Dani Rovira, sobre su experiencia con el cáncer: “Los días malos no estaba ni para encender el móvil"
El actor malagueño ha concedido una entrevista a la Fundación Josep Carreras y ha contado cómo llevó el linfoma de Hodgking que le diagnosticaron.
El actor malagueño Dani Rovira ha concedido una entrevista a la Fundación Josep Carreras con motivo del Día Mundial del Linfoma, celebrado el 15 de septiembre. En ella, el también cómico ha repasado todo lo relacionado con el linfoma de Hodgking que le detectaron el pasado mes de marzo y que superó seis meses después, en agosto.
Rovira ha contado que en cuestión de 24 horas esta enfermedad pasó de ser desconocida para él a la protagonista de su vida. “Hasta que salió la biopsia, entendí lo que era. Además, los médicos me dijeron que era el linfoma que mejor pronóstico tenía”, ha asegurado.
El cómico ha recordado que el chivato que le asustó fue “una especie de doble bulto en la parte de la clavícula”. “Como tenía una amiga médica, le enviaba fotos y me decía que si en una semana no remitía podían ser mil cosas. Al ver que solo crecía me dijo que me fuera a urgencias... pero hacía dos días que habían empezado el estado de alarma”, ha relatado.
“Después descubrí el mediastino, que es como una especie de hueco dual donde aparentemente no hay nada, pero que está en el esternón por donde pasa el sistema linfático. Se me había inflamado y tenía el tamaño de un huevo”, ha añadido.
La pandemia y la confianza que tuvo en los médicos que le tocaron hicieron que descartara pedir una segunda opinión. Tampoco se puso a buscar por internet mucha información sobre este asunto, ya que, como le recomendó el médico, no sabía cuál era fidedigna y cuál no.
Rovira, que ha pasado el confinamiento y el tratamiento en una parcela alquilada a las afueras de Madrid, ha explicado que se daba sesiones de quimio cada 15 días: “Los días malos no estaba ni para encender el móvil ni levantarme del sofá, pero los que estaba bien quería disfrutarlos”.
Además, ha aconsejado a la gente lo que le fue bien para llevarlo mejor: “Animaría a la gente a hacer un poco de ejercicio en casa o de la manera que sea. Creo que me ha ayudado a no acabar hecho un despojo al final del proceso. Una buena alimentación y mucho humor, amor y positividad, me empecé a reír de mi mismo en mi segundo día, tienes que intentar llevarlo con ligereza”.
También ha confesado que aprovechó para ver todas las temporadas de series de humor como Friends y Modern Family. “Me hice un cordón sanitario sobre las noticias, telediarios, redes sociales y todo lo que fuera mala energía, odio y tóxico lo escondí”, ha reconocido.
Rovira ha asegurado que se queda con la primera cena con amigos tras todo lo vivido por la “increíble sensación de libertad y autonomía. Finalmente, ha explicado que decidió contarlo porque su caso podía ayudar a otras personas que se encontraran en situaciones similares.