Crece en EEUU el uso de píldoras abortivas extranjeras desde la decisión del Supremo
Según un informe difundido en la publicación médica 'JAMA', registraron un incremento del 120% en los encargos de estas pastillas entre julio y agosto.
El uso de píldoras abortivas recetadas desde el extranjero ha aumentado con claridad en Estados Unidos desde que este año el Tribunal Supremo abolió el “Roe contra Wade”, que desde 1973 protegía el derecho de la mujer a poder abortar, según un estudio publicado este martes.
El informe, difundido en la publicación médica JAMA, refleja un incremento del 120 % durante julio y agosto en los encargos de estas pastillas a través de Aid Access, una organización que opera desde Europa para facilitar el aborto a estadounidenses que no tienen acceso a esos servicios.
En esos dos meses, esa entidad recibió un total de 6.533 solicitudes de píldoras más con respecto a abril de este año, es decir, antes de que se filtrara el borrador de la decisión del Tribunal Supremo, que se hizo oficial a finales de junio y que permitió a varios estados prohibir o restringir la mayor parte de los abortos.
Aid Access opera aprovechando un cierto vacío legal en Estados Unidos y distribuye pastillas que pueden usarse para detener el embarazo en su primera fase mediante envíos por correo, que según Aid Acces tardan entre 2 y 5 días en los estados donde el aborto aún es legal, y de 1 a 3 semanas en los demás; en estos últimos, los envíos llegan a una farmacia donde pueden ser recogidos por las usuarias.
Numerosas organizaciones han advertido repetidamente que la decisión del Supremo simplemente complicará el acceso a abortos legales y empujará a más mujeres a buscar otras fórmulas, en muchos casos más peligrosas.
Otro estudio publicado este domingo señala que el conjunto de los abortos se redujo en Estados Unidos un 2 % durante julio y agosto, los dos primeros meses tras la abolición de “Roe contra Wade”.
Según cifras del proyecto WeCount, en agosto el número de abortos -tanto quirúrgicos como con mediación- cayó en los estados que prohibieron o limitaron mucho la práctica tras la decisión del Supremo, mientras que crecieron en otros estados, lo que apunta a que muchas mujeres viajaron a estos segundos para tener acceso a un aborto seguro.
Estados y ciudades como Nueva York, entre otros, se han ofrecido a las estadounidenses como un lugar seguro para poder interrumpir el embarazo.
Este martes, la Administración de la Gran Manzana anunció por ejemplo el lanzamiento de un nuevo centro telefónico para garantizar el acceso al aborto, conectando a quien lo necesite con clínicas que operan en la ciudad o facilitando ayuda económica.