Clara Villalón: "'MasterChef' es un programa de televisión, no un programa de cocina"
Entrevista a la concursante de la primera edición de 'MasterChef' y jurado de 'Celebrity Bake Off' España.
Clara Villalón hace de todo. A sus 32 años ha participado en la primera edición de Masterchef, ha sacado libros, ha sido jurado de Celebrity Bake Off España, trabaja para marcas, hace showcooking, es influencer gastronómica y hace auditorías de restaurantes.
Asegura que ha mamado el amor por la cocina desde muy pequeña y que ya de niña le pedía a sus padres como regalo de cumpleaños ir a comer a Jockey, un conocido restaurante madrileño.
Reconoce que ha tenido la suerte, también desde pequeña, de haber ido a sitios como El Bully o Arzak cuando aquello estaba en auge. De ahí pasó a tener un blog de cocina y de ahí a la primera edición de Masterchef, donde entró con 22 años.
Villalón recibe a ElHuffPost en la segunda planta de un local donde se hacen shows de cocina y donde hace unos minutos ha elaborado unas albóndigas de pollo en una airfryer de Cosori Dual Blaze Chef Edition que han gustado a las 12 personas de la sala. Un aparato, dice, “ideal tanto para los que cocinamos mucho como para los que no cocinan casi nada”.
Sobre si le gusta más el mundo de la comunicación o la cocina pura, ella lo tiene claro: está cómoda en cualquier cosa que tenga que ver con la gastronomía. Sentados en unas sillas mientras los organizadores del evento recogen el chiringuito para dar paso a otra demostración, Clara Villalón habla de su paso por MasterChef, de Bake Off, de cómo se lleva con Instagram y hasta de la falta de camareros.
- Has participado en MasterChef como concursante y en Celebrity Bake Off como jurado. ¿En qué lado se vive mejor?
No tiene nada que ver un formato con otro. Aunque haya hecho de concursante y de jurado, la experiencia de Bake Off me la llevo conmigo hasta el fin del mundo porque ha sido muy bonita. Tanto viendo a los concursantes cómo se lo han tomado y cómo les exigíamos nosotros y cómo lo afrontaban tanto como para mí como jurado. Esto no quita que yo estoy súper agradecida a MasterChef que gracias a MasterChef me dedico a lo que me dedico.
- Cuando se estrenó Bake Off hubo muchos comentarios comparando los dos formatos y salía ganando por goleada el vuestro.
Nosotros creemos que hay que exigir pero desde un punto de vista en el que ellos son celebrities y no son profesionales de la cocina. Hay que entenderlo siempre que se mantenga el rigor y el respeto a la profesión, que era una cosa que todos los celebrities mantuvieron desde el primer día, para nosotros era más que justo. No porque a alguien le salgan mal las cosas le tengo que denigrar, al contrario, le tengo que dar pautas para que mejore.
- Has dicho que estás agradecida a MasterChef. ¿Qué recuerdas de tu paso por el programa?
Recuerdo la presión, la tensión, el ponerme en ese límite de adrenalina a tope y de enfrentarme a cosas que yo no conocía y a mí misma también. Me hizo conocerme a mí mejor y saber gestionarme.
- Hay concursantes que salen del programa agradecidos pero también hablan de la presión que se vive dentro.
No sé cómo ha sido después de mi edición. Te puedo contar lo de la primera edición y sí es verdad que fue mucha presión y mucha tensión pero eso depende de cómo se lo tome cada uno. Si tú esa tensión la tomas como algo constructivo para aprender tú y para mejorar pues siempre es algo bueno.
- Hay una buena cantera. Muchos que estáis trabajando.
Todo influye. Lo más importante es cómo tú te lo tomes una vez sales de MasterChef. Te puede servir MasterChef como plataforma para que la gente te conozca o como plataforma para aprender, currártelo a tope y triunfar y tener un recorrido más largo.
- ¿Crees que el programa ha cambiado? ¿Que antes primaba más la cocina y ahora más el reality?
Sí, pero es televisión. ¿Nos tendría que sorprender? Es un programa de televisión y al final tiene que vender y la audiencia manda.
- Lleva ahí 10 años por algo.
La gente lo demanda. Me parece fenomenal. Tampoco me parece justo juzgar porque no promuevan la cocina de una manera más orgánica. MasterChef es un programa de televisión, no un programa de cocina.
El formato está muy bien. El programa está muy bien hecho, los profesionales que lleva. El jurado lo hace muy bien. Tiene muchos puntos a favor y ha popularizado la cocina.
- A los castings cada vez se presenta más gente.
