Comprar y congelar: los alimentos navideños que deberías comprar antes de que suban (más) de precio
La tendencia inflacionista invita a llenar el congelador y la despensa antes de las fiestas, cuando se espera que los precios suban aún más.
Blanca y cara Navidad. Gambas, cochinillo, lubina, turrones, jamón, uvas... Los días de cenas interminables en las que los villancicos lo invaden todo, para deleite de muchos y desesperación de otros tantos, está a la vuelta de la esquina.
Si las cancioncillas navideñas son angelicales o insufribles es un debate legítimo, pero existe un consenso de hierro sobre el golpe que supondrán estas fiestas para el bolsillo de las familias. Ser previsor y adelantar las compras es una de las estrategias que pueden destensar la situación.
La subida de los precios hará que preparar una cena copiosa y abundante sea como escalar el Everest por su cara más complicada. El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó este martes el dato de inflación de octubre, que se situó en el 7,3%.
Si bien es cierto que sigue con su tendencia a la baja (En julio era del 10,2%) y que es la segunda más baja de Europa, los alimentos se desmarcan de esa senda y alcanzan un nuevo récord, con una subida general de más del 15% en un año.
Las palabras del miércoles del Ministro de Agricultura, Luis Planas, no invitaron a la esperanza. De hecho, todo lo contrario. “Muy probablemente los precios de los alimentos seguirán subiendo hasta después de Navidad, cuando bajaran significativamente”, concluyó Planas.
12 campanas un 12,8% más caras
Todo ha subido en el último año, incluidas las frutas y verduras frescas (un 12,8%), donde se incluyen las tan tradicionales uvas que saludan al nuevo año. Este año habrá que saborearlas bien para aprovecharlas al máximo, aunque se llegue con desfase al 2023.
Quizás será ese un gasto con el que haya que transigir para poder llenar el congelador con las compras adelantadas de los pescados y carnes que se vayan a consumir en la cena de nochebuena o comida de navidad.
Y es que la carne de ave ha subido un 18,4%, la de vacuno un 14,9% y la porcina un 12,3%. La tendencia acumulada de los precios no invita a relajarse y esperar hasta el último momento para comprar los ingredientes necesarios.
En la otra cara de la moneda están las carnes de ovino y caprino, que han reducido sus precios con respecto a principios de año en un 4,4%. Si el cordero lechal nunca ha entrado en el menú, quizás sea el momento de probar a ver cómo sale la jugada.
El pescado fresco tampoco ha sufrido grandes subidas, apenas un 0,8%, por lo que comprarlo y congelarlo también se antoja como una buena estrategia con el fin de que la cuesta de enero no sea un rocódromo de pesadilla.
Que no hayan sido mencionados aún no significan que se salven. Las familias que acostumbren a comer langostinos, gambas, nécoras y bueys de mar tampoco se salvan de las subidas. Tanto el marisco congelado como el fresco han subido sus precios anuales un 7% y un 6,5% respectivamente. Nuevamente, comprar y congelar desde ya.
Turrones y mantecados
La subida estrella del mes de octubre la protagonizó nada menos que el azúcar, que se disparó y alcanzó la segunda posición en el ranking de productos con una mayor subida anual. Solo ha subido más la categoría de Otros Aceites, impulsada por el aceite de girasol, que ha visto despegar sus precios sin remedio tras el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Ese aceite, así como las grasas y el azúcar son ingredientes indispensables para la elaboración de turrones y mantecados, que algunas asociaciones del sector han anunciado que podrían llegar a sufrir un encarecimiento de hasta dos euros por kilo. Nunca endulzar la navidad fue tan amargante.