Cómo logró Alan Rickman que un niño con cáncer saliera en 'Harry Potter'
A veces surge la magia.
"¿A quién le daríais el papel aparte de a Alan Rickman?".
Así respondió Janet Hirshenson, la directora de casting de Harry Potter, cuando le preguntaron por los actores que se barajaban para el papel de Severus Snape. Hirshenson empezó a trabajar en la producción después de que otro director de casting llevara un año trabajando en la saga y dijera que Rickman iba a ser inamovible. Ella no vio necesidad de discutirlo.
"No sé si esa fue la primera opción o no, pero... era Alan Rickman", comenta Hirshenson.
Ya ha pasado más de un año desde el día en que perdimos a nuestro querido profesor de Pociones. Rickman murió en enero de 2016 a los 69 años después de una dura lucha contra el cáncer. El actor interpretó a muchos personajes icónicos a lo largo de su carrera, pero los fans de Harry Potter lo recordarán como el complejo profesor Snape y sus compañeros de reparto, como una persona inolvidable y como un hombre que hizo realidad el sueño de un niño enfermo.
Han pasado 20 años desde la publicación del primer libro de la saga Harry Potter, pero el debate sigue vivo, especialmente sobre el personaje al que interpretaba Rickman, el profesor Snape. ¿Es un héroe mestizo? ¿Es el Capullo que Sobrevivió? Incluso a la propia J. K. Rowling le cuesta hablar de él sin armar revuelo:
Been wondering how to mark Snape's birthday without starting an argument. Here's to him, the big hero/bully. He really was the best/worst.
— J.K. Rowling (@jk_rowling) January 9, 2016
Me pregunto cómo podría recordar el cumpleaños de Snape sin empezar una discusión. Por él, el gran héroe/abusón. Era el mejor/peor.
A medida que Daniel Radcliffe (Harry), Emma Watson (Hermione) y Rupert Grint (Ron) iban creciendo y cambiando en la saga, el polémico personaje de Rickman permaneció imperturbable, incluso en lo relativo a su forma de vestir.
Por ejemplo, cuando la diseñadora de vestuario Jany Temime se incorporó a la franquicia en la tercera película, Harry Potter y el prisionero de Azkaban, instauró más de un cambio (no hay más que ver el del profesor Flitwick), pero la vestimenta de Snape siguió siendo prácticamente igual.
"Cuando llegué en la tercera película, eché un vistazo al vestuario de todos los personajes y el único que mantuve fue el de Snape, porque me pareció que era perfecto. Me pareció que era totalmente Snape. Rehicimos la capa, la hicimos más grande. Pero me gustaba lo ajustadas que eran las prendas. Además, a Alan Rickman le encantaba", cuenta Temime al HuffPost EE UU.
La diseñadora admite que hizo una pequeña modificación adicional.
"Cada vez que Alan volvía de vacaciones de la Toscana (Italia) con dos o tres kilos de más, le ensanchábamos el traje sin decírselo. Eso es lo único que hacíamos, pero siempre era el mismo", explica.
La túnica negra de Snape tenía cierto halo tenebroso que incluso el propio actor notaba.
"En cuanto me visto de Snape, pasa algo. No se puede ser otra persona con ese atuendo. Ese traje tiene un efecto sobre mí", dijo una vez Rickman sobre la túnica negra.
También tenía cierta influencia en el resto de actores.
"Me intimidaba. Creo que porque siempre le veía con esa capa tan grande y todo eso", comenta al HuffPost Oliver Phelps, que interpretaba el papel de George Weasley en las películas.
La formidable presencia de Snape en el set de rodaje es el testimonio del talento que tenía Rickman para encarnar a un personaje como si hubiera utilizado la poción Multijugos para transformarse en él. Tras esa amenazadora fachada se esconde una persona, en palabras de Daniel Radcliffe, "muy divertida, humilde y que era una compañía maravillosa".
Además de ser una persona encantadora, Rickman apoyaba incondicionalmente a sus compañeros de rodaje tanto dentro como fuera del set. Radcliffe le contó a Rowling en una ocasión que Alan Rickman había interrumpido unas vacaciones para verlo actuar en la obra de teatro Equus. Y Oliver Phelps nos contó que enseñó a Rickman cómo funcionaban los reproductores mp3 y este, a cambio, le dio consejos sobre interpretación.
