20 trucos para conservar más tiempo los alimentos frescos
Son muchos pero muy sencillos (y tu bolsillo y el planeta lo agradecerán).
Es probable que alguna vez te hayas descuidado y te hayas encontrado con fresas mohosas, yogures con coágulos, zanahorias podridas o aguacates oxidados al abrir el frigorífico.
El despilfarro de alimentos es un problema muy extendido, especialmente durante la pandemia, cuando mucha gente compra más de lo que necesita. Pero, aprendiendo unos sencillos consejos de almacenamiento y conservación, lograrás que tus alimentos aguanten más tiempo frescos, evitarás contribuir al despilfarro y ahorrarás dinero sin sufrir una intoxicación alimentaria.
Es muy importante que el frigorífico y el congelador estén a una temperatura suficientemente baja para mantener los alimentos a la temperatura adecuada. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) indica que los frigoríficos deberían estar a 4 grados centígrados o menos y los congeladores, a menos de 0 grados para evitar la proliferación de bacterias. Si tu frigorífico no tiene termómetro, es un buen momento para comprar uno.
La carne, el pescado y el marisco crudo no debería estar fuera del frigorífico si no es para cocinarlo. Guárdalo o congélalo correctamente al llegar a casa de la tienda o en cuanto te lo traigan a casa.
No amontones los alimentos en el frigorífico y guarda las carnes, pescados y mariscos alejados de los demás productos. Si llenas el frigorífico más de lo necesario, la comida caducará antes, y si juntas la carne cruda con otros alimentos, te expones a una intoxicación alimentaria.
Para ayudar a prevenir la propagación de bacterias en la comida, guarda la carne, el pescado y el marisco en recipientes sellados o en bolsas de plástico en la parte inferior del frigorífico (si te lo vas a comer dentro de uno o dos días) para que el jugo de la carne no se derrame sobre otros alimentos.
Aquí tienes una guía según tipos de alimentos para mantener su calidad de forma segura.
1. Coloca papel de cocina en el cajón de las verdura
¿Alguna vez has ido a preparar una ensalada, has abierto el frigorífico y te has encontrado lechuga pocha y ennegrecida? Pues si prestas atención, no te volverá a ocurrir. Si colocas un par de capas de papel de cocina en el cajón de las verduras, el papel absorberá la condensación que se forme en las frutas y verduras. Al estar húmedas, las verduras frescas se echan a perder mucho antes y generan mucho despilfarro cuando no se almacenan correctamente.
2. Frota las mitades de aguacate con zumo de limón o aceite de oliva
Los amantes del aguacate se topan a menudo con un problema muy frustrante: los aguacates abiertos se echan a perder en cuestión de un día o dos.
La solución es frotar las mitades con zumo de limón o aceite de oliva. El ácido cítrico de los limones y los constituyentes del aceite de oliva evitan que el aguacate se oxide al contacto con el aire.
3. Guarda las hierbas frescas en papel de cocina ligeramente húmedo
Para conservar las hierbas frescas durante más tiempo, envuelve el cilantro, el tomillo, el romero, la salvia, el orégano o el perejil en papel de cocina ligeramente húmedo y guárdalo en una bolsa de plástico sellable.
4. Lava las bayas con agua y vinagre
Las fresas, las frambuesas y los arándanos pueden desarrollar moho al cabo de unos pocos días en el frigorífico. La clave para frenar la aparición del moho es la siguiente: antes de guardar estas bayas en el frigorífico, aparta o cómete las que estén más blandas. Después, lava las demás en una solución de agua con vinagre (el triple de agua que de vinagre). Acláralas, sécalas bien y guárdalas en un envase sellado con papel de cocina encima y debajo para atrapar el exceso de humedad.
5. Guarda las manzanas apartadas de las demás frutas y verduras, y los plátanos, en racimo
Las manzanas producen gas etileno, que acelera la maduración de las frutas, de modo que mantenlas lejos de otras frutas y guárdalas en una bolsa de plástico en el frigorífico.
Para que los plátanos no maduren demasiado pronto, guárdalos en un cuenco en racimo (lejos de las manzanas) y envuelve el tallo en plástico (o papel de cera) hasta que te los vayas a comer, para que no maduren demasiado rápido.
