Cómo Nicole Kidman ha sabido reinventarse
Del cine a reinar en el plano televisivo.
Un Oscar, un BAFTA, dos Emmy y cinco Globos de Oro (tres de ellos por películas) no han logrado anclar a Nicole Kidman al cine. Tampoco lo han conseguido directores tan aclamados como Stanley Kubrick, Alejandro Amenábar, Lars von Trier o Ryan Murphy, con los que ha trabajado a lo largo de sus más de tres décadas de carrera cinematográfica que le convirtió en la actriz mejor pagada de la industria durante tres años.
La australiana ha demostrado que no tiene prejuicios sobre la televisión y, liberada de ellos, ha protagonizado tres series consecutivas que han hecho mucho ruido: Big Little Lies, The Undoing y Nine Perfect Strangers.
Amazon Prime Video estrenó el primer episodio de la última el pasado miércoles, y la producción ya ha alcanzado la tercera posición en el ranking de las más populares de IMDb, con un empujón que le ha hecho ascender 62 puestos.
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Nicole Kidman no participaba en una miniserie desde 1989, con Bangkok Hilton, y en 2012 protagonizó su último telefilme (Hemingway & Gellhorn). Si tenía alguna duda respecto a seguir haciendo carrera en televisión, el brillo de los dos Globos de Oro que tiene por Big Little Lies le dieron lucidez. Luego llegó una nominación más por la misma serie y otra por The Undoing, ambas a Mejor actriz.
La actriz de 54 años ha sabido reinventarse, pero arriesgando. Porque Kidman es el sello de Eyes Wide Shut, de Moulin Rouge!, de Los otros, de La intérprete, de Australia y de muchas más. Nadie le garantizó que el público que la enmarcaba en la gran pantalla la seguiría hasta la pequeña.
No todas las hollywoodienses llegan y se quedan. De hecho, la mismísima Julia Roberts protagonizó en 2018 Homecoming —antes apenas había hecho episódicos—, y de momento no ha vuelto a la televisión. Kidman apostó, ganó y no ha abandonado.
Su nueva serie, Nine Perfect Strangers, adapta la novela de Liane Moriarty, en la que nueve desconocidos asisten a un retiro espiritual nada económico de 10 días en un lugar llamado Tranquillum House, dirigido por una enigmática mujer.
Interpretar a esa líder espiritual ha hecho que los críticos deseen “más Nicole Kidman” (Variety), que vean en su trabajo una “impresionante interpretación” (Paste Magazine) o que la valoren como una actriz “demasiado buena” (Decider).
“Se metió tanto en el papel que llegó a no responder a su nombre y solo si se referían a ella como Masha dejaba de ignorar a los que la llamaban. La intérprete sorprende con un marcadísimo acento ruso”, explica la revista ELLE.
En los 2000 ya se le consideraba una de las mejores actrices del mundo gracias a Las horas, Los otros o Moulin Rouge!, pero lejos de acomodarse ha decidido seguir creciendo en otro escenario —sin abandonar el cine—. Gracias a ello, en 2021 reina en el plano televisivo.