¿A mí, como profesional, me gustaría que hubiese más cocina? Sí, lo reconozco. Yo no soy usuaria de MasterChef pero creo que es un programa que a mucha gente le entretiene.
- Trabajaste con Pepe Rodríguez en El Bohío.
Me fui a hacer prácticas. Fenomenal. Pepe es un crack. Estuve con el jefe de pastelería, otro crack. Súper bien y a partir de ahí fui diciendo que sí a otras oportunidades que me fue poniendo la vida. Me fui a una escuela, a Casa Marcial, hice sala en La Tasquería. Yo lo que quería era formarme. Si yo iba a comunicar gastronomía tanto en medios como en mis canales yo tenía que tener información.
- ¿Volverías a MasterChef?
Siempre digo que volvería a participar como concursante en un MasterChef de viejas glorias porque me va la marcha. Fue una experiencia muy bonita.
- Ahora que has sido jurado, ¿Entiendes la labor de Pepe, Jordi y Samantha en el programa?
Nosotros fuimos un jurado muy distinto al de MasterChef, entonces juzgarlos a ellos no tengo capacidad para eso. Me siento muy orgullosa del tándem que hicimos Frederic y yo y de cómo comunicamos.
- Me refiero a si al estar al otro lado entiendes esa labor.
Yo la entiendo. También soy jurado, no solo en programas de televisión, también en concursos de gastronomía. Soy consciente de que hay muchas formas de encarar un jurado.
- ¿Te gustaría tener tu propio restaurante?
No. Aquí soy radical. Si tuviese mi propio negocio cara al público tendría que dejar todo lo demás para dedicarme a eso. Sería de las que entra al restaurante a las ocho y saldría a las dos de la madrugada. Digan lo que digan la hostelería es durísima, lleva muchas horas y no necesito el reconocimiento de nadie para vivir feliz con lo que hago.
- Aprovechando ese “digan lo que digan”, ¿Qué te parece la polémica con la falta de camareros?
El tema de los camareros y cocineros, pero más de los camareros, es un tema que profesionalmente no se les ha dado valor. De hecho, ha habido largas temporadas en los que los camareros eran estudiantes que necesitaban sacarse un dinero, gente que no veía la profesión como de verdad algo en lo que pudiese crecer.
También es cierto que últimamente estoy escuchando muchas entrevistas y no creo que la labor del cocinero sea igual que la del camarero. Tú como cocinero puedes innovar en técnica, puedes crear un montón de cosas, puedes trabajar con productos y la labor del camarero está mucho más acotada. Es una realidad.
- Ha habido un boom de cocineros y cocineras en España. ¿Crees que es una burbuja o que es positivo para el mundo de la cocina?
Esto es como si nos hubiese dado por ser ebanistas a todos porque hay un programa de ebanistas, probablemente la cocina se hubiese perdido un poco como la ebanistería si no hubiese habido un boom como ese. Es bueno que salgan profesionales cualificados y con pasión.
- ¿Y de influencers de cocina? ¿Hay un boom?
Sí, por supuesto que los hay. El problema de los influencers es que hay gente haciendo muchas recetas que no tienen ni idea. Cualquiera se puede grabar y hay recetas que no salen luego o no son saludables y te la están colando. El problema de las redes sociales es que cualquiera tenemos la libertad de contar cualquier cosa sin ninguna barrera y sin ningún filtro y eso es un problema.
- ¿Cómo te trata el algoritmo de Instagram?
Un desastre pero nos ha pasado a todos. Tuvimos un crecimiento y ahora Instagram quiere que paguemos y se cabrea si pagamos para marcas.
- ¿Cómo organizas tu contenido?
El problema es que yo no vivo para Instagram. Mi situación es distinta a esa gente que se abre Instagram para vivir de ello. Yo vivo de otras muchas cosas e Instagram es un canal que tengo para comunicar mi vida. No lo veo como una herramienta económica necesaria para mi vida. Trabajo para muchas marcas, desarrollo recetarios, hago showcooking, imparto clases, hago auditorías de restaurantes. Para mí Instagram es un vehículo más y por supuesto que lo rentabilizo pero no es mi núcleo de trabajo. Y lleva mucho más trabajo de lo que la gente cree. El problema es que la gente quiere el contenido gratis. La gente no quiere pagar.
- Ahora parece que se están implementando las Newsletter de pago.
Hice una encuesta y creo que el 4% de mis seguidores pagaría 5 euros al mes por contenido exclusivo. Yo creo que llegará el contenido de pago más que nada por darle valor al trabajo que hacemos.