Condenado a casi 13 años de prisión por abusar y violar a la hija menor de su pareja sentimental
El hombre cometió el delito, pese a "la resistencia" de ella y los chillidos que realizó.
Un hombre de 29 años ha sido condenado a casi 12 años y diez meses de prisión por abusar sexualmente de manera continuada de la hija de su pareja sentimental. Una niña a la que terminó violando cuando ésta tenía solo 12 años.
La sentencia, hecha pública este miércoles, desestima el recurso de apelación de la defensa del procesado, quien reconoció en la sala los abusos cometidos. Pese a ello, el acusado “siguió negando” la agresión que el alto tribunal andaluz (TSJA) estima probada por la “consistencia” de la declaración de la víctima.
Según la sala de lo Civil y Penal del TSJA, no hay elementos que hagan “dudar” de la credibilidad de la víctima y rechaza los “motivos espurios”alegados de la defensa. De hecho, una de las pruebas presentadas fue una conversación de whatsapp entre la madre y el agresor, en el que esta le recrimina lo que ha hecho. “Una acusación que el hombre no niega y sí muestra un profundo arrepentimiento, que no vale como confesión pero sí como corroboración del testimonio de la niña”, añade la sentencia.
La defensa impugnó tan solo la condena a once años de cárcel por un delito de agresión sexual y una indemnización de 15.000 euros a la menor.
El acusado acabó violando a la menor, pese a “su resistencia” y los chillidos que realizó
Según recoge en los hechos probados, el procesado convivía con su pareja sentimental y los hijos de ella, entre ellos la víctima. El hombre aprovechaba que su pareja, la madre de la niña, no estaba en el domicilio para acercarse a la menor y “hacerle tocamientos en los genitales” y otras prácticas sexuales.
La niña no dijo “nada a su madre durante ese tiempo por la vergüenza que sentía”, por lo que los abusos continuaron hasta que un día entró en la habitación y la violó.
“Pese a la resistencia” de ella, quien logró zafarse en un primer momento para chillar por la ventana pidiendo ayuda, el hombre logró bajar la persiana y cometer la agresión. Después de eso, se fue “cerrando la puerta”.
La sentencia afirma que “está claro que la víctima, tal y como relato los hechos, describe un cuadro de actuación contra su voluntad, empleando la fuerza física para ello”.