"Recuerdo que acababa de volver de una ceremonia de entrega de premios y que le habían regalado un iPod y quería saber cómo funcionaba. Le enseñé lo que tenía que hacer y aproveché la oportunidad para preguntarle: 'Tengo que hacer esta escena... ¿cómo la harías tú?'. Me dio un consejo brillante para la escena, y por aquel entonces yo solo tenía 17 años, pero Alan fue al grano, cosa que fue muy guay", recuerda Phelps.
Quizás la historia más memorable de Rickman es la que cuenta la productora Paula DuPré Pesmen.
DuPré Pesmen trabajó en las tres primeras películas de la saga y también se ocupó de organizar las visitas al set de rodaje para niños con enfermedades terminales. Finalmente, dejó la producción para fundar There With Care, una organización que ayuda a proporcionar servicios fundamentales a familias con niños con problemas.
La productora cuenta que todo el reparto fue "muy amable" con los niños durante sus visitas. "Sobre todo Dan (Harry), Rupert (Ron), Emma (Hermione), Tom Felton (Draco Malfoy) y Devon Murray (Seamus Finnigan), que se acercaban directamente a los niños, se hacían fotos con ellos y les preguntaban qué habían visto, cuál era su parte favorita de la película, qué es lo que más les había gustado del rodaje", explica.
DuPré Pesmen recuerda varios momentos emotivos de estas visitas, como una vez en la que un niño ayudó a dirigir una escena con Radcliffe en Harry Potter y la cámara secreta. Después de la escena, el chico corrió hacia el actor, se lanzó a sus brazos y dijo: "Te quiero, Harry". "A todos se nos llenaron los ojos de lágrimas; el director [Chris Columbus], los actores, el equipo, todos estábamos moqueando. Fue un momento precioso y Dan fue muy dulce con él. Esa es la pureza de Harry Potter".
En cambio, la visita más memorable la protagonizó un chico llamado Jay.
Jay, diagnosticado con un neuroblastoma en fase 4, estaba encantado con la visita al rodaje, "pero en realidad lo que él quería era estar en la película", precisa DuPré Pesmen.
"Le dije: 'Bueno, eso no podemos hacerlo, pero ya estás aquí'. Alan [Rickman] se acercó y se presentó a Jay, y el chico se puso tan contento. Tenía mucha idea del tema. Había cumplido 15 años y sabía mucho de las películas de Alan, así que le dijo que lo que él quería era salir en la película".
Entonces ocurrió algo mágico.
"Alan me miró y me dijo con el tono de Snape: '¿Por qué no está este chico en la película?", recuerda la productora. "Todo el mundo se echó a reír y Alan se lo llevó de la mano y lo puso en medio de la multitud de niños cuando la cámara estaba pasando por ahí. En una toma sale su espalda", afirma.
Según la productora, este momento ocurrió durante una clase de Remus Lupin de Harry Potter y el prisionero de Azkaban: "Alan lo puso ahí, cuando se enfocaba desde el fondo de la clase y se ven las espaldas de los chicos".
Aunque aparentemente la toma de Jay no se incluyó en la edición final de la película, DuPré Pesmen recuerda lo emocionado que estaba el niño. "Se puso tan feliz al ver que Alan había hecho eso por él", cuenta.
Por desgracia, al igual que Rickman, Jay sucumbió al cáncer y murió en 2005. DuPré Pesmen asegura que Jay fue uno de los fundadores de There With Care, y además consiguió aparecer en otra película.
La productora cuenta que ella y Chris Columbus sacaron a Jay del hospital durante unas horas para que saliera en una escena de Rent (2005), una película dirigida por Columbus.
Pese a que Jay no apareciera en las tomas finales del Prisionero de Azkaban, según la productora, "él estuvo ahí. Tuvo su momento". Y todo fue gracias a Alan Rickman.
Independientemente de los sentimientos que te genere Snape, no se puede negar el carácter del hombre bajo esa túnica negra.
¿Que si se echa de menos a Alan Rickman?
Katherine Brooks contribuyó en el reportaje de este artículo.
Si quieres saber más sobre There With Care, pincha aquí.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero y Marina Velasco Serrano