los consejos. “No la uso para las recomendaciones, pero si lo hiciese para esto podría hacer un libro con las anotaciones regulares que he ido tomando”, bromea Daniel, que explica que la utiliza para anotar cosas de su vida diaria.
“Sí que tengo límites en el humor”
Una de las polémicas más recurrentes de los últimos tiempos es sobre el humor y sus límites, si debe tenerlos o no. Él explica su caso y afirma que sí que hay asuntos sobre los que no va a hacer ninguna broma.
“Lo que intento hacer es contenido que sea riéndose de mí. Los vídeos a los que reacciono los veo unos segundos y ya veo si hay material o no. Hay algunos que se ponen muy turbios como por ejemplo poniendo a la mujer como objeto o trofeo. Cuando dicen cosas más fuertes lo dejo porque eso no es humor ni se puede hacer con él”, detalla el trabajador sociosanitario, que desvela que le han ofrecido actuar como cómico, aunque de momento no se ha subido a un escenario.
En Tik Tok concreta que hay muchos perfiles de los que solo puede sacar una o dos cosas porque hace cosas “muy espesas”. “Intento buscar tutoriales blancos en los que suelten alguna burrada por así decirlo a la que se le pueda meter humor sin faltar. Si se pasan de esos límites y se habla de acoso, de robar, etc los descarto”, zanja.
Daniel también tiene claro que las críticas y los comentarios negativos no le van a influir en su día a día. “No tengo que hacer gracia a todos. La gente tiene libertad para decirte lo que no le gusta de mí, pero es que a mí tampoco me gusta todo lo de la gente, no entiendo esa necesidad de decir lo malo”, se posiciona dando la opción de no seguirle y ya está.
“Hay gente que entra y te llama calvo. Les dices que sí, que tengo espejo y que ya me había dado cuenta. Siempre va a haber gente que te menosprecie, pero no le doy importancia”, apunta el humorista, que se está volviendo a acostumbrar a la fama y los focos.
Tuvo que superar una depresión
Pocos meses después del cierre de Vine y por motivos totalmente ajenos a la clausura de la plataforma, Daniel cayó en depresión.
“Yo estuve muy jorobado y me ayudó mucho mi entorno familiar y buscar ayuda profesional. Fue a raíz de problemas personales, mala gestión de las emociones y unas carencias que hicieron que uno se fuera metiendo todo para adentro”, recuerda.
Explica que la educación emocional que se enseña desde pequeños es la de educar para no llorar o no enfadarse: “Es bueno saber llorar para lo bueno y lo malo, es bueno enfadarse sin hacer daño a los demás. Con esas bases en la etapa adulta lo que haces es tragar y tragar y al final explotas”.
Dos años después y gracias a la ayuda del psicólogo y de su familia, Daniel consiguió superarlo, aunque asegura que siempre quedan restos. “La felicidad ya no la vives tan feliz y la tristeza nunca es tanta”.
Por ello, y tras pasar por esa experiencia, reivindica la importancia de cuidar la salud mental y de tener la ayuda necesaria en esos momentos. Además, desde su experiencia, hace una precisión: “Creo que el mensaje no es solo que hay que ir al psicólogo cuando se tenga un problema, hay que añadir que hay que encontrar tu psicólogo. Muchas veces puedes ir a uno y no conectas con él porque también son personas. Tienes que encontrar al que te pueda ayudar y a partir de ahí trabajar y hacerlo de forma natural”.
Sin embargo, subraya la problemática de que casi siempre que se acude a este tipo de profesionales es de forma privada, algo que no todo el mundo se puede permitir. “Es muy caro y mucha gente no puede acceder a ello”, sentencia.
Ahora y ya después de varios años desde esa época más negra, Daniel se encuentra un momento en el que todo lo que toca lo convierte en éxito.