Cómo interpretar el significado de los sueños
Primero hay que entender las fases en las que soñamos, cómo nuestro cerebro recibe el contenido de esos sueños y qué podemos hacer para recordarlos.
Pongamos que sueñas con tu ex y la escenita se parece bastante a la de Jack y Rose en Titanic.
¿Significa esto que quieres volver? ¿Significa que deberías reservar un crucero para tus próximas vacaciones? ¿O quizás sólo significa que deberías volver a ver Titanic, solo, en una sala oscura?
A menudos nos preguntamos si los sueños tienen significado. Pero para entender el mensaje que hay detrás, es importante entender primero las fases en las que soñamos, cómo nuestro cerebro recibe el contenido de nuestros sueños y qué podemos hacer para recordarlos mejor.
Esto es todo lo que necesitas saber y hacer para interpretar los sueños:
Los sueños son más vívidos y frecuentes durante la fase del sueño de movimiento ocular rápido (REM), señala Tore Nielsen, psicólogo y director del Laboratorio de Sueño en el Hospital Sacré-Coeur de Montreal (Canadá). Cuando en el laboratorio se despierta a alguien durante la fase REM, suele recopilar mejor sus sueños, asegura el experto.
REM es la fase que proporciona energía al cerebro y al cuerpo, esencial para rendir al día siguiente. Tus músculos están apagados, pero tu cerebro sigue activo, alimentando así el contenido de tus sueños.
La calidad de tus sueños normalmente varía dependiendo del momento de la noche. Al principio de la noche, la fase REM puede dar lugar a un sueño corto, como el tráiler de una película, ilustra Nielsen. Más tarde, cuando el período REM sea más largo, es probable que tu sueño se parezca más a una película.
Los adultos suelen tener entre cuatro y seis sueños por noche, según la National Sleep Foundation, aunque no se recuerden todos.
“Es poco probable recordar más del 10% de los sueños que se tienen en una noche”, calcula Robert Stickgold, profesor de Psiquiatría en la Harvard Medical School. “Simplemente, soñamos demasiado”.
En otras palabras: seguramente no tengas el panorama completo de tus sueños cuando te despiertes.
Entonces, ¿de dónde viene el guión de los tráilers y las películas que ocurren en tu cabeza?
Los sueños son una combinación de recuerdos antiguos, de recuerdos recientes y de todo lo que haya entre unos y otros, explica Nielsen. Muchas de las imágenes de tus sueños proceden de ese mismo día (lo que el psicoanalista Sigmund Freud llamaba el “residuo del día”) o de esa semana (conocido como “efecto de dream lag”).
Muchas veces, habrá una imagen de tus sueños que aparezca de forma aleatoria, pero no tiene por qué ser real. Quizás el otro día fuiste a un jardín de flores y, a la semana siguiente, se te aparecen las flores en tus sueños.
Aunque se te aparezcan imágenes de recuerdos en tus sueños, nunca se reproducirán tal y como ocurrieron, excepto en el caso de un trastorno de estrés postraumático, apunta Stickgold. En su lugar, el cerebro determina lo que sueñas calculando cuáles de tus recuerdos recientes son más valiosos y no del todo comprensibles, explica. Además, también sueñas con las cosas que tu cerebro conecta a ese recuerdo reciente.
Stickgold da un ejemplo: digamos que casi tienes un accidente de coche. Ese suceso puede aparecer de una forma diferente en tus sueños, como si estuvieras en un coche de choque con tu hijo en un parque de atracciones. Puede que él se esté riendo y tú sientas mucho estrés.
“Los recuerdos emotivos suelen tener prioridad en nuestros sueños”, afirma Stickgold.
Como consecuencia de ese casi accidente de coche, puede que en el sueño se haga una asociación negativa con los coches de choque. O puede que el sueño te ayude a rebajar la sensación de riesgo que asociaste originalmente al suceso.
“Puede hacer que te des cuenta de que, cuando estás en los coches de choque, otros 100 coches chocan contigo y no pasa nada”, apunta Stickgold.
La mayoría de los sueños implican algún tipo de emoción, que suele proceder de emociones reales que has experimentado, afirma Lisa Medalie, especialista en Medicina Conductual del Sueño de la Universidad de Chicago.
“Muchos de mis pacientes aseguran que, en momentos de estrés, experimentan más sueños que les provocan ansiedad”, cuenta Medalie. “Según mis experiencias clínicas, las emociones del día tienen un papel en las emociones que subyacen en los sueños”.
Hay algunos sueños recurrentes, pero su significado es único
Varios estudios muestran que algunos temas de sueños son más comunes que otros. En una investigación, el 81,5% de los participantes dijo haber tenido un sueño en el que le estaban persiguiendo; el 76,5% había tenido un sueño con una experiencia sexual y el 73,8% había soñado que se caía.
Otros sueños típicos —como perder los dientes— pueden datar de la experiencia de nuestra más tierna infancia, señala Nielsen, que añade que, como la información disponible es limitada, el conocimiento de este ámbito es, en cierto modo, especulativo.
De niños, a todos se nos caen los dientes de leche. La reacción emocional a ese acontecimiento, así como la de los padres del niño, será diferente a la de otras personas y a la de su familia, explica Nielsen.
Estas reacciones se almacenan en la memoria a largo plazo, y pueden surgir después, como una plantilla, pero con otros aspectos relacionados. Por ese motivo, los sueños en los que se te caen los dientes deberían examinarse en ese contexto.
″¿Qué cosas han ocurrido recientemente en tu vida?”, pregunta Nielsen. ”¿Qué emociones han surgido? ¿Hay algo en tu vida similar a tu plantilla emocional de aquel entonces?”. Tus respuestas a esas preguntas son las que crean tu versión del sueño diferente a la versión de otra persona.
Por ejemplo, si a alguien le dieron 5 euros por cada diente que se le cayó y le gustaba el Ratoncito Pérez, el recuerdo será positivo. En cambio, una persona que perdió el diente de un puñetazo tendrá una asociación más negativa.
Por ello, Nielsen no apoya ese enfoque del “diccionario de los sueños”, que asigna un significado general a cada tipo de sueño.
En cuanto te levantes, Stickgold recomienda tumbarse en la cama con los ojos cerrados. Abrir los ojos y empezar a moverte puede confundir los recuerdos con nuevas sensaciones.
“Tú quieres recordarte estando en el sueño” y, para ello, puedes utilizar un diario de sueños o una app para registrar los detalles, sugiere Nielsen.
Unirte a un grupo de sueños es otra forma de procesar el contenido de tus sueños, propone Nielsen, aunque el grupo no esté dirigido por un experto. Esto puede estimular tu deseo de recordar los sueños.
Si quieres hablar con un profesional sobre un sueño, Nielsen recomienda buscar a un psicólogo que use análisis de los sueños en su consulta. No todos los psicólogos están necesariamente formados en la interpretación de los sueños, pero puede que utilicen los sueños o pesadillas como un punto de partida para hablar de cuestiones más profundas o de las reacciones emocionales de un paciente.
“Creo que los sueños pueden liberar rápidamente los problemas emocionales subyacentes que la gente tiene y con los que pueden necesitar ayuda en psicoterapia”, sostiene Nielsen.
Los sueños muestran las posibilidades, no la respuesta
“Los sueños muchas veces evocan emociones con las que la gente lucha durante el día”, afirma Medalie. Así que puedes aprender de tus sueños prestando atención a las emociones que sientes cuando te despiertas.
“Sabiendo que los sueños son un reflejo de nuestra vida despiertos, sospecho que pueden informarnos de las emociones que no estamos gestionando bien o que están ganando peso durante el día”, explica Medalie. “Podemos pensar en cómo abordar nuestra lucha emocional de forma más directa desde ahí”.
Si te despiertas ansioso o nervioso por tus sueños y hacer ejercicio te ayuda a reducir la ansiedad, quizás la conclusión es que necesitas hacer más ejercicio, indica Medalie.
Entonces, ¿significa que tus sueños están tratando de decirte algo?
No, responde Stickgold: están tratando de mostrarte algo. Él lo compara con la diferencia entre un manual y una obra de teatro. Un manual te da información, mientras que una obra de teatro te muestra posibilidades.
“En ese sentido, soñar es como una buena obra”, describe Stickgold. “No te vas de una buena obra diciendo ‘vale, ahora sé lo que debo hacer si ocurre X’. No, tú sales de ahí diciendo ‘se me ha abierto un mundo entero y nunca lo había pensado antes’. Creo que es lo que el cerebro está intentando mostrarte: un mundo de posibilidades”, zanja.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano