Más de 4.000 civiles han muerto en Ucrania por la guerra
Y los huidos ascienden a 6,6 millones, aunque ascienden los retornos.
Al menos 4.031 civiles han muerto en la guerra de Ucrania y otros 4.735 resultaron heridos, indicaron este viernes las estadísticas que diariamente actualiza la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La oficina dirigida por la alta comisionada Michelle Bachelet puntualizó, como en jornadas anteriores, que el cálculo es parcial, ya que no se tiene acceso a muchas zonas de fuertes hostilidades, por lo que la cifra real podría ser mayor.
Entre los fallecidos confirmados hay al menos 995 mujeres y 261 niños, y entre los heridos son menores de edad 406, de acuerdo con el recuento de Naciones Unidas.
La mayoría de las víctimas civiles se debieron a ataques con artefactos explosivos de amplia área de impacto, incluidos proyectiles de artillería pesada y propulsados por lanzacohetes, misiles y bombardeos aéreos, indicó el organismo de la ONU.
El derecho internacional considera que los ataques perpetrados contra civiles e infraestructuras no militares en un conflicto pueden constituir crímenes de guerra.
Más de 6 millones de refugiados
Los ucranianos huidos de su país por la invasión rusa ascienden a 6,6 millones, según las últimas cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que también recogen 2,1 millones de retornados a Ucrania, aunque según el organismo esa cifra no indica todavía un estable flujo de regreso.
“Están aumentando los movimientos ‘pendulares’ de personas que van y vienen a través de la frontera para visitar a su familia, comprobar el estado de sus propiedades o regresar a su trabajo”, señaló en una rueda de prensa para los periodistas en Ginebra la portavoz de ACNUR en Polonia Olga Sarrado.
A esta cifra hay que sumar a los desplazados internos dentro del país que, según Naciones Unidas, superan los 8 millones.
“Los nuevos refugiados llegan de zonas muy afectadas por el conflicto, algunos después de haber estado semanas ocultos en refugios antibombas y sótanos, a menudo en estado de estrés y ansiedad”, relató la portavoz de ACNUR.