Crisis de Gobierno en Italia: ¿y ahora, qué?
La ultraderechista Liga anuncia una moción contra el primer ministro italiano, pero Conte insiste en ir al Parlamento y revisar sus apoyos
El Gobierno de Italia está en crisis (de nuevo). Matteo Salvini, el viceprimer ministro, titular del Interior y líder de la ultraderechista Liga, dio anoche por rota la coalición de gobierno que su partido mantenía desde junio de 2018 con el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y exigió elecciones cuanto antes. ¿Es ese el único camino que le queda a los italianos para resolver la situación, urnas y fin de la legislatura? No necesariamente. La tremenda fragmentación parlamentaria puede dar lugar a otras alianzas y los tiempos, los del verano, también influyen en los pasos que ahora se pueden dar.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, que atribuye la responsabilidad de la eventual caída de su Gobierno al líder de la ultraderechista Liga, Salvini, ya ha avanzado que acudirá al Parlamento para comprobar su apoyo y para que este dé explicaciones al país. Pudo dimitir anoche, y no lo hizo.
“Como dije, en el Parlamento fui investido y volvería al Parlamento cuando se dieran las condiciones de un cese anticipado de mi encargo (...) Confío en que el pasaje parlamentario contribuya a dar plena luz en las decisiones tomadas y en sus responsabilidades”, subrayó Conte en una breve declaración, anoche, dura con Salvini. A su entender, el aún ministro del Interior sólo desea “aprovechar su apoyo” electoral, visto por ejemplo en los últimos comicios europeos.
Conte ha avanzado que contactará con la presidenta del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati, y el de la Cámara de los Diputados, Roberto Fico, para que fijen la sesión en la que deberá comparecer, pues los parlamentarios están de vacaciones y no hay sesión abierta en estos momentos. “Il parlamento è chiuso”, se leía anoche en su página web; hoy han quitado el mensaje, porque van a tener que ir dando información, sí o sí.
La Liga ha reaccionado anunciando una moción de censura contra el primer ministro italiano, al que hasta ahora habían apoyado en coalición junto a los antisistema del Movimiento Cinco Estrellas. “Demasiados noes hacen daño a Italia que, por contra, necesita volver a crecer y volver a votar rápidamente. Quien pierde el tiempo perjudica al país y solo piensa en la poltrona”, se lee en una nota del partido, tras la presentación de la moción en el Senado.
Salvini ha exigido que los diputados y senadores vuelvan a Roma inmediatamente, la semana que viene, para convocar unas elecciones lo antes posibles, pero Conte ha asegurado que no le compete a él decidir cuándo se reúne el Parlamento.
Queda por ver, por tanto, cuándo se reunirá el Parlamento para saber si Conte cuenta con apoyos, algo muy improbable, lo que provocaría la apertura de una crisis que podría derivar en buscar una nueva mayoría de Gobierno o, al fin, en elecciones. Todo estará arbitrado por el jefe del Estado, Sergio Mattarella.
“Este pasaje institucional deberá hacerse ante los parlamentarios, representantes de la nación y de todos los ciudadanos. Yo no considero el debate entre Gobierno y Parlamento como un molesto escollo de nuestro sistema democrático”, afirmó. Y añadió: “Deberemos decir la verdad y no escondernos en la retórica y el eslógan mediático”.
¿Tecnócratas?
Si el intento de una nueva mayoría fracasa, Mattarella podría nombrar a una figura de corte tecnócrata que gestione el país temporalmente hasta la celebración de elecciones, una opción que rechazan los dos partidos del Gobierno: para el M5S es una “locura” y para la Liga, “la única alternativa a este Gobierno” serían unas nuevas elecciones.
En cualquier caso, las elecciones deberían celebrarse en un mínimo de 45 días y en un máximo de 70 tras la disolución del Parlamento, por lo que los analistas apuntan a que al menos habría que esperar a octubre.
Según un sondeo elaborado el 31 de julio por el Instituto Ipsos para el diario Corriere della Sera y publicado hoy, la Liga de Salvini tendría el 36 % de los votos en unas próximas elecciones generales y alcanzaría el 50,6 % en coalición con la ultraderecha de Hermanos de Italia (7,5 %) y la conservadora Forza Italia (7,1 %). Por su parte, el M5S se quedaría con el 17,8 % y el PD con el 20,5 %.