Cuba recupera el discurso del enfrentamiento con el EEUU de Trump
Tras la apertura con Obama, el colérico discurso del magnate sienta mal a los Castro.
El expresidente cubano y líder del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), Raúl Castro, instó hoy a su país a reforzar la defensa y prepararse "para los peores escenarios" frente a Estados Unidos, a cuyo gobierno acusó de haber retomado la política de "confrontación".
En un discurso en la ciudad oriental de Santiago de Cuba con motivo del 60 aniversario de la Revolución Cubana de 1959, el dirigente de 87 años aseguró que es el deber de los cubanos prepararse "meticulosamente para todos los escenarios, incluyendo los peores", y "no dejar espacio al desconcierto e improvisación".
"Continuaremos priorizando las tareas de preparación de la defensa" con el objetivo de "preservar la soberanía y la paz", expresó el que fue presidente de Cuba desde febrero de 2008 hasta el pasado abril, cuando cedió el cargo a su sucesor, Miguel Díaz-Canel.
El discurso de Castro fue relativamente inusual por las citadas referencias a Estados Unidos: los mensajes conciliadores durante cuatro años de deshielo dieron paso hoy a una retórica belicista al acusar a la Administración de Donald Trump de haber aumentado las presiones políticas y económicas para forzar "un cambio de régimen" en la isla caribeña.
El octogenario líder, en aparente buen estado de salud, pidió a "las mentes más equilibradas" del Gobierno estadounidense evitar "un escenario de confrontación que no deseamos" y expresó la disposición de Cuba a "convivir civilizadamente pese a las diferencias", así como a buscar la "paz y el beneficio mutuo" en las relaciones bilaterales.
Tras restablecer las relaciones bilaterales en 2014 con Barack Obama en la Casa Blanca y Raúl Castro en la presidencia de Cuba, ambos países regresaron a la tensión bajo el mandato de Donald Trump, que endureció la política hacia Cuba con nuevas restricciones de viajes y obstáculos a los negocios en la isla.
Los misteriosos ataques sónicos
A ello se ha sumado el asunto de los misteriosos incidentes de salud denunciados por 26 funcionarios estadounidenses de la misión diplomática de EEUU en Cuba entre noviembre de 2016 y agosto de 2017, cuya causa aún se investiga, y que ha contribuido al mayor deterioro de la ya frágil relación entre los dos vecinos.
En una aparente referencia a este incidente y a las frecuentes diatribas de Trump contra la isla y sus aliados en Latinoamérica -fundamentalmente Venezuela y Nicaragua, a los que junto a Cuba ha calificado como "troica de la tiranía"- Castro acusó en su discurso de hoy a EE.UU. "y sus lacayos" de difundir "nuevas falsedades".
"Pretenden culpar a Cuba de todos los males de la región, como si estos no fueran producto de las políticas neoliberales", afirmó, tras advertir de que la "guardia revolucionaria" de la isla se mantendrá siempre alerta "mientras exista el imperialismo".
Castro también rompió una lanza a favor de Venezuela, a quien confirmó su "solidaridad", y de Nicaragua, al considerar "inaceptables" las recientes sanciones de Trump a altos funcionarios de ese país por presunta corrupción y violaciones de derechos humanos.