Cuatro pasos para una menstruación más sostenible
Cada año se desechan 100.000 millones de productos de higiene menstrual a nivel mundial.
El próximo 22 de abril se celebra el Día de la Tierra, y eso me ha hecho plantearme estos días más que nunca cómo podemos contribuir las mujeres a proteger el medio ambiente a través de nuestra menstruación. Porque sí, también la menstruación puede ser sostenible.
Empecemos con algunos datos: 100.000 millones de productos de higiene menstrual desechados anualmente a nivel mundial. 200.000 toneladas al año solo en Europa. Unos 17.000 productos de higiene menstrual usados a lo largo de nuestra vida fértil. Pensar en estas cifras me entristece tanto…
Pero debo ser sincera, vivir mi menstruación de forma sostenible empezó por un motivo de salud, no ecológico. Pero tardé poco tiempo en darme cuenta de cómo este cambio ayudaba a reducir mi huella ecológica en la Tierra.
Además, poco a poco me di cuenta de que los tabúes menstruales y cómo nos avergonzamos de nuestra menstruación determinaba el uso de productos desechables. Unos productos fáciles de esconder, que te impiden ver tu sangre menstrual tal cual es —supongo que tú también estás pensando en todos esos anuncios con sangre azul—. Todo esto tiene una gran influencia en el uso masivo de productos menstruales desechables y en el impacto de la menstruación en el medio ambiente.
La menstruación te va a acompañar durante unos 40 años de tu vida. ¿No deberíamos poder escoger productos que nos hagan sentir bien? ¿No deberían estos respetar el planeta donde vivimos? Yo creo que sí, y por eso hoy quiero compartir contigo cuatro pasos para vivir tu menstruación de forma más sostenible y saludable:
1. Usa productos menstruales reutilizables
¿Alguna vez has encontrado basura menstrual en la naturaleza y has pensado “qué asco”? Yo sí, muchas veces. Después cuando descubrí la copa menstrual y las compresas de tela pensé “¿y por qué seguimos usando estos productos que tanto rechazo nos generan?”.
Una de las formas más sencillas de vivir tu menstruación de forma sostenible es pasarte a la copa menstrual. Compuesta 100% de silicona médica, un material natural no contaminante, y reutilizable hasta 10 años, se trata de la alternativa más ecológica a los tampones. Piensa en todos los tampones que evitas que acaben en el vertedero, en el mar o en la naturaleza, además de sus aplicadores y envoltorios, también de plástico. Tus manos y la copa es todo lo que necesitas para vivir tu menstruación sin generar residuos.
Por otro lado, el uso de la copa menstrual va más allá… Y es que no solo es buena para el medioambiente, sino también para nuestra salud. ¿Por qué? La mayoría de tampones convencionales —los que venden en el supermercado— contienen algodón no ecológico, pesticidas, plástico, cloro… Todos estos tóxicos entran en contacto directamente con nuestro cuerpo cada vez que introducimos uno en nuestra vagina. Además, al absorber todos los líquidos de la vagina producen en muchas ocasiones sequedad, dolor y alergias, ¡sin hablar del riesgo de síndrome del shock tóxico (SST)!
“Pero, ¿y si no me siento cómoda usando la copa menstrual? ¿es esta la única solución?”. Para nada, existen muchas maneras de vivir tu menstruación en positivo. La copa es la más extendida por su versatilidad. Sin embargo, las compresas de tela o las bragas menstruales son también opciones sostenibles y saludables. En cuanto a las bragas menstruales, para mí son uno de los mejores inventos de los últimos años. Por fin eso que siempre soñamos es posible… ¡poder menstruar en bragas!
2. Opta por alternativas ecológicas
Sin embargo, puede dar una situación imprevista, una emergencia donde por alguna razón no dispongas de tu copa menstrual y necesites usar un producto de higiene menstrual desechable. En este caso, mi consejo es optar por la alternativa ecológica. Hoy en día existen tampones y compresas compuestas 100% de algodón ecológico, que puedes encontrar sobre todo en tiendas ecológicas.
A pesar de que sigue siendo una opción desechable y no muy sostenible, lo tiras a la basura después de su uso, no contienen los químicos tóxicos de las compresas y tampones convencionales. Sin embargo, es muy importante disponer de opciones saludables para todas las situaciones.
Al igual que con los productos desechables, lo mismo ocurre con productos reutilizables, es importante saber su composición. Opta por una copa menstrual de silicona médica —algunas están hechas de plástico—, pues se trata de un material natural que no afecta a nuestra salud. Este también se usa para otros aparatos médicos e incluso marcapasos. Todavía mejor si no tiene tintes, ya que cuanto menos cosas se añadan a la silicona más inocua es para nuestra salud y el planeta.
En el caso de las compresas de tela, que sean de algodón ecológico. Porque la realidad es que las cosechas de algodón no ecológico son una de las que mayor cantidad de pesticidas usan. Estos tienen un enorme impacto medioambiental, y también en nuestra salud... Cuando usamos productos con este tipo de algodón, especialmente en zonas delicadas como nuestra vulva y vagina, estos pesticidas entran directamente en contacto con nuestro cuerpo. Además, son muy tóxicos para los agricultores que los manipulan y también para los animales.
3. Gestiona tu dolor menstrual sin medicamentos
Cada vez que usamos un antiinflamatorio recurrimos al plástico. Un tipo de plástico que no podemos depositar en el contenedor amarillo por tratarse de un medicamento. ¿Sabes que los restos de hormonas de la píldora que expulsamos a través de la orina afectan al ciclo reproductivo de los peces? Algunos activos y estrógenos que componen estos tratamientos se expulsan a través de la orina y terminan en ríos y mares. Como consecuencia la sexualidad de diversas especies marinas se está viendo afectada.
A veces recurrimos a los antiinflamatorios nada más ver que nos ha venido la menstruación, sin pararnos a pensar si realmente nos duele. Yo es algo que hacía constantemente. Otras veces un tratamiento hormonal para tratar este dolor o molestia menstrual parece la única solución. “Es normal que te duela”, te dicen. Pero no lo es.
Se pueden evitar los dolores menstruales sin medicamentos. Existen alternativas ecológicas para regular nuestras hormonas y gestionar las molestias menstruales. Por ejemplo, el aceite de CBD, un extracto medicinal del Cannabis, es un potente antiinflamatorio natural y un gran aliado contra el dolor menstrual.
Además, también hay muchos cambios que podemos hacer en nuestro día a día: llevar una dieta antiinflamatoria, beber infusiones específicas, gestionar nuestros niveles de estrés, hacer ejercicio, usar aceites esenciales… Todo ello influye en nuestro bienestar durante esos días del mes. La menstruación no tiene por qué doler. Esto es algo sobre lo que todavía existe mucha desinformación, y es que crecemos pensando que “el dolor menstrual es normal”. Por ello, uno de mis objetivos es poder ayudar a que las personas puedan vivir su menstruación en positivo.
4. No te escondas
Te sorprendería saber el impacto que puede tener que tu compañera de piso te vea limpiar la copa menstrual en el lavabo del baño con total naturalidad, que en la oficina no intercambiáramos compresas como si fuera contrabando o que hablásemos sobre menstruación abiertamente entre hombres y mujeres.
La menstruación es un proceso natural que nos acompaña durante una gran parte de nuestra vida, es mucho más que sangrar unos días al mes. Tratar de esconderla determina los productos que usarás mientras menstrúas. Lo más probable es que si tratamos de ocultarla escojamos productos dañinos para el medio ambiente y nuestra salud.
¿No has probado la copa menstrual porque te da asco ver o tocar tu sangre menstrual? Piensa por un momento, ¿qué hay de malo en tu propia sangre? Muchas de nosotras crecemos viendo la menstruación como algo sucio. Sin embargo, se trata de una construcción social y no de nada de lo que debamos sentirnos avergonzadas. Una vez entiendes esto puedes empezar el camino para reconciliarte con tu menstruación y empezar a vivirla de forma positiva y sostenible.
En España, tenemos la suerte de contar con una infraestructura adecuada, baños limpios y agua potable allá donde vamos. Esto hace muy muy fácil el uso de cualquier producto de menstruación sostenible. Sin embargo, en muchos otros lugares del mundo, las personas que menstrúan no solo carecen de productos de higiene menstrual sanos, sino también de un saneamiento adecuado. La menstruación no debería ser un tabú en ningún país del mundo. Y para ello es esencial hablar de ello.
Ojalá que menstruar se convierta en algo saludable para el planeta, algo que vivamos de forma positiva en cada rincón del mundo.