Cómo hablar a los niños sobre la regla
No esperes a que se les acumulen las preguntas sobre menstruación y pubertad.
El estigma que rodea la menstruación ha hecho que se convierta en un tema tabú, de esos que muchas veces se prefiere tratar en privado. Por ello, no es ninguna sorpresa que a algunos padres les resulte complicado hablar abiertamente con sus hijos sobre la regla.
La edición estadounidense del HuffPost se ha puesto en contacto con educadores sexuales, expertos e investigadores para saber qué hacer (y qué no hacer) cuando vayas a hablar con tus hijas e hijos sobre la menstruación. Estos fueron sus consejos:
Empieza a hablar del tema antes de que se acumulen las preguntas
Merece la pena echar un vistazo a AMAZE, un programa que busca "acabar con la incomodidad en la educación sexual" mediante vídeos de animación informativos, algunos en español.
Como muestra el vídeo, es importante utilizar la terminología adecuada y no edulcorar la explicación.
Nora Gelperin, directora de educación sexual en la organización Advocates for Youth y colaboradora en la creación de vídeos de AMAZE, recalca la importancia de buscar un momento para hablar con los hijos sobre la menstruación y la pubertad en general. Es importante hacerlo antes de que se produzcan cambios importantes para que no se acumulen las preguntas.
"La pubertad no es voluntaria. Es importante tratar el tema a una edad temprana, con cierta frecuencia, y no esperar a que tus hijos acudan de repente con un montón de preguntas. Podéis hablar del tema cuando estéis en el coche o en el metro", comenta en declaraciones a la edición estadounidense del HuffPost.
Gelperin señala que hay "miles de momentos" en los que puedes aprovechar para sacar el tema, ya sea porque lo han mencionado en las noticias, en una película, en una serie o en el supermercado.
"Si pasáis por el pasillo de los tampones y la higiene femenina, puedes preguntarles a tus hijos: '¿Alguna vez habéis visto estas cosas?', y empezar la conversación desde ahí", propone Gelperin.
No te preocupes por decirlo de una forma "apropiada para su edad"
"La menstruación suele empezar en torno a los 12 años, pero también es posible que aparezca incluso a los 8 años", explican desde la Clínica Mayo. Lo ideal es que los padres hablen con sus hijas sobre la regla pronto, antes de que ellas o sus amigas la tengan, pero muchos se preguntan: "¿Cuánto es pronto?".
Bonnie J. Rough aborda este tema en su libro Beyond Birds and Bees: Bringing Home a New Message to Our Kids About Sex, Love, and Equality, en el que detalla el enfoque neerlandés sobre la educación sexual que vio durante el tiempo que estuvo viviendo en Ámsterdam con su familia. Ataja los miedos de muchos padres, que les hacen compartir con sus hijos solamente información "apropiada para su edad" acerca del sexo, siguiendo la guía de Rutgers, un centro de los Países Bajos que lleva 50 años defendiendo la salud y los derechos sexuales y reproductivos.
La educadora sexual Kim Cavill comenta en declaraciones al HuffPost que sus hijos empezaron a hacer preguntas sobre la regla cuando tenían unos 5 años.
"Saben que pueden preguntar tranquilamente cualquier tipo de duda que tengan. En mi casa, hemos ido hablando de estos temas con crecientes niveles de complejidad", indica.
AMAZE también cuenta con una "guía de edades" en su página web que divide sus vídeos y lecciones en dos categorías: contenido para todos los públicos, incluidos los más pequeños, y contenido para adolescentes y preadolescentes a partir de los 10 años. Los vídeos sobre la menstruación están clasificados para todos los públicos.
Hay muchas oportunidades para que la conversación se desarrolle de forma adecuada
Hay varias conversaciones que mantienen los padres con los hijos y que pueden resumirse como "la charla". Por ejemplo, "la charla sobre sexo". Para muchas familias, la menstruación está englobada dentro de esta conversación. El problema de ir preparando a los niños para este tipo de conversaciones es que los padres se sienten muy presionados, lo cual no hace más que aumentar el tabú.
"Muchos padres piensan: 'Solo tengo una oportunidad para hacerlo bien' o 'Voy a destrozarle la vida a mis hijos si cometo algún error", comenta Gelperin.
Ella anima a los padres a pensar en las conversaciones sobre menstruación, pubertad y temas derivados como conversaciones siempre en curso. Hay que asegurarse de que los niños también lo perciban así para que se sientan cómodos haciendo preguntas.
Hablar de ello está bien, pero normalizarlo con el ejemplo es mejor
En el libro Beyond Birds and Bees, Rough explica lo cómodos que se sienten los neerlandeses al hablar sobre sexo y sexualidad con sus hijos, en comparación con la actitud de otros países.
"Lo que más me sorprendió durante el año que estuve viviendo allí fue lo abiertos que eran los padres neerlandeses y los profesores de infantil y primaria con los niños al hablar sobre el cuerpo, las relaciones, el amor, la reproducción, la sexualidad y la orientación sexual. Tienen una combinación muy apropiada de comodidad con franqueza y aceptación de los cuerpos con un uso muy directo de la terminología de cada parte del cuerpo, incluidos los genitales", recuerda Rough.
También recomienda a los padres que, cuando planeen hablar de la regla con sus hijos, dejen productos menstruales a su alcance por casa.
"Deja que tu hijo o hija desenvuelva uno de los productos. Que lo vean tan a menudo como ven la sal o la pimienta en la encimera de la cocina para que se les pueda hablar de ello o lo acepten como algo cotidiano", aconseja.
También es fundamental que tanto niños como niñas formen parte de esas conversaciones y que aprendan juntos.
"Es necesario mantener tantas conversaciones como podamos con niños y niñas en la misma habitación. Es lo que hacen en las escuelas neerlandesas y creo que es el mejor enfoque en casa", opina Rough.
Que no te dé miedo adoptar un enfoque más práctico
Llevando un paso más allá el consejo de Rough de dejar visibles los productos de higiene íntima, Cavill anima a los padres a darles a sus hijos la ocasión de inspeccionar con mayor atención los productos de higiene menstrual, como las compresas, los salvaslips, los tampones o las copas menstruales.
"No hay motivo por el que no puedas sacar esos temas y simplemente demostrarles cómo funcionan utilizando un vaso de agua y colorante alimentario si tienes", aconseja.
También sugiere enseñarles cuánto líquido puede absorber un tampón o una copa menstrual. Reprime la incomodidad que puedas sentir cuando hagas la demostración. En muchos casos, los niños ni siquiera son conscientes aún del estigma que rodea la menstruación.
"Recuerda que a los niños pequeños no les resulta vergonzoso como los adultos hacen que parezca. A los niños no les resulta natural sonrojarse al ver algo de este estilo", indica Cavill.
Por otro lado, los niños no solo reciben información sobre la regla en casa. Rough explica la importancia de mantener los baños escolares limpios y abastecidos de productos menstruales, así como de reconocer que no todas las personas con la menstruación se identifican como mujeres.
Es especialmente importante no educar a los niños solo sobre el proceso de la menstruación, sino también sobre los aspectos sociales relacionados.
"No es una simple cuestión de higiene. También consiste en hablar sobre las emociones y el estigma para acabar con el tabú", concluye Rough.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido y adaptado del inglés por Daniel Templeman Sauco.