Este concierto masivo en realidad es un experimento sobre el coronavirus
Para conocer cuál es la manera más segura de organizar eventos multitudinarios artísticos o deportivos en interiores.
Cerca de 4.000 personas en tres conciertos consecutivos. Parece inviable en tiempos del coronavirus pero ha sido una realidad este sábado en la ciudad alemana de Leipzig. Eso sí, con un fin científico: conocer cómo se transmite la enfermedad en un evento masivo.
La universidad de Halle organizó tres recitales del cantautor Tim Bendzko con unos 1.500 asistentes (voluntarios sanos) cada uno. Cada uno se diseñó con distintas condiciones de seguridad: uno como se hubiera celebrado antes de la pandemia, otro con más distancia entre los espectadores y algunas medidas de higiene y un tercero con la mitad de asistentes colocados a 1,5 metros unos de otros.
A todos los participantes, de entre 18 y 50 años, se les realizó una prueba del coronavirus el día anterior y se les facilitaron mascarillas y dispositivos de rastreo.
Como apunta la BBC, además se les dio desinfectante fluorescente para poder detectar cuáles eran las superficies que más tocaban.
Para los resultados del experimento, que trata de conocer cuál es la manera más segura de organizar eventos multitudinarios artísticos o deportivos en interiores, habrá que esperar a este otoño.
“No hay riesgo cero si quieres hacer vida. Queremos darle a los políticos una herramienta para que decidan de manera racional si permiten tal evento o no. Eso significa que tienen que tener la herramienta para predecir cuántas infecciones producirá un evento”, aseguró Michael Gekle, decano de la Facultad de Medicina de Halle a la CNN.