Cinco joyas ocultas (y no tan ocultas) para este Día del Libro
Cinco novelas que sorprenderán a sus lectores.
No hay nada mejor que celebrar el Día del Libro regalando o regalándose una buena obra literaria. Por eso, a continuación os propongo cinco joyas ocultas de la narrativa nacional que os sorprenderán gratamente, no solo por la prosa cautivadora de sus autores y autoras, sino también por las tramas tejidas con maestría en todas ellas.
Una novela de fantasía, humor y terror:
La Doctrina del Fuego (Ediciones El Transbordador), de Toni Cifuentes.
La Doctrina del Fuego del autor barcelonés Toni Cifuentes resulta difícil de catalogar. Por un lado reúne todos los ingredientes de la novela fantástica y de aventuras con caballeros medievales, reyes, monstruos, castillos, magia, bardos y batallas sangrientas. Por otro, el autor incluye elementos propios del género de terror con el propósito de elaborar una historia atípica que gira en torno al nacimiento de un culto dedicado al fuego. Cifuentes nos presenta una trama poco convencional, un hilo argumental sólido y un sinfín de personajes. Su excelente prosa, así como la sátira y el humor empleados serán alicientes extra para apostar por esta absorbente novela que no deja de ser una crítica a los fanatismos.
Una novela de aventuras para los más jóvenes:
El asesino de Alfas (Editorial SM), de Patricia García-Rojo.
La gran Patricia García-Rojo lo ha vuelto a hacer, sin duda su espléndida narrativa y su imaginación desbordante han sido la clave del éxito de El Asesino de Alfas, el primer libro de su trilogía. Esta novela ambientada en Málaga habla de personas que poseen cualidades sobrehumanas: los Alfas tienen los cinco sentidos superdesarrollados, mientras que en los preceptores corrientes solo destaca uno de ellos. Los Alfas, además, son grandes guerreros y envenenadores que reclaman a los primeros para formar familias y manipular a los humanos a su antojo. Los amantes de la literatura infantil y juvenil sucumbirán a esta historia de acción, supervivencia y misterio escrita por una de las autoras más destacadas de este género.
Una novela gráfica:
Mariquita (Roca Libros), de Juan Naranjo (@JuanitoLibritos).
Mariquita, del autor malagueño Juan Naranjo es una autobiografía conmovedora y apasionante sobre la homofobia. Un canto a la libertad. Una historia honesta, contada sin trampa ni cartón y que precisamente por eso despertará innumerables emociones en el lector, que llorará, reirá y sufrirá con las aventuras y desventuras de su protagonista. A través de las magníficas ilustraciones creadas por el propio autor y de su estilo ágil y brillante, Naranjo te invitará a acompañarlo en este viaje vital que va desde la niñez hasta la juventud; desde la inocencia e incomprensión hasta la aceptación y el empoderamiento. Muy recomendable para jóvenes (y no tan jóvenes) que se sientan solos y rechazados. También para aquellas personas cuyos prejuicios les impidan ver que más allá del blanco y el negro existe un apasionante mundo de color.
Una novela de misterio:
Lo que callan los muertos (Ediciones Meava), de Ana Lena Rivera.
Lo que callan los muertos es la primera novela de la serie Gracia San Sebastián, nombre que recibe la investigadora de fraudes creada por Ana Lena Rivera. En esta, la protagonista, junto a un grupo de mujeres cercanas a ella, se encargará de resolver un suceso un tanto extraño. La trama, ambientada en Asturias, comienza con un caso de fraude que las llevará a investigar una muerte sospechosa. Una entretenida novela de misterio con toques de humor para deleite de los aficionados a la novela negra.
Una novela conmovedora:
Los ojos cerrados (Galaxia Gutenberg), de Edurne Portela.
Edurne Portela nos estremece con su excepcional técnica narrativa. Los Ojos Cerrados expone cómo la sociedad deja de lado la memoria viva, es decir, a nuestros mayores, cuando estos dejan de ser útiles. Esta emotiva novela transcurre en Pueblo Chico, un lugar anclado en el pasado al igual que Pedro, su protagonista, cuya vida fluye al compás de la monotonía. Solo la llegada de Ariadna rompe la quietud del anciano haciendo que el pasado y el presente se conviertan en uno.