6. Guarda una manzana en la bolsa de patatas
Aunque hay que guardar las manzanas lejos de las demás frutas, si metes una en la bolsa de las patatas, evitarás que les salgan brotes y se mantendrán firmes durante meses, asegura LifeHacker.
7. No guardes los tomates en el frigorífico
Guárdalos en la encimera. Los tomates hay que guardarlos a temperatura ambiente. Si los refrigereras, pierden su sabor.
8. Corta la parte superior de las zanahorias
Antes de que las metas al frigorífico, córtales la parte superior. Según Gardenista, las hojas les roban los nutrientes. Lo mismo sucede con las remolachas.
9. Guarda los champiñones frescos en una bolsa de papel
El papel absorberá la humedad de los champiñones y no se reblandecerán.
10. Aleja los pimientos de la humedad
Guárdalos en la encimera o en el cajón de las verduras, pero sin entrar en contacto con las otras frutas y verduras.
1. Guarda la leche en la balda central o inferior del frigorífico, no en la puerta
La mayoría de la gente guarda la leche y los lácteos en la puerta del frigorífico, pero ese es el peor lugar posible. La puerta de frigorífico se abre muchas veces al día y la temperatura del exterior está siempre cambiando, lo que significa que los lácteos se echan a perder mucho antes si se guardan ahí.
El mejor sitio para guardar la leche, según Real Simple, es en la balda del centro o inferior, a poder ser al fondo, donde la temperatura es más fresca y más constante.
2. Envuelve el queso en papel de queso, de cera o papel pergamino
Un error común es envolver el queso firmemente en papel de plástico o papel aluminio. En vez de eso, envuélvelo en papel de queso, de cera o papel pergamino y luego guárdalo en una bolsa de plástico sin sellar. “El papel crea una barrera entre el queso y el plástico, mientras que el plástico evita que se seque”, explica a Insider Ken Monteleone, dueño de Fromagination Cheese Shop.
3. Guarda los huevos al fondo del frigorífico
Al igual que sucede con la leche, los huevos no deberían guardarse en la puerta del frigorífico, pero sí al fondo, donde la temperatura es más constante.
Para mantenerlos frescos más de las tres a cinco semanas habituales, cuécelos y aguantarán frescos una semana más.
4. Guarda la mantequilla o margarina en el frigorífico, en el envase u envoltorio original
Si no vas a usar la mantequilla a los pocos días de comprarla, guárdala en el frigorífico inmediatamente y no la saques de su recipiente o envoltorio original. Según B.C. Dairy, “el envoltorio evita que se eche a perder al contacto con la luz y el aire, además de proteger de otros aromas y sabores del frigorífico”.
Si la mantequilla está envuelta, puede durar al menos ocho semanas en el frigorífico, pero una vez abierta, debe consumirse en tres semanas.
Al igual que con otros lácteos, debes guardar la mantequilla al fondo del frigorífico y no en la puerta.
1. Guarda todo en el congelador si no piensas comértelo a los pocos días de comprarlo
De este modo, se mantiene fresco durante meses.
2. Guarda el marisco al fondo del frigorífico cuando lo descongeles
El fondo del frigorífico es la parte más fresca, de modo que el marisco se conservará bien ahí hasta que se descongele del todo. Guarda todo el marisco y la carne del frigorífico en un recipiente grande, aunque siga en su envase, para evitar que los jugos se derramen en otros alimentos.
3. Si has abierto un envase de marisco o de carne y no usas todo, vuelve a guardarlo en un envase sellable
No dejes que la carne o el marisco que no vayas a usar permanezca en el envase original abierto o sufrirá quemaduras de frío en el congelador. Guarda lo que no uses en un envase hermético de plástico para que se conserve mejor durante más tiempo.
1. La cebolla, el ajo y la chalota, en un lugar fresco, seco y oscuro
No los guardes en el frigorífico. Un espacio seco y con buena ventilación, como una alacena, te ayudará a conservarlos frescos más tiempo. Guárdalos en el paquete original, sobre todo si tiene agujeros, aconseja The Daily Meal.
2. El jengibre, en una bolsa sellable de plástico
Asegúrate de que sacas todo el aire de la bolsa y guárdala en el cajón de las verduras.
Tapa el pan con un paño seco de tela y guárdalo en una bolsa de papel. Así el pan respirará, pero no se secará